¿Qué es una erupción y por qué se produce?¿Qué tipos de erupciones volcánicas existen?¿Cuáles han sido las más famosas de la historia?¿Cuáles son los principales efectos de la erupción de un volcán y qué medidas de seguridad debemos tener en cuenta cuando se producen? Te lo contamos en este artículo.
Volcán Kamchatka en erupción
01 de mayo de 2022, 22:40 | Actualizado a
Qué es una erupción volcánica
Las erupciones volcánicas son algunos de los fenómenos naturales más sobrecogedores de nuestro planeta y una impresionante muestra del poder de la Tierra. Una erupción volcánica es un fenómeno geológico que se produce cuando el magma y los demás materiales que alberga el interior de un volcán emergen a la superficie terrestre.
Pero, ¿por qué se producen? Las erupciones volcánicas se producen como consecuencia del aumento de la temperatura y de la presión de los gases en una masa de magma en el manto terrestre. Este magma asciende por diferencial de temperatura y densidad, aumentando la presión en el interior de la caldera de un volcán -o sobre la propia corteza terrestre en el caso de una pluma mantélica- hasta que los materiales encuentran una salida hacia el exterior, momento en el que se produce una erupción volcánica.
Tipos de erupciones volcánicas
Según las características del magma o de la clase de los volcanes, existen diferentes tipos de erupciones volcánicas. En base a su actividad las podemos catalogar en erupciones explosivas, es decir, aquellas en que las que se produce una gran acumulación de gases que acaban saliendo al exterior de forma violenta; y erupciones efusivas, en las que la presión se libera paulatinamente y el magma fluye de forma más gentil.
Pero las erupciones volcánicas también se pueden clasificar en base al mecanismo que las origina. En este sentido existen 3 tipos de erupciones volcánicas:
- Erupciones magmáticas.
- Erupciones freatomagmáticas.
- Erupciones freáticas.
Volcán Fagradalsfjall, Islandia
Erupciones magmáticas
De entre todos los tipos de erupciones volcánicas las más conocidas son las erupciones magmáticas, aquellas que se producen por la liberación del gas del magma. Esta desgasificación provoca una disminución de la densidad de que hace que el magma de desplace en vertical. Así, existen varios tipos de erupciones magmáticas, muchas de las cuales se nombran en base a algunos de los volcanes icónicos o las zonas en las que se suelen producir:
- *Erupciones hawaianas: toman su nombre de la isla de Hawái. Se trata de erupciones efusivas de lavas muy fluidas y de bajos contenidos en gases. Suelen formar un lago de lava en cráter del volcán y desbordarse formando coladas rápidas de lava que dan lugar a volcanes de poca pendiente.
- *Erupciones islándicas: también se trata de erupciones efusivas. Son aquellas que se originan a lo largo de una fisura en la corteza terrestre a través de la cual fluye la lava.
- *Erupciones estrombolianas: son eventos caracterizados por pequeñas erupciones explosivas periódicas en las que se expulsan piroclastos como bombas, lapilli y cenizas, separadas por periodos de calma.
- *Erupciones vulcanianas: reciben su nombre del volcán Vulcano, ubicado en las islas de Lípari. Se caracteriza por fuertes explosiones y por la expulsión de lava muy viscosa y grandes cantidades de ceniza.
- *Erupciones vesubianas o plinianas: nombradas en honor al Monte Vesubio y a Plinio el viejo, estas erupciones se caracterizan por explosiones aún más violentas que las erupciones vulcanianas. Esto es debido a las altas presiones que se alcanzan en la cámara magmática. Estas erupciones también se caracterizas por la emisión de nubes ardientes en forma de pino u hongo y la expulsión de grandes cantidades de cenizas y gases tóxicos.
- *Erupción peleana: reciben su nombre en honor al Monte Pelée, ubicado en la Isla de Martinica. Se caracteriza por lavas extremadamente viscosas que solidifican con rapidez y que pueden llegar a tapar la salida del volcán, lo que desemboca en una gran explosión generalmente acompañada de grandes nubes ardientes y de cenizas.
