Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., la revista National Geographic, nos alcanza un reportaje sobre las complejas redes sociales entre los gorilas de montaña, realizados por la Fundación Dian Fossey; que según estos estudios realizados por largos años, los primates se ven afectados por el tamaño del grupo del que forman parte, también se logrado conocer que cuanto más grande es el grupo más débiles son los lazos que se establecen entre sus integrantes.
NATIONAL GEOGRAPHIC.- narra: "...........La investigación llevada a cabo por la Fundación Dian Fossey en colaboración con científicos con la Universidad de Exeter, estudió durante 12 años las relaciones establecidas entre 13 comunidades distintas de gorilas, identificando hasta siete categorías en los tipos de relación que pueden establecerse en estas y que pueden variar desde el estrecho vínculo desarrollado entre madre e hijo, hasta asociaciones de índole mucho más débil.
Efectivamente,
al igual que los seres humanos, la mayoría de los primates hacen gala
de un complejo comportamiento social. En este sentido, uno de los
objetos de investigación más interesantes de la antropología se centra
en la naturaleza del vínculo entre individuos de una misma especie, de
cuyo estudio se desprende que el número de relaciones efectivas
que un primate puede establecer con sus propios congéneres está
directamente relacionado y limitado por el volumen de la corteza
cerebral. Esto sugiere que para cada especie existe un límite
de relaciones efectivas que viene determinada por el tamaño del
neocórtex y que por ejemplo, según el antropólogo Robin Dumbar, para los seres humanos se sitúa en las 150....................."
https://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/gorilas-montana-sl_15779
Las relaciones sociales entre gorilas de montaña se ven afectadas por el tamaño del grupo del que forman parte. Según un nuevo estudio de la Fundación Dian Fossey, cuanto más grande es un grupo, mas débiles son los lazos que se establecen entre sus integrantes
Gorilla beringei beringei
Foto: Dian Fossey Gorilla Fund
Héctor Rodríguez
Un nuevo estudio titulado "Comparing measures of social complexity: larger mountain gorilla groups do not have a greater diversity of relationships." publicado esta semana en PNAS, ahonda en los tipos y la calidad de las relaciones establecidas en las sociedades de gorilas de montaña -Gorilla beringei beringei- del Parque Nacional de los Volcanes, en Ruanda.
La investigación llevada a cabo por la Fundación Dian Fossey en colaboración con científicos con la Universidad de Exeter, estudió durante 12 años las relaciones establecidas entre 13 comunidades distintas de gorilas, identificando hasta siete categorías en los tipos de relación que pueden establecerse en estas y que pueden variar desde el estrecho vínculo desarrollado entre madre e hijo, hasta asociaciones de índole mucho más débil.
Efectivamente,
al igual que los seres humanos, la mayoría de los primates hacen gala
de un complejo comportamiento social. En este sentido, uno de los
objetos de investigación más interesantes de la antropología se centra
en la naturaleza del vínculo entre individuos de una misma especie, de
cuyo estudio se desprende que el número de relaciones efectivas
que un primate puede establecer con sus propios congéneres está
directamente relacionado y limitado por el volumen de la corteza
cerebral. Esto sugiere que para cada especie existe un límite
de relaciones efectivas que viene determinada por el tamaño del
neocórtex y que por ejemplo, según el antropólogo Robin Dumbar, para los seres humanos se sitúa en las 150.
Los gorilas de montaña generalmente viven en grupos
de 12 a 20 individuos, y es precisamente para grupos de este tamaño en
los que el estudio encontró una mayor riqueza y variedad de relaciones
sociales. Sin embargo, para comunidades cuyo número de
individuos quedaba por encima o por debajo de este rango, los
científicos comprobaron una degradación de las relaciones sociales. "A
menudo se asume que los animales que viven en grupos más grandes tendrán
vidas sociales más diversas y complejas", explica el doctor Robin Morrison, de la Fundación Fossey y el Centro de Investigación para el Comportamiento Animal de la Universidad de Exeter. "No obstante, nuestro
estudio sugiere que la diversidad social es menor en grupos muy grandes
donde los gorilas deben mantener una mayor cantidad de relaciones, y que la mayoría de estas relaciones decaen hasta situarse en la categoría más débil", añade.
"Todavía
existen fuertes relaciones sociales en los grandes grupos - que pueden
alcanzar hasta los 65 individuos- pero parecen constituir una proporción
menor de las relaciones totales" continúa el doctor. "No podemos decir
con certeza por qué es así, pero puede ser que los gorilas solo tengan suficiente tiempo y energía mental para mantener un cierto número de vínculos sólidos, por lo que se centran en sus relaciones clave y simplemente mantienen lazos débiles con los demás gorilas del grupo".
