10 de Noviembre de 2022
A lo largo de los últimos 60 años, el Observatorio Europeo Austral (ESO) ha permitido a la comunidad científica de todo el mundo descubrir los secretos del Universo. Marcamos este hito trayéndoles una nueva y espectacular imagen de una fábrica de estrellas, la nebulosa del Cono, tomada con el Very Large Telescope (VLT) de ESO.
El 5 de octubre de 1962, cinco países firmaron el acuerdo para crear ESO. Ahora, seis décadas después y con el apoyo de 16 Estados Miembros y socios estratégicos, ESO reúne a personal científico e ingeniero de todo el mundo para desarrollar y operar avanzados observatorios terrestres en Chile que permitan llevar a cabo descubrimientos astronómicos innovadores.
Con motivo del 60 aniversario de ESO, estamos lanzando esta nueva y extraordinaria imagen de la nebulosa del Cono, captada a principios de este año con uno de los telescopios de ESO y seleccionada por el personal de ESO. La imagen forma parte de una campaña que marca el 60 aniversario de ESO y que se llevará a cabo a finales de 2022, tanto en las redes sociales bajo el hashtag #ESO60years, como con eventos locales en los Estados Miembros de ESO y otros países.
En esta nueva imagen, en el centro, vemos el pilar de siete años luz de tamaño de la nebulosa del Cono, que es parte de la región de formación estelar NGC 2264 y fue descubierto a finales del siglo XVIII por el astrónomo William Herschel. En el cielo, esta nebulosa en forma de cuerno se encuentra en la constelación de Monoceros (el unicornio), un nombre sorprendentemente apropiado.
Ubicada a menos de 2500 años luz de distancia, la nebulosa del Cono está relativamente cerca de la Tierra, lo que hace que sea un objeto bien estudiado. Pero esta visión es más espectacular que cualquier otra obtenida antes, ya que muestra la apariencia oscura, impenetrable y turbia de la nebulosa de una manera que nos recuerda a una criatura mitológica o monstruosa.
La nebulosa del Cono es un ejemplo perfecto de las estructuras en forma de pilar que se desarrollan en las nubes gigantes de polvo y gas molecular frío, conocidas por crear nuevas estrellas. Este tipo de pilar surge cuando las estrellas azules brillantes masivas recién formadas emiten vientos estelares y una intensa radiación ultravioleta que expulsa el material de su vecindad. A medida que este material se distancia, el gas y el polvo más alejados de las estrellas jóvenes se comprimen en estructuras densas, oscuras y altas en forma de pilar. Este proceso ayuda a crear la oscura nebulosa del Cono, que señala en dirección contraria a las estrellas brillantes de NGC 2264.
En esta imagen, obtenida con el instrumento FORS2 (FOcal Reducer and low dispersion Spectrograph 2, reductor focal y espectrógrafo de baja dispersión), instalado en el VLT de ESO, en Chile, el gas de hidrógeno se representa en azul y el gas de azufre en rojo. El uso de estos filtros hace que las estrellas azules brillantes, que indican la reciente formación estelar, parezcan casi doradas, destacando contra el cono oscuro como bengalas.
Esta imagen es solo un ejemplo de las abundantes e impactantes observaciones que los telescopios de ESO han realizado en los últimos 60 años. Si bien esta se obtuvo con fines divulgativos, casi todo el tiempo de telescopio de ESO se dedica a observaciones científicas que nos han permitido captar la primera imagen de un exoplaneta, estudiar el agujero negro en el centro de nuestra galaxia y encontrar pruebas de que la expansión de nuestro Universo se está acelerando.
Sobre los cimientos de nuestros 60 años de experiencia en el desarrollo, descubrimiento y cooperación en astronomía, ESO continúa construyendo nuevos retos para la astronomía, la tecnología y la colaboración internacional. Con nuestras instalaciones actuales y el próximo Telescopio Extremadamente Grande (ELT) de ESO, seguiremos abordando las preguntas más importantes de la humanidad sobre el Universo y permitiendo descubrimientos inimaginables.
Información adicional
Esta imagen fue creada como parte del programa Joyas cósmicas de ESO, una iniciativa de divulgación para producir imágenes de objetos interesantes, enigmáticos o visualmente atractivos utilizando telescopios de ESO, con un fin educativo y divulgativo. El programa hace uso de tiempo de telescopio que no puede utilizarse para observaciones científicas. Los datos recopilados también pueden ser adecuados para fines científicos y se ponen a disposición de la comunidad astronómica a través del archivo científico de ESO.
El Observatorio Europeo Austral (ESO) pone a disposición de la comunidad científica mundial los medios necesarios para desvelar los secretos del Universo en beneficio de todos. Diseñamos, construimos y operamos observatorios de vanguardia basados en tierra -utilizados por la comunidad astronómica para abordar preguntas emocionantes y difundir la fascinación por la astronomía- y promovemos la colaboración internacional en astronomía. Establecida como organización intergubernamental en 1962, hoy ESO cuenta con el apoyo de 16 Estados Miembros (Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza), junto con Chile, país anfitrión, y con Australia como socio estratégico. La sede de ESO y su planetario y centro de visitantes, el ESO Supernova, se encuentran cerca de Múnich (Alemania), mientras que el desierto chileno de Atacama, un lugar maravilloso con condiciones únicas para observar el cielo, alberga nuestros telescopios. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope junto con su interferómetro VLTI (Very Large Telescope Interferometer), así como dos telescopios de rastreo: VISTA, que trabaja en el infrarrojo, y el VST (VLT Survey Telescope, Telescopio de Rastreo del VLT), que rastrea en luz visible. También en Paranal, ESO albergará y operará el Cherenkov Telescope Array South, el observatorio de rayos gamma más grande y sensible del mundo. En Chajnantor, junto con socios internacionales, ESO opera APEX y ALMA, dos instalaciones que observan los cielos en el rango milimétrico y submilimétrico. En Cerro Armazones, cerca de Paranal, estamos construyendo "el ojo más grande del mundo para mirar el cielo": el Telescopio Extremadamente Grande de ESO (ELT, Extremely Large Telescope). Desde nuestras oficinas en Santiago (Chile), apoyamos el desarrollo de nuestras operaciones en el país y nos comprometemos con los socios chilenos y con la sociedad chilena.
Las traducciones de las notas de prensa de ESO las llevan a cabo miembros de la Red de Divulgación de la Ciencia de ESO (ESON por sus siglas en inglés), que incluye a expertos en divulgación y comunicadores científicos de todos los países miembros de ESO y de otras naciones.
El nodo español de la red ESON está representado por J. Miguel Mas Hesse y Natalia Ruiz Zelmanovitch.
Enlaces
- Más información sobre la campaña del 60 Aniversario de ESO
- Fotos del VLT
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