Erupciones freatomagmáticas
Las erupciones freatomagmáticas son aquellas provocadas por la interacción directa entre el magma y una fuente de agua. Al contrario que las erupciones magmáticas, impulsadas por una expansión térmica, las erupciones freatomagmáticas se producen por una contracción térmica del magma y la generación de grandes cantidades de vapor de agua.
Existen 3 tipos de erupciones freatomagmáticas:
- *Erupciones surtseyanas: estas erupciones hacen honor a la isla de Surtsey, en Islandia. Se producen en aguas poco profundas, mares o lagos al entrar en contacto agua y magma. Al entrar ambas fases en contacto, el magma se enfría y se contrae a la vez que el agua se evapora súbitamente, lo que genera violentas explosiones así como extensas columnas de gases -en su mayoría vapor de agua- piroclástos y fragmentos de roca.
- *Erupciones submarinas: son las erupciones volcánicas más frecuentes pero, por su localización, las que pasan más inadvertidas. Se producen por el mismo mecanismo que las erupciones surtseyanas, pero a profundidades tan grandes que los gases se disuelven antes de llegar a la superficie y las proyecciones son detenidas por el agua.
- *Erupciones subglaciales: son aquellas caracterizadas por interacción del magma con el hielo. No suelen ser erupciones explosivas y suelen dar lugar a volcanes con una cima plana y laderas empinadas.
Isla creada tras la erupción surtseyana del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Haʻapai
Erupciones freáticas
El tercer tipo de erupciones volcánicas son las llamadas erupciones freáticas, las cuales se deben al contacto indirecto del magma con un volumen de agua. En estos casos el calor del magma origina un calentamiento y evaporación muy rápida del agua, generando una alta presión y con ello una gran explosión de vapor, agua, cenizas y piroclastos. Por lo general, en este tipo de erupciones no se producen coladas de lava.
Efectos de la erupción de un volcán
Así pues, las erupciones volcánicas son algunos de los fenómenos naturales más espectaculares de nuestro planeta y una impresionante muestra del poder de la naturaleza. Un poder capaz originar auténticos desastres naturales que en ocasiones suelen traducirse en la pérdida de numerosas vidas humanas. La peligrosidad de un volcán depende de la cercanía de las poblaciones humanas que se asienten cerca de ellos, y en este sentido, la erupción conocida con más víctimas mortales fue la tuvo lugar en el Monte Tambora en 1815, en la que fallecieron cerca de 60.000 personas. Entre los peligros que entrañan los volcanes podemos encontrar:
- *Explosiones: las explosiones producidas en una erupción pueden arrojar material volcánico de diferentes tamaños a grandes distancias provocando una lluvia de proyectiles sobre los terrenos circundantes.
- *Derrumbamientos: las erupciones volcánicas a menudo vienen acompañadas de ondas sísmicas y terremotos de diferente magnitud que pueden afectar a las construcciones humanas cercanas y producir derrumbamientos.
- *Coladas de lava: son flujos de roca fundida que arrasan todo lo que encuentran a su paso. Si bien son muy destructivas, salvo en el caso de las lavas muy fluidas, dado que avanzan muy lentamente, rara vez suponen un peligro para los seres humanos y animales.
- *Lahares o flujos de lodo: pueden producirse en periodos de erupción o bien de tranquilidad volcánica. Se trata de corrientes de lodo conformadas por fragmentos de roca volcánica y ceniza arrastrados por el agua de lluvia o de deshielo que discurren por las pendientes de un volcán. Dependiendo de la cantidad de agua y materiales evacuados pueden destruir todo lo que se encuentran a su paso y desplazarse hasta 200 kilómetros de distancia.
- *Avalanchas: en este caso no de nieve, si no de los escombros procedentes del derrumbe del edificio volcánico afectado por una erupción. Ocurren con poca frecuencia, pero cuando tienen lugar son fenómenos enormemente destructivos.
- *Nubes y lluvia de cenizas: la erupción de un volcán arroja a la atmósfera grandes cantidades de ceniza volcánica que posteriormente se depositarán en la tierra, a veces formando capas de varios centímetros de espesor. Estas cenizas pueden causar problemas respiratorios en personas y animales, afectar a la flora y cultivos impidiendo a las plantas realizar la fotosíntesis, o contaminando fuentes de agua. En las erupciones volcánicas de mayor magnitud, las cenizas depositadas en la atmósfera pueden llegar incluso a afectar al clima terrestre a nivel global.
