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domingo, 2 de enero de 2022

La Casa de la Loma tiene un Fantasma : Capítulo DCXLII.- Rodrigo López Huamán, actuando como caporal. llegó junto a Edilsa Flores Morocho a los terrenos donde eran potreros de cultivos y una inverna llena de yeguas y demostró como se doma a los animales chúcaros...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; el bandolero Rodrigo López Huamán, ahora nombrado como caporal de los terrenos de la viuda Edilsa Flores Morocho; quienes fueron a dar una vuelta a toda la extensión de los potreros y lomas; ellos encontraron al primer pastor, quien cuidaba toda una loma llena de ganado vacuno, luego siguieron visitando los otros terrenos, en uno de ellos encontraron a un grupo de pastores que intentaban lacear a un par de toretes heridos para curarlos; Rodrigo conocedor de la crianza y manejo les dio una clase de su habilidad; pero, según él, el primer pastor era un cuatrero (robaba el ganado), todo indica que entre gente de las mismas costumbres delictivas se detectan, con la duda encima, ellos continuaron visitando los terrenos.... ..sigamos la historia.................

Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. 
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.


Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Después de curar los toretes, Edilsa y Rodrigo, continuaron con la última loma, que si tenía riego en gran parte de su extensión, por que la cruzaba desde la cabecera una quebrada de agua permanente; aquí trabajaban 6 pastores y agricultores, eran los únicos terrenos con potreros cercados, donde había una gran inverna llena de equinos, que consistía en una yegua madre abuela con 8 hijas entre yeguas madres y potrancas y dos padrillos machos como garañones(sementales para la reproducción) de distinta estirpe para evitar el cruce con la misma sangre.
Rodrigo, muy aficionado a los caballos, le gustó el garañón, que era de color negro tinto y brilloso con tan sólo una pata delantera blanca, era una rara especie equina, que se mantenía en estado chúcaro (no domado), nunca fue amansado  por ser arisco y rebelde, que hasta dos amansadores sufrieron caídas estrepitosas arrojados desde la montura que corcoveaba como un endemoniado animal; por esa razón la dueña desistió de domarlo, temiendo vaya a matar a alguien y lo dejó como un reproductor.
El corcel, ya tenía 8 años de edad, era la media de toda su vida, y como Rodrigo ya le tiró ojo, no se doblegará hasta amansarlo y montarlo y le dijo:
--- Señora Edilsa, quiero este padrillo para reemplazar a mi caballo cuando se canse de trotar, me gusta que sea todo un salvaje, estos ejemplares son los mejores para trotar largas rutas y le hago una propuesta, si logro domarlo me lo obsequia.
Uno de los amansadores que estaba presente, quien  si fue arrojado por los aires varias veces que intentó domarlo, le dijo:
--- Patrona Edilsa, no conozco al señor, quien monta un buen caballo(con el que llegó), pero creo que se expone a ser golpeado por el garañón, que no permite a ningún jinete sobre su lomo, le aconsejo que no lo intente que terminará con los huesos rotos.
Rodrigo, entendió que era sometido a prueba por lo expresado por el domador y pidió un lazo (beta) de unos 15 metros de extensión era la más larga y como pesaba mucho, los peones poco la usaban. Rodrigo la extendió sobre el suelo y fue pulseándola en toda su extensión para hacerla suave y dócil y dijo:
--- Muchachos arreen las yeguas hacia este corral, tengo que lacear (atrapar) a ese corcel, ese padrillo será mío, lo asumo como un desafío.
El amansador, le respondió:
--- Señor, le repito no se exponga a ser golpeado, pero si insiste en este momento arrinconaremos a las yeguas.
Los peones arrearon las yeguas y el garañón dando relinchos cortos y con la cola levantada se puso a la cabeza de sus yeguas, tratando de desviarlas para que no entren al corral y no cedan a la intención de los humanos que trataban de arrinconarlas, por más que corrían las yeguas no accedían a entrar al corral.
Rodrigo, quien era un bandolero curtido y con amplia experiencia en el manejo de caballos chúcaros, estaba asombrado de la astucia e inteligencia del semental que comandaba a su manada a la perfección como si fuesen humanos, él entendió que había que tenderle una trampa y detectó a un lado del potrero un pequeño bosque que por casualidad por la mitad pasaba un camino abierto por las vacas cuando pastaron en el pasado verano.
Entonces, Rodrigo que aún no había sido presentado como caporal a estos trabajadores les dijo:
--- Muchachos, vamos a llevar a las yeguas a esos chopes (bosquecillo), en medio pondremos un lazo que será una trampa y como uno de ustedes que tiene más fuerza sostendrá al garañón cuando sienta el lazo en su cuello.
Pero, ninguno de los peones se ofreció como forzudo, Edilsa aprovechó para presentar a Rodrigo como el nuevo caporal, todos lo miraron con desconfianza, parece que no creían en él.
Rodrigo, entendió la reacción de los peones que no aceptaban a extraños, y no lo tomó mal, por que después de todo a nadie le gusta que lo manden, él mismo se ofreció, como quien sostendrá al chúcaro corcel y dijo:
