Nuevos censos de población realizados por científicos de la Universidad Stony Brook de Nueva York apuntan a que este remoto mar antártico podría actuar como un refugio climático para la especie.
Colonia de pingüinos de adelia -Pygoscelis adeliae- en Devil Island, en la Antártida
02 de febrero de 2022, 10:19 | Actualizado a
Los refugios climáticos para la vida silvestre ofrecen esperanza. Podemos encontrar algunos ejemplos de ello en la Isla Wrangel del océano Ártico, las islas Galápagos o el santuario para la vida marina y terrestre creado en el año 2020 en el archipiélago de Tristán de Acuña, la isla habitada más remota de nuestro planeta.
Sin embargo, mientras algunos de estos lugares indispensables para la vida se encuentran reconocidos a nivel internacional, otros, pese al importante papel que podrían jugar en el futuro para el bienestar de cientos de especies, carecen de tal consideración.
Uno de estos lugares todavía no reconocidos es el llamado mar de Weddell, en el océano Antártico, en el que recientemente un equipo de científicos de la Universidad de Stony Brook de Nueva York ha comprobado en un censo realizado 10 años después de su última visita a la zona, que las poblaciones de pingüinos de Adelia -Pygoscelis adeliae- allí instalados se han mantenido estables a lo largo la última década.
Buenas noticias dado el impacto que, según científicos de la misma institución, está suponiendo el cambio climático para otras especies como los pingüinos barbijo -Pygoscelis antarcticus- y un hecho que, según estos, refuerza la idea de que el propio mar de Weddell estaría funcionado a modo de refugio climático para los pingüinos de Adelia, considerados una especie centinela.
Colonia de pingüinos de adelia -Pygoscelis adeliae- en Devil Island, en la Antártida
Las colonias de pingüinos de Adelia observadas cuentan con un tamaño de población más o menos similar al de la última vez que fueron muestreadas. Así, los científicos registraron en esta ocasión 21.500 polluelos la especie en Penguin Point, 11.978 en Devil Island y 6.397 crías en Vortex Island. Todos lugares en el mar de Weddell en el que fueron estudiados por última vez antes del año 2010 y ya propuestos hace más de una década para ser incluidos dentro del Área Marina Protegida -AMP- aún no aprobada a día de hoy por la Comisión del Océano Antártico (CCAMLR por sus siglas en inglés).
Según los investigadores, embarcados abordo del Artic Sunrise de Greenpeace en la presente expedición de la organización al continente helado, los datos obtenidos refuerzan la necesidad urgente de proteger y preservar el mar de Weddell mientras pueda conservar un ecosistema intacto y en pleno funcionamiento estructural, algo que podría lograrse mediante la ratificación internacional de un Tratado Global de los Océanos.
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- Los pingüinos Adelia fueron nombrados en honor a la tierra de Adelia, un área en la Antártida reclamada por los franceses.
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