- *Flujos piroclásticos: si los gases que emanan de un volcán no tienen la suficiente energía o la densidad adecuada para elevarse hacia la atmósfera, estos gases a altas temperaturas (de hasta 700 ºC) y que viajan a gran velocidad (de hasta 550 kilómetros por hora), pueden desplazarse ladera abajo del volcán calcinando todo lo que encuentran a su paso.
- *Emanación de gases: los gases emanados por un volcán suelen dirigirse y dispersarse rápidamente en la atmósfera. Una consecuencia de ello es la formación de lluvia ácida, la cual puede producir daño en los cultivos, por corrosión o por contaminación de fuentes de agua. No obstante, estos gases también pueden alcanzar grandes concentraciones en las partes bajas de un volcán o en zonas deprimidas, donde pueden producir numerosas muertes por intoxicación o asfixia.
- *Incendios: si la erupción de un volcán se produce en las inmediaciones o cercanía de un bosque, las altas temperaturas generadas suelen propiciar la expansión de incendios forestales añadiendo nuevas consecuencias al desastre.
- *Tsunamis: si una erupción volcánica tiene lugar bajo el agua también pueden producirse tsunamis asociados al vulcanismo. Estos pueden atender a dos procesos: bien debido a las fuertes explosiones producidas por el contacto entre el magma y el agua, o bien debido al hundimiento de una caldera volcánica submarina.
Erupción del volcán de Cumbre Vieja, en la isla de La Palma, Islas Canarias, España en 2021.
Medidas de seguridad
Como ha quedado claro, las erupciones volcánicas son muy peligrosas. En este sentido y como en tantos otros aspectos de la vida, la mejor mejor medida de seguridad para protegerse de los efectos de una erupción volcánica es la prevención, por lo que lo ideal sería evitar vivir en zonas que puedan ser afectadas por la actividad de un volcán, algo que puede hacerse atendiendo a los mapas de riesgo elaborados por diversas instituciones.
Sin embargo, por multitud de razones, esto no es siempre posible, y en la actualidad millones de personas en todo el mundo viven en zonas adyacentes y afectadas por volcanes. Es por ello que estos casos también existen algunas medidas de seguridad destinadas a mantener a la población a salvo. Entre ellas destacan:
- *La evacuación inminente de la zona afectada en caso de erupción, sobre todo en caso de que la erupción se produzca acompañada de lluvias.
- *Tratar de evitar las áreas bajas, las áreas a sotavento del volcán y los valles de los ríos cercanos a este.
- *Tener siempre preparada una mochila con los artículos necesarios para permanecer temporalmente fuera de la vivienda.
- *Estar al tanto de las noticias locales para conocer los informes de situación emitidos por las autoridades locales. En este sentido resulta muy útil tener siempre a mano una pequeña radio.
- *Si no fuera posible o necesaria la evacuación, es importante proteger tanto los ojos como los conductos respiratorios mediante el uso de gafas, mascarillas o un pañuelo húmedo.
- *También es recomendable el uso de ropa que cubra la mayor parte del cuerpo para evitar afecciones en la piel.
- *Evitar conducir en espacios alcanzados por las cenizas volcánicas, las cuales pueden obstruir los motores y atascar los vehículos.
- *Es importante cubrir los alimentos y fuentes de agua para evitar la contaminación a causa de la ceniza y sellar puertas, ventanas y chimeneas para evitar la entrada de la ceniza en las viviendas.
- *Si todas la personas están a salvo, se tienen animales y existe la posibilidad, lo ideal es llevarlos a refugios cerrados.
Erupciones volcánicas famosas
A lo largo de la historia se han producido multitud de erupciones volcánicas. Algunas de ellas cambiaron para siempre nuestro planeta, afectando al clima e incluso al conjunto de especies que en aquellos momentos habitaban en la Tierra, como la del supervolcán de Yellowstone. Sin embargo para encontrar erupciones de tal magnitud hemos de remontarnos centenares de miles de años en el tiempo.
