lunes, 1 de septiembre de 2025

Una estrategia que salió fatal: Cuando Mao Tse Tung declaró la guerra a los gorriones y provocó una hambruna masiva: “Campaña de las Cuatro Grandes Plagas”.

 Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., la Revista National Geographic, nos entrega un reportaje; que 1,958, el líder comunista chino Mao Tse Tung, dio órdenes para el exterminio de cuatro plagas: Mosquito, Moscas, Gorriones y Ratas; los campesinos creyendo en la política del "Gran Timonel", salieron en masa a los campos y arrasaron con las manadas de gorriones molineros, matándolos, y con ruidos de uso doméstico como tocando con fierros a ollas y sartenes, que impedían que las aves se posen para descansar, originando su agotamiento y caían muertos desde el aire, esta cruel matanza originó la abundancia de langostas y otros insectos dañinos arruinando las cosechas de los granos con malas cosechas y provocó la hambruna de las poblaciones chinas muriendo millones de individuos. tal como dice el refrán: "La Medicina resultó peor que la enfermedad" o "Es peor el remedo que la enfermedad"  ,,,, ,,,,, siga leyendo........

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/cuando-mao-tse-tung-declaro-guerra-a-gorriones-y-provoco-hambruna-masiva_24347?utm_source=indigitall&utm_medium=push&utm_campaign=trafico

En 1958, Mao Tse Tung lanzó una campaña para exterminar a los gorriones, convencido de que eran culpables de arruinar las cosechas chinas. El plan salió tan mal que desató una plaga mucho peor que la que quería evitar.

Mao Tse Tung ordenó en 1,958, el exterminio del mosquito, mosca, gorriones y ratas


Abel G.M.
Abel G.M.

Periodista especializado en historia, paleontología y mascotas



El gorrión molinero fue el objetivo más destacado de esta campaña.
Wikipedia.


Grupo de gorriones sobre las ramas de un árbol. 
Wikipedia.


Crioceris asparagi (una plaga hortícola), es una de las presas favoritas del gorrión molinero. 
https://es.wikipedia.org/wiki/Passer_montanus 
Wikipedia.


Mao proclamando la creación de la República Popular China el 1  de octubre de 1949 en la Puerta de Tian'anmen.
https://es.wikipedia.org/wiki/Mao_Zedong


A finales de la década de 1950, China vivía una etapa de transformación radical bajo el liderazgo de Mao Zedong. El Gran Salto Adelante, iniciado en 1958, pretendía modernizar la agricultura e industria del país a un ritmo vertiginoso. Dentro de este plan, Mao impulsó una iniciativa llamada “Campaña de las Cuatro Grandes Plagas”, que tenía como objetivo eliminar cuatro animales que consideraba amenazas directas para la salud y el bienestar del pueblo: mosquitos, moscas, ratas y gorriones.





El razonamiento detrás de esta última elección parecía, sobre el papel, estratégico. Los gorriones se alimentan de granos y semillas, y Mao estaba convencido de que esta ave era responsable de consumir grandes cantidades de cereal al año. Según los cálculos oficiales, si se exterminaban, se ahorrarían toneladas de grano que podrían alimentar a millones de personas. El Partido Comunista movilizó a toda la población en una auténtica guerra contra varias especies, en particular el gorrión común. Pero la campaña resultó en un desastre, tanto a nivel ecológico como económico.

De la matanza a la hambruna

Las imágenes de la época son impactantes: millones de chinos armados con palos, arados e incluso tirachinas salían a los campos para espantar y matar a las aves. Una táctica popular consistía en hacer ruido sin parar con utensilios de cocina para asustar a los gorriones y que estos no pudieran posarse a descansar, provocando que murieran de agotamiento y cayeran del cielo. Se destruían nidos, se rompían huevos y se mataba a los polluelos. En cuestión de meses, la población de gorriones en muchas zonas cayó drásticamente. 
Pero lo que Mao y sus asesores no habían previsto era el papel ecológico fundamental de estos pájaros. Los gorriones no solo comen granos: su dieta incluye enormes cantidades de insectos, especialmente langostas y orugas que atacan los cultivos. Con la drástica reducción de aves, las poblaciones de insectos se dispararon. Las langostas, debido a la caída repentina de depredadores naturales, se reprodujeron sin control y devoraron campos enteros de trigo, arroz y maíz. 

Así, el remedio resultó mucho peor que la supuesta enfermedad. La plaga de insectos agravó una crisis alimentaria que ya se estaba gestando por las malas políticas agrícolas del Gran Salto Adelante, como la colectivización forzada y técnicas poco realistas de cultivo. Entre 1959 y 1961, China sufrió la Gran Hambruna, en la que murieron decenas de millones de personas. Aunque no fue causada únicamente por la ausencia de gorriones, la decisión de exterminarlos contribuyó de forma decisiva al colapso de las cosechas.

Consciente del desastre, el gobierno chino tuvo que rectificar. En 1960, Mao suspendió la persecución de gorriones y los sustituyó en la lista de plagas por los escarabajos. Incluso se llegó a importar gorriones desde la Unión Soviética para repoblar las zonas más afectadas. Pero el daño ya estaba hecho: la “guerra contra los gorriones” se convirtió en un ejemplo mundial de cómo una mala comprensión de los ecosistemas puede tener consecuencias catastróficas.

Por supuesto, Mao nunca reconoció públicamente que la campaña contra los gorriones hubiese sido un error. Las fuentes de la época, incluidas memorias de testigos y documentos desclasificados, indican que era consciente del problema y aceptó dar marcha atrás, pero nunca asumió su responsabilidad personal.

Se habló de “errores en la interpretación científica” y se culpó a expertos y funcionarios intermedios que habrían aconsejado mal, en lugar de señalar directamente al “Gran Timonel” o al Partido Comunista. Este tipo de maniobra era habitual en la China maoísta: cuando una política fallaba, se buscaba un chivo expiatorio en rangos medios, protegiendo la imagen del líder y del partido.

Hoy, este episodio es recordado como uno de los errores más graves de la gestión maoísta, y una advertencia sobre los riesgos de intervenir en la naturaleza sin entender todas sus conexiones. La lección es clara: en los delicados equilibrios ecológicos, eliminar una pieza puede hacer que todo el sistema se derrumbe.

NATIONAL GEOGRAPHIC
Guillermo Gonzalo Sánchez Acutegui
ayabaca@gmail.com

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