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domingo, 12 de abril de 2020

ORÍGENES DEL SEÑOR DE SIPÁN : Capítulo XXI.- Chonkik; ordenó llevar a la vivienda del señorío en nacimiento, la manada íntegra de venados que se lograron cazar..

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con el relato de los : Orígenes del Señor de Sipán., Chonkik, quien ya había llegado a los 40 años de edad, por lo que estaba acercándose casi a los límites de la vida que él tendría, y gracias al sueño que tuvo comunicándose con los dioses que auspician la vida; le ordenaron que favorezca unir a su hijo Siekik con la bella joven Nassanchak, para asegurar la existencia del señorío aún en nacimiento en el tiempo y el espacio.


Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue:  El Señor Chonkik, detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente  un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia: Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I. Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA- INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Renkik, quien era el capitán mayor del ejército de vasallos; después de haber repartido chicha de jora de maíz, los convocó para salir a las alturas en terrenos colindantes de los que fueron de Monkik; cuyo objetivo era cazar venados y cosechar los cultivos en los terrenos de Monkik, se dio la orden de partida, siendo la cabeza Renkik, que encaminó por el sendero que los llevará hasta el puente provisional que construyó Chonkik.
Al llegar a la corriente torrentosa que fue días atrás, ya no existía el nivel de agua, era tan solo un hilo de agua cristalina, todos cruzaron por el vado y al otro lado empezó la subida, que si no era empinada, pero si era una larga cuesta hacia arriba.
Chonkik y su hijo Siekik, partieron últimos, como quien protegiendo la retaguardia, al llegar al río; él fue hasta observar su puente que improvisó, allí pudo ubicar el tronco de un viejo árbol de algarrobo, en cuyas ramas secas se paraba (sentaba) el búho de la suerte (Pucu nikosäk ærô), que lo animaba con sus ululares anticipándole lo que haga o se prepare contra un posible ataque de sus rivales.
Chonkik, estando allí junto a su hijo Siekik, le dijo:
--- Siekik, para ser jefe de personas, hay que tener mucha sabiduría para ayudarlos cuanto más te necesitan, y si tienes inconvenientes como cruzar una corriente torrentosa de agua, tienes que arriesgar tu vida, dando tu iniciativa ya que ellos te observan. ¿Qué vas hacer para salvarlos? Como en este caso del vado; pues, observé el tronco del árbol al otro lado y le eché lazo y eso fue todo; los dioses te ayudan, pero tu tienes la solución aplicando tu decisión precisa y sabia, para que sea la más correcta.
Chonkik, hizo una pausa y agregó:
--- Nosotros nos hemos quedado atrás para cubrir la retaguardia; nuestro Capitán Renkik, encabezó la partida, pero tuvo un lamentable error, por que descuidó la parte trasera, son cosas que jamás debe permitirse por que por allí te pueden atacar sus enemigos, por eso hijo a propósito me quedé contigo para que aprendas; vamos a seguir detrás de ellos y observaremos desde lejos, como se distribuyen para la caza de los venados, y quisiera conocer : ¿Qué habilidad tienen los 10 hombres últimos? Que dijeron que son buenos cazadores de venados.
El día estaba completamente iluminado con cierto calor, que lo bañaba con sus rayos el dios de la iluminación (El Sol), los vasallos avanzaban cuesta arriba, y cuando se acercaban a las explanadas (pampas), Renkik, detuvo la marcha y desde esa posición pudo observar que habían muchos venados pastando, por lo que aprovechando del multilingüe Monkik y dirigiéndose al que hacía de traductor del grupo de los 10 hombres, le dijo:
--- Mira hacia arriba en dirección a la pampa, hay una manada de venados, son muchos que superan contar dos veces los dedos de las manos (seguramente unos 30 rumiantes), vamos a cazarlos, pero solamente machos, hembras viejas y algunos jóvenes, se dejará al macho reproductor y a las hembras con crías y las que  tienen por que pueden estar preñadas, pues así aseguramos la reproducción de los venados en la naturaleza.
Renkik, hizo una pausa y agregó:
--- Como ustedes nos dijeron que son buenos cazadores, apliquen las enseñanzas de la caza, siguiendo mis indicaciones, por que la caza es una actividad aprobada por los dioses para vivir, pero con prudencia.
Entonces, Renkik ordenó a Monkik y su gente más unos vasallos para que cosechen los sembradíos que él cultivó; y él se quedó con los cazadores, ellos seguían avanzando hasta que llegaron a los límites de la gran pampa y desde ese lugar observaron una gran manada de venados, seguramente se llegaba a unos 40 rumiantes; nunca antes se vio tal cantidad de venados, era un regalo de los dioses de la abundancia.
Todos los cazadores escondidos para evitar ser detectados por los rumiantes, ellos alistaron sogas y redes de cabuya para formar un cerco y evitar la huida de los venados; pero no había mucha gente y tampoco se podría acorralar a los venados, pero jefe de los cazadores tenía un as debajo del sobaco, que consistía en dar gritos y salir corriendo en dirección a la manada, que originaría una confusión momentánea de los rumiantes, justo era lo que sabían los cazadores y así lo hicieron descubriéndose para asustar a los venados, que viéndose desorientados y tratando de escapar, partieron en todas las direcciones.