Afortunadamente, en la historia reciente de la Tierra no se ha producido ninguna de estas enormes erupciones. De ser el caso, probablemente no nos encontraríamos aquí. Sin embargo, durante todo este tiempo sí que se han producido erupciones que por su gran magnitud o por sus devastadores efectos, serán recordadas por el resto de los tiempos. Estas son algunas de las erupciones volcánicas más famosas de la historia.
- *La erupción del Monte Tambora, del 10 de abril de 1815, fue una gran erupción de tipo ultrapliniana que alcanzó la magnitud 7 del índice de explosividad volcánica. Esta erupción es considerada la más grande de toda la era moderna. En ella fallecieron cerca de 60.000 personas. Pero lo más impresionante de esta erupción es que tuvo grandes consecuencias a nivel global, ya que la gran cantidad de cenizas que expulsó a la atmósfera provocó un cambio en la cantidad de radiación solar que llegaba a la Tierra, enfriando el clima hasta tal punto que el año posterior a su erupción, 1816, pasó a la historia como el año sin verano.
- *De las muchas erupciones del Monte Vesubio, un gran estratovolcán situado en el sur de Italia, la más famosa sin duda es su erupción del año 79 d.C., la cual engulló las ciudades de Pompeya, Herculano, Oplontis y Estabia. Se trata de uno de los volcanes más estudiados del mundo debido a las numerosas erupciones periódicas que ha exhibido durante los últimos 2.000 años. La erupción del año 79 se produjo en dos fases: una primera caracterizada por la expulsión de grandes cantidades de piedra pómez y cenizas, y una segunda y súbita fase de emisión de flujos piroclásticos que calcinó los alrededores provocando la muerte de cerca de 5.000 personas.
- *Erupción del Monte Santa Helena: la mañana del 18 de mayo de 1980 la explosión del Monte Santa Helena produjo una nube ardiente de gases, rocas y ceniza que calcinó bosques, prados y arroyos a 25 kilómetros del volcán. Se trata de una de las erupciones volcánicas más catastróficas del siglo XX. Su explosión fue también la mayor de todas las registradas en los Estados Unidos. En segundos, los gases emanados por el volcán derritieron glaciares centenarios y el agua hirviendo recorrió las laderas del volcán arrasando bosques enteros. Tras la erupción, la majestuosa cima del volcán desapareció por completo y una montaña de 2.956 metros altura menguó hasta los 2.560.
*Erupción del Monte Pelée del 8 de mayo de 1902 es considerada la erupción más mortífera de todo el siglo XX. En ella, y a causa de un único flujo piroclástico, fallecieron cerca de 30.000 personas de la inmediaciones, muchas de las cuales acudieron a refugiarse en la ciudad de Saint Pierre, en la isla de la Martinica, la cual, desgraciadamente, quedo prácticamente reducida a escombros.
- *La erupción del Monte Pinatubo del 15 de junio del año 91 fue la segunda erupción volcánica más grande del siglo XX. También, sin duda alguna, la más grande que ha afectado a una zona densamente poblada. La erupción produjo avalanchas de alta velocidad de ceniza y gas caliente y una nube de ceniza volcánica de cientos de kilómetros de diámetro y 34 kilómetros de altura. El mismo día, además, un tifón llamado Yunya golpeó la isla generando gigantescos flujos de lodos y ocultando en parte la verdadera magnitud de la erupción. El desastre causó la muerte de 847 personas, algo que podría considerarse un éxito rotundo dada la magnitud de la erupción y la gran cantidad de personas que vivían en los alrededores. Gracias a la evacuación de la zona durante los días previos pudieron salvarse decenas de miles de vidas.
Hablando de erupciones cataclísmicas, resulta imposible olvidarse de la erupción del Monte Krakatoa del 27 de agosto de 1883, una de las erupciones más poderosas jamás registradas en la historia reciente que tuvo lugar entre las islas de Java y Sumatra. Cuentan las crónicas de la época que la explosión producida por el volcán fue tan grande que se escuchó hasta a 4.500 kilómetros de distancia. En ella murieron cerca de 36.000 personas, y aunque se trató de una erupción muy violenta de tipo pliniana, se estima que la mayoría de fallecidos no se debieron a la propia erupción, si no a los grandes tsunamis con olas de hasta 30 metros que se sucedieron en la zona y a los que se achaca la muerte de al menos 31.000 personas.