"Vivir en una comunidad social requiere de un gran esfuerzo
mental" prosigue Morrison, quien también aclara que: "de hecho, una de
las grandes ideas en la evolución de las sociedades humanas es que nuestra especie desarrollo grandes cerebros y un lenguaje complejo para lidiar con la creciente complejidad social".
La sociedad de los gorilas
Los
gorilas de montaña cohabitan en grupos sociales estables que se
desplazan y alimentan colectivamente durante el día y descansan juntos
durante la noche. Según el censo del Parque Nacional de los Volcanes, el
número de gorilas de montaña en el mismo ha aumentado notablemente en
los últimos años, lo que puede explicar por qué se han formado grupos
inusualmente grandes para la especie.
El estudio se sirvió de los datos de proximidad, es decir, de cuánto tiempo pasaban unos individuos junto a otros,
para medir las relaciones sociales entre los gorilas. En muchos
primates, la interacción social se puede medir por la cantidad de tiempo
que sus integrantes pasan acicalándose, sin embargo los gorilas le
dedican menos tiempo a esta actividad que otras especies. "Cuando hablamos de gorilas se trata más bien de con que individuos eligen sentarse y pasar el tiempo y de cuales se alejan lo que determina la calidad y proximidad de las relaciones", aclara Morrison.
En este sentido Lauren Brent,
profesora asociada de la Universidad de Exeter, nos da cuenta de la
gran variabilidad en el tipo de relaciones que se pueden establecer
entre los gorilas de montaña: "no solo observamos que en los grupos que
excedían cierto tamaño las relaciones eran menos diversas y más débiles,
también pudimos comprobar que, dentro del mismo grupo, existía una gran variabilidad entre las relaciones de sus integrantes,
y así algunos gorilas mostraban unas habilidades sociales mucho más
desarrolladas que otros". "Esto se suma a las evidencias de que en
cualquier sociedad animal, ya se trate de humanos, gorilas u otro tipo
de primate, no todos experimentan el mundo social de la misma manera".
Sexo y edad
Los investigadores también encontraron que la diversidad de las relaciones sociales que experimentan los gorilas como individuos también varía según la edad y el sexo. Así,
tanto machos como hembras experimentan una amplia gama de relaciones
cuando son jóvenes, que sin embargo cambia a medida que envejecen.
Mientras que las hembras mantienen una diversidad de relaciones relativamente constante durante la adolescencia y la edad adulta, estas
disminuyen rápidamente en los machos a medida que entran en la
adolescencia, alcanzando los niveles más bajos alrededor de los 14 años.
A esta edad es cuando los machos muestran muchas características de
madurez sexual, aunque todavía les falten algunos años para alcanzar la
completa madurez. Además, este es también el período en que los machos
deciden si abandonan o no el grupo en el que nacieron, por lo que a
veces pueden distanciarse socialmente del resto del grupo antes de su
partida definitiva. Si eligen quedarse, como lo hacen aproximadamente la
mitad de machos semi-adultos, entonces gradualmente construyen un
conjunto diverso de relaciones a medida que asumen roles sociales clave
entre los que se encuentran la protección del grupo, la procreación y el
cuidado de la descendencia.
Sobre gorilas y virus
"Todo
lo que hemos aprendido sobre los gorilas de montaña durante estos años
podría tener un gran impacto en el diseño de nuevas políticas de
conservación y futuros programas de protección y seguimiento la especie"
declara por su parte la también coautora del estudio, además de
presidenta y CEO de la Fundación Dian Fossey, la doctora Tara Stoinski, quien añade que "
los resultados de la investigación también podrían resultar muy útiles
para la limitar la propagación de enfermedades en sus poblaciones".
"Esto es realmente importante en este momento para los gorilas de
montaña porque la enfermedad es una de las principales amenazas para su
conservación. Los gorilas son susceptibles a muchas de las enfermedades
que afectan a los humanos, entre las que se incluyen el Ébola o la COVID, de la que ya sabemos que puede afectar a los grandes primates".
"Por ello, la vigilancia y protección a largo plazo de los
gorilas de montaña es crucial, no solo para su conservación, sino
también por lo que podemos aprender de esta especie inteligente y
altamente social acerca de como han evolucionado las relaciones y el
comportamiento en sociedades tan complejas como las nuestras", sentencia
Stoinsky.
NATIONAL GEOGRAPHIC
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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