Aquí en la imagen observamos una recreación tal como se usaban, los métodos para la caza de los venados(Chuch), que la utilizó Chonkik y sus vasallos en territorios de los Monkik que en esa entonces eran sus enemigos.
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.


Los hombres cazadores con sogas y redes impidieron la huida, originando desesperación de los rumiantes, que viéndose perdidos se juntaron formando un grupo compacto, sabia experiencia de los cazadores de venados.
Los cazadores siguieron acorralándolos a los rumiantes y como eran muchos se corría el riesgo de fuga rompiendo el cerco humano, por lo que abrieron un espacio en dirección al hoyo natural que comunicaba con la hoyada sin posibilidad de escapar por que el frente eran paredes rocosas empinadas, justo el mismo lugar donde se cazó días anteriores.
Los animales completamente asustados buscando una salida para huir, cayeron en la trampa al meterse al hueco de la hoyada y la barrera humana con sogas y redes los atraparon a todos.
Era una gran manada, los cazadores siguiendo las instrucciones de Renkik, iban a comenzar la selección; pero llegó Chonkik con su hijo Siekik, quien observando  a los animales, se acercó a Renkik y le informó lo que había decidido. Chonkik le escuchó, pero entendió que si bien se tendía asegurar la continuación de la especie; pero nadie les aseguraba que los que se dejaban libres, serían cazados por otras tribus o por la misma naturaleza con los pumas o  zorros y ordenó implorando a los dioses, dijo:
--- Oh Bendecidos Dios de la Abundancia, por habernos dado esta manada de venados, los llevaremos todos a nuestra morada, serán guardados en corrales y desde allí escogeremos a los que sacrificaremos y los demás serán mantenidos con forrajes que abundan en los campos, utilicen todas las sogas y redes para asegurar cada venado y luego lo halaremos cuesta abajo.
Todos los vasallos presentes allí, quedaron sorprendidos por la sabia decisión de Chonkik, por que efectivamente muy raras veces se juntaban numerosas cantidades de venados, y siguiendo las ordenes todos los vasallos echaron lazo a cada rumiante y de inmediato comenzaron a halarlos cuesta abajo, algunos eran renuentes no cedían y no se movían, pero como la bajada favorecía al impulso; pues, a empujones cedieron a caminar.
Mientras tanto, en los terrenos cultivados de Monkik, seguía la cosecha con abundancia de yucas, camotes, sambumbas y menestras; pero si se tuvo la sabia enseñanza de no malograr a las plantas que aún no había madurado, luego recogieron los productos en bolsas de telas y cada hombre cargaba con su bulto a las espaldas.
Seguramente, eran las 16 horas del día, ya se anunciaba que muy pronto llegará el anochecer, todo el ejército de vasallos estaban llegando a los terrenos planos próximos a la vivienda.
Chonkik y su hijo Siekik; se habían adelantado para elegir un bosque donde cortarían los postes para hacer los corrales y vaya que encontraron un frondoso bosque cubierto de algarrobos que habían crecido derechos favoreciendo su utilización y ordenó a su hijo Siekik:
--- Hijo, ve al almacén y saca todas las herramientas cortantes para maderas..................
Continuaremos....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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