Cráter del Monte Pinatubo tras la erupción de 1991
Aunque no todos están en erupción, existen aproximadamente unos 1.350 volcanes activos repartidos por todo el mundo. La historia ha demostrado en repetidas ocasiones que sus erupciones pueden resultar realmente catastróficas, tanto para los seres humanos como para otras muchas especies. Un claro ejemplo de ello es la erupción del volcán Krakatoa de 1833, en la que murieron 33.000 personas; o en la del Monte Tambora, que en el año 1815 acabó con la vida de 60.000 personas. La erupción del Monte Tambora, de hecho, fue una de esas erupciones volcánicas capaces de afectar al clima global. Tuvo grandes consecuencias a nivel planetario, ya que la gran cantidad de cenizas que expulsó a la atmósfera provocó un cambio en la cantidad de radiación solar que llegaba a la Tierra. Esto enfrió el clima hasta tal punto que el año posterior a su erupción, 1816, pasó a la historia como el año sin verano.
El manto terrestre, es decir, el corazón de magma fluido e incandescente de nuestro planeta y responsable en última instancia de la actividad volcánica, es un ente dinámico, por lo que resulta inevitable que tarde o temprano se vuelvan a producir grandes erupciones volcánicas con todos los peligros que entrañan. Pero además de todas las amenazas intrínsecas de un volcán, como las coladas de lavas, las explosiones, las coladas piroclásticas o las nubes de cenizas, entre otras, para calcular la peligrosidad de un volcán, es importante no fijarse únicamente en su naturaleza o en su historial eruptivo, sino que también se ha de introducir en la ecuación el número de personas a la que la propia erupción podría afectar.
En base a todos estos factores existen en la actualidad una serie de volcanes que, por su peligrosidad, el número de personas que viven cerca, y la posibilidad de que entren -o incluso se encuentren en estos momentos- en erupción, los vulcanólogos prestan una especial atención. La clasificación posiblemente variará según los expertos y los criterios a los que cada unos de ellos le den más importancia. Sin embargo, muchos de ellos estarán de acuerdo con que estos son algunos de los 12 volcanes más peligrosos del mundo:
Volcán Taal:
Volcán Taal, isla de Luzón. Filipinas.
El volcán Taal es uno de los volcanes más activos de Filipinas, y aunque topográficamente hablando no se trata de un volcán muy prominente, sus erupciones prehistóricas han cambiado en repetidas ocasiones el paisaje del suroeste de Luzón y provocado numerosas víctimas mortales a lo largo de la historia. El Taal posee una caldera llamada Talisay repleta de magma y en la que se han producido 4 erupciones de magnitud 4 en el índice de explosividad volcánica en los últimos 200 años. También una erupción de magnitud 5 en los últimos 5.500 años. Todo ello, unido a que se encuentra rodeado de abundante agua que puede dar lugar a grandes erupciones explosivas y a que en sus inmediaciones hasta 24,8 millones de personas pueden verse afectadas por una de sus potentes erupciones, hacen del Taal uno de los volcanes más vigilados y potencialmente peligrosos del mundo.
Campo volcánico de Michoacan-Guanajuato:
Volcán Paricutín en el estado de Michoacán, México.
Se estima que las erupciones del volcán Santa María, en Guatemala, comenzaron hace unos 30.000 años. Sin embargo, en lo que respecta a la historia reciente el entró por primera en erupción de forma abrupta en el año 1902 ante la incredulidad de los lugareños, pues desconocían que se encontraban viviendo a los pies de un volcán. La erupción fue tan grande que, de hecho, quedo registrada como unas de las 3 mayores de todo el siglo XX. En ella la columna de ceniza alcanzó los 28 kilómetros de altura, una montaña de cerca de 3.772 metros de altitud vio como se derrumbó gran parte de una de sus laderas y cerca de 6.000 personas perdieron la vida más. Un par de décadas más tarde, en 1922 una nueva erupción formó el que en la actualidad es el respiradero más conocido del Santa María, el volcán Santiaguito, el cual desde entonces ha permanecido en erupción permanente y es observable desde la antigua cima del primero, dando lugar a una vista única en el mundo.
