Mediante la creación de simulaciones y modelos científicos, los expertos auguran la formación de un gran supercontinente en nuestro planeta dentro de unos 200 millones de años, aunque su ubicación exacta aún es motivo de debate.
Mapamundi donde se muestra la actual distribución de los continentes de la Tierra.
12 de abril de 2022, 10:34 | Actualizado a
¿Cómo era la Tierra hace millones de años?¿Había tantos continentes como en la actualidad? Pues en realidad, hace unos 200 millones de años existía un supercontinente llamado Pangea que en un momento dado se dividió creando los actuales continentes que hoy conforman nuestro planeta. En realidad, estas masas de tierra no son inmutables (ya que se desplazan debido a las placas tectónicas, unas placas de corteza que se asientan sobre el manto terrestre) y es muy posible que los actuales continentes acaben formando otro supercontinente dentro de aproximadamente unos 200 millones de años. Los investigadores especulan con que los supercontinentes se forman en ciclos regulares de una vez cada 600 millones de años. Así que como Pangea se formó hace unos 310 millones de años, y se comenzó a separar hace unos 180, los investigadores creen que el siguiente supercontinente se formará dentro de unos 200 o 250 millones de años, es decir que actualmente nos encontramos en el ecuador del actual ciclo de formación (así que podemos estar tranquilos).
La Tierra se encamina hacia un solo continente
Al parecer los científicos saben aproximadamente cuándo, pero también se preguntan cómo, se formaría el futuro supercontinente. De hecho, un equipo de investigadores de la Universidad de Lisboa ha planteado cuatro modelos distintos para la formación de supercontinentes, a los que ha dado los siguientes nombres: Novopangea, Pangea Última, Amasia y Aurica. Los dos últimos son los que, según estos modelos, tendrían más posibilidades de formarse. Así, Amasia se formaría si todos los continentes avanzaran hacia el hemisferio norte (la Antártida quedaría sola en el hemisferio sur), y Aurica se formaría alrededor del ecuador y se extendería hacia los hemisferios norte y sur.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Lisboa ha planteado cuatro modelos distintos para la formación de supercontinentes.
Pangea, el supercontinente de la Tierra hace 250 millones de años.
Mapa del Anillo de Fuego del Pacífico.
Pero ¿tienen claro los expertos qué supercontinente se formará en la Tierra? De hecho, los científicos afirman que tras la ruptura de Pangea hace 175 millones de años, se formó el Anillo de Fuego, una zona de subducción a lo largo del perímetro del océano Pacífico del cual se alimentan todos los volcanes de la Tierra y que es el causante de devastadores terremotos. Durante su creación, Eurasia, el actual megacontinente (una masa de tierra más pequeña que un supercontinente) formado por Europa y Asia, ya se topó con esta peligrosa zona del planeta. Así que a medida que Eurasia se mueva lateralmente a lo largo del Anillo de Fuego, en algún momento chocará con el contiene americano con el que acabará formando un nuevo supercontinente en los próximos 200 a 250 millones de años. Este nuevo supercontinente es el que los científicos han bautizado como Amasia, y ¿dónde estará situado? No existe consenso entre los investigadores, aunque el estudio apuesta por el océano Ártico.
La separación de las placas tectónicas provocó la actual distribución de los continentes. Ahora un grupo de científicos ha conseguido explicar cómo ocurrió este largo proceso de manera más exacta.
Esquema de la separación de los continentes en dos fases, rápida y lenta
19 de julio de 2016, 14:38 | Actualizado a
Seguro que has oído hablar de la famosa Pangea. Es el nombre de la superficie de tierra emergida que había en nuestro planeta hace millones de años; una especie de continente único y gigantesco en el que estarían juntos todos los continentes actuales. Este gran continente empezó a separarse hace unos 200 millones de años, por el movimiento de las placas tectónicas, sin embargo este proceso todavía está lleno de incógnitas que los científicos intentan dilucidar. Precisamente un equipo internacional de científicos ha aportado algo de luz al proceso de ruptura continental.
"Las placas tienden a cambiar lentamente debido a que están asentadas sobre un manto muy viscoso" explica Dietmar Müller, co-autor del estudio publicado en Nature y especialista de la Universidad de Sydney. "Sin embargo, a lo largo de la historia de la Tierra, ha habido muchos casos en los que las placas han acelerado su ruptura de manera muy rápida”. Es decir, las placas pasaban de moverse muy lentamente a estirarse y separarse mucho más rápidamente, lo que ha intrigado durante décadas a los científicos, al no encajar con el conocimiento de los movimientos de las placas que se tenían hasta el momento.
Separación en dos fases
Ahora, gracias al análisis de miles de datos sísmicos y simulaciones por ordenador, el grupo de investigación Australia’s EarthByte ha descubierto que el proceso de separación está dividido en dos fases: primero, los continentes se mueven y luego, gradualmente, tras muchos millones de años de tensos e incesantes tirones en la corteza terrestre, se tambalean y comienzan a separarse rápidamente formando un océano entre ellos, explican desde SINC.
Para entenderlo de manera sencilla Müller utiliza una simple analogía: “es como si separáramos masa de harina. Al principio requiere esfuerzo porque resiste y se estira lentamente. Pero llega un momento en el que es lo suficientemente fina para separarse de forma fácil y rápida. El mismo principio se aplica a los continentes”, apunta.
Según los expertos, este proceso conduce a la segmentación de los márgenes, donde un hundimiento rápido, un flujo de calor de alto y una mayor actividad volcánica caracterizan el margen exterior. El resultado es una ruptura completa de los márgenes que envía los bordes exteriores de los continentes bajo el mar.
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