--- Muchachos, ahora que ya saben quien soy, les demostraré de como se amansan a los caballos chúcaros, este garañón es inteligente y les robó la sangre a ustedes y sabe que le temen, por eso demuestra su poder, ya que tiene que impresionar a sus yeguas que él las protege y siempre encabeza la fuga, pero si tiene su parte débil que nunca piensa sino que actúa por instinto, nosotros pensamos con el cerebro y lo ganaremos.
Edilsa, estaba preocupada por Rodrigo, temiendo que por  caprichoso y obstinado se estaba exponiendo a ser golpeado por el garañón y le reclamó así:
--- Rodrigo, yo te necesito como caporal no como domador, y no quiero un héroe ante los peones, mejor dejemos a las yeguas en paz.
Rodrigo, pensó que era muy tarde para dar marcha atrás, además estaba en juego su valentía ante los peones que no lo querían y le contestó:
--- Señora Edilsa, ayude a los muchachos arrear a las yeguas a la trampa, yo estaré escondido sosteniendo el lazo, los animales tienen que saber. ¿Quién manda aquí?
Pues, Edilsa y los peones, no les quedó otra opción que arrear a las yeguas, el semental siempre a la cabeza con la cola levantada y resoplando sus narices y dando cortos relinchos cedieron pasar al bosquecillo, con la seguridad que ya no serían fastidiados y entró a tropel el semental y metió la cabeza en la trampa, que al sentirse atrapado estiró la soga y pasó al otro lado levantando las patas traseras en señal de rechazo, el atrapado caballo, era  seguido desde atrás por Rodrigo sosteniendo la soga, estando en la pampa libre, agarró la soga y la pasó a la cintura y resistió las envestidas que hacía el caballo para librarse del lazo.
Aquí hubo un voluntario el amansador y dos más se unieron a Rodrigo para sostener la soga, hasta que poco a poco el equino terminó por cansarse, pero no dejaba de relinchar, levantando la cabeza en señal de hidalguía que seguía siendo el garañón a pesar de haber sido atrapado.
Entonces, Rodrigo pidió otra soga, le hizo en una punta un lazo movible más ancho que el espesor de una picota que estaba en medio del corral, y al otro extremo de la soga, preparó otro lazo que irá al cuello del caballo, él cogió de nuevo la cuerda que la sostenían los peones y se fue acercando usando la extensión de la soga, ya el caballo había cedido por cansancio y que permitió el nuevo lazo, y el otro lo soltó el cazador y dijo:
--- Muchachos, halen al caballo hasta la picota, los tres tiraron cintura ante la rebeldía del garañón que se negaba a ser halado, pero la fuerza humana pudo más y el equino contra su voluntad casi arrastrado cedió que lo lleven a la picota, allí Rodrigo le aseguró el lazo y todos se retiraron quedando el garañón atrapado en la picota, allí permanecerá por toda la noche y el siguiente día empezará su proceso para domarlo.
Ya los peones, cambiaron de su original rechazo a la presencia de Rodrigo como su caporal, por la admiración, quien les demostró como se domina a las bestias semi salvajes o más conocidas como chúcaras (no domadas); siendo Edilsa la primera que no salía de su asombro de las habilidades de Rodrigo para dominar a su garañón, que ahora estaba atrapado en la picota.
Edilsa, le pasó por su mente el recuerdo de su finado esposo, quien no era precisamente un diestro en el manejo de las ganadería, pero si tenía cabeza para hacer dinero y comprar terrenos a los mejores precios increíbles, que le dejó tanta herencia a ella.
Rodrigo, observó que el caballo había sudado por el esfuerzo que hizo para liberarse y estaba deshidratado y pidió una batea (vasija grande de madera para depósito de líquidos), uno de los peones ahora todos ellos muy voluntariosos, le contestó:
--- Señor caporal, en mi casa tengo una pesada batea que para moverla se necesitan dos hombres....
Rodrigo, vio de reojo a los cinco restantes como posibles voluntarios y pues casi todos se ofrecieron y fueron a la casa del dueño de la batea, la trajeron y la colocaron muy  cerca a la picota y con pocillos (cántaros) la llenaron de agua, quedó junto al caballo, se cuidaron que sólo estirado el cuello, llegue la cabeza para que beba el agua, que la necesitaba con urgencia, el animal seguía jaloneándose intentando zafar la cabeza del lazo; esta fue otra enseñanza para los peones.
Rodrigo, ahora ya con el control de los peones, dijo:
--- Muchachos, escuchen esta recomendación,  un animal cansado tiene mucha sed, si no le damos agua, su hiel puede reventar y  romperse y el animal muere con cólico; ustedes vieron este garañón sudó demasiado, en este momento no beberá por su rebeldía, esperen que en cualquier momento estirará la cabeza y beberá el agua, se lo aseguro; por que el líquido lo necesita todo su cuerpo.
Pero, el garañón, seguía estirando la cabeza y halándose para atrás para librarse del lazo, daba la impresión que no bebería el agua, hasta que finalmente muy cansado, dio vuelta al cuerpo y estiró la cabeza hasta la batea y bebió tanta agua que casi termina todo el contenido de la batea.
Los peones, ahora embobados por lo que veían sus ojos, que nunca los amansadores hicieron algo igual, daban crédito a las técnicas de Rodrigo, se sonrieron sin decir palabra.................
Continuaremos...............................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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