Monte Merapi:
Monte Merapi, Yogyakarta, Indonesia
El monte Merapi, uno de los volcanes más activos de Indonesia, ha estado en erupción durante siglos y se encuentra en una de las áreas más densamente pobladas del mundo, dominando el paisaje al norte de la ciudad de Yogyakarta. Además, su largo historial de grandes episodios eruptivos ha venido acompañado en numerosas ocasiones de flujos piroclásticos, lahares, explosiones plinianas o avalanchas de bloques incandescentes. Se trata del volcán más joven y meridional de una cadena volcánica muy activa y cuyas principal amenaza, los flujos pirocásticos, pueden extenderse por amplias zonas afectando hasta a 24 millones de personas, algo muy a tener en cuenta ya que su última erupción se ha producido en el año 2022.
Monte Nyiragongo:
El Nyiragongo es, para muchos, el volcán más peligroso del planeta.
El monte Nyiragongo es un estratovolcán activo de 3.471 metros de altitud situado en las montañas Virunga, en la República Democrática del Congo. Se trata sin duda de uno de los volcanes más notables de todo el continente africano: un volcán entre volcanes. Por ejemplo, sus empinadas laderas contrastan con el perfil bajo de su vecino, el volcán de escudo Nyamuragira y además se superpone a otros dos estratovolcanes más antiguos, el Baruta y el Shaheru. Se trata de un volcán caracterizada por coladas de lava fluida tal y como se constató en el año 1977, en el cual el lago de lava situado en el cráter de su cumbre se drenó catastróficamente por sus flancos exteriores.
El lago de lava del Nyiragongo, ha sido considerado el lago de lava más voluminoso conocido en la historia reciente. La última vez que entró en erupción fue en el año 2021, desplazando en esta ocasión a más de 400.000 personas de sus hogares. Se trata de un volcán muy vigilado a la par de peligroso por su capacidad para borrar del mapa a la ciudad de Goma, situado en sus laderas y en la cual habitan cerca de 700.000 personas.
Volcán Krakatoa:
Volcan krakatoa
El volcán Krakatoa, es un volcán de caldera situado en el estrecho de Sunda, entre las islas de Java y Sumatra, famoso por la violenta erupción ocurrida en el año 1883. Esta fue tan poderosa que se escuchó en lugares tan lejanos como Nueva Zelanda y el oeste de Australia. Considerada la segunda erupción más grande que ha tenido lugar en Indonesia durante los últimos 10.000 años, causó más de 36.000 muertes, la mayoría como resultado de devastadores tsunamis que barrieron las costas adyacentes de Sumatra y Java. Se trata de un volcán muy activo y la última vez que entró en erupción fue el 5 de febrero de 2022. Por su historia reciente, el Anak Krakatau, como es conocido localmente en Indonesia, es considerado por muchos uno de los volcanes más peligrosos del mundo.
Monte Agung:
El cráter del Monte Agung
El estratovolcán Agung es la montaña más alta y sagrada de Bali, en Indonesia y está ubicado en una región con una población de aproximadamente cuatro millones de personas. Aunque se encuentra en erupción de manera casi continua, la última gran erupción de este estratovolcán tuvo lugar en el año 1963, y fue una de las erupciones más devastadoras en la historia del país: duró 11 meses y produjo una peligrosa lluvia de cenizas y flujos piroclásticos que provocaron más de 1000 muertes.
Monte Vesubio:
Monte Vesubio
El monte Vesubio ha sido un amenaza constante desde que entrara en erupción en el año 79 sepultando por completo la ciudad de Pompeya y alcanzando las poblaciones de Herculano y Estabia. De hecho, durante los últimos 17.000 años, este volcán compuesto ha exhibido 8 grandes erupciones explosivas de tipo pliniano que fueron acompañadas de grandes flujos piroclásticos. Su última erupción tuvo lugar en 1944 y según los expertos, una nueva erupción explosiva como la que tuvo lugar en el año 79 podría poner en peligro la vida de hasta 6 millones de personas.
Volcán Kilauea:
Volcán Kilauea, Hawaii
El Kilauea es un volcán de escudo situado en la Isla Grande de Hawái y uno de los muchos que están activos en la actualidad en el archipiélago. De hecho se encuentra superpuesto con el flanco este de otro de los volcanes más conocidos de Hawái, el Mauna Loa. El Kilauea ha estado activo de varias maneras diferentes, por ejemplo entre los años 2008 y 2018, su cráter albergó un activo lago de lava que mantuvo erupciones de un modo casi constante en los respiraderos en su flanco este. En 2018, sin embargo, la actividad del volcán se desplazó hacia otra parte del mismo, propiciando la destrucción de varios pueblos.
Volcán Popocatépelt:
Volcanes Popocatepetl y Iztaccíhuatl
El Popocatépelt es un estratovolcán activo en la actualidad cuya última erupción se produjo en el año 2022, pero que en los últimos 500 años has registrado 18 erupciones. Se trata del segundo volcán más alto de México, presenta una forma cónica simétrica y también glaciares perennes cerca de la boca de su cráter, lo que supone una amenaza adicional. Los vulcanólogos llevan años estudiando este volcán, y uno de los aspectos que lo hacen más peligroso es que, en caso de entrar en erupción de forma intensa la lava podría surgir tanto desde su cráter como desde las múltiples fisuras que rodean al volcán, por lo que resulta un volcán tremendamente impredecible. El otro gran aspecto importante respecto a su peligrosidad es que se encuentra situado a tan solo 40 kilómetros de Ciudad de México, donde habitan casi 9 millones de personas.
La Caldera Aira:
Volcán Sakurajima
La caldera Aira, es una gran caldera volcánica que se encuentra al sur de la isla Kyūshū, en Japón, que entró por primera vez en erupción hace unos 22.000 años y que ha contado con más de media docena de erupciones de gran intensidad en los últimos 10.000 años, durante el Holoceno. De esta enorme caldera se alimentan diversos volcanes, entre los que se encuentra el volcán japonés Sakurajima, uno de los más activos del país y el cual ha mostrado numerosas erupciones recientes. Por otro lado, las erupciones de la caldera de Aira se caracterizan por tener grandes flujos piroclásticos, pero el mayor peligro que representa es que en su zona de influencia, o en los 100 kilómetros a la redonda desde el centro de la caldera, residen hasta 2,6 millones de personas.
La Caldera de Yellowstone:
Gran Géiser Prismático, Parque Nacional de Yellowstone
Si hay un volcán que sin duda pueda alzarse con el título del volcán más peligroso del mundo, ese es el Volcán de Yellowstone. Esto es así por que más que de un volcán, se trata de un supervolcán. Tal y como se explica en este detallado artículo sobre el supervolcán de Yellowstone, los volcanes forman montañas; los supervolcanes las aniquilan. Los volcanes arrasan la flora y la fauna en varios kilómetros a la redonda pero los supervolcanes pueden causar la extinción de toda una especie al inducir cambios climáticos a escala planetaria.
El campo volcánico de la meseta de Yellowstone se ha desarrollado en 3 ciclos volcánicos que abarcaron 2 millones de años y que incluyeron algunas de las erupciones conocidas más grandes de la historia de nuestro planeta. El primer ciclo tuvo lugar hace unos 2,1 millones de años y creó una caldera de más de 75 kilómetros de largo bautizada como caldera de Island Park. El segundo ciclo concluyó con la erupción de Mesa Falls Tuff, hace alrededor de 1,3 millones de años formando una caldera de 16 kilómetros. La última gran erupción del volcán tuvo lugar hace 640.000 años. Hoy en día Yellowstone acoge uno de los sistemas hidrotermales más grandes del mundo, incluida la mayor concentración de géiseres de la Tierra. No se sabe cuando volverá a entrar en erupción, pero cuando lo haga, probablemente cambie para siempre la vida en nuestro planeta.
2 comentarios:
Es verdad que lo son
Es bueno me gustó
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