Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con el relato de los: Orígenes del Señor de Sipán; cuando el señor Chonkik, había iniciado la ceremonia de bienvenida para su hijo Siekik, ya se sacrificaron 02 venados, incluso las cocineras preparan la comida; hubo una nueva ceremonia invocando a los dioses protección para el nuevo líder del dominio, su hijo Siekik que así lo determinó Chonkik en su evocación; incluso lo hizo extensivo para su pareja Nassanchak, y que él y su esposa Mokumac, estarán siempre protegiéndolos; repentinamente llegó el, "Búho de la suerte" (Pucu nikosäk ærô), ululando ante el señor Chonkik, quien le entendió ese lenguaje alaridos y le avisó que tribus vecinas iban atacar a la vivienda por el norte y el sur sitios cubiertos de vegetación, (en la parte exterior de la vivienda) se dispuso el inmediato movimiento de los vasallos guerreros a los lugares de la probable invasión o ataque....
Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue: El Señor Chonkik, detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia: Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I. Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA- INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020.
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.
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Entonces, Siekik se reúne con Renkik y Chamokik y llegó su padre Chonkik y los cuatro planearon la defensa de la vivienda; el medio ambiente aparentaba tranquilidad, sólo roto por el chirrido de las cigarras y lo grillos; incluso el "Búho de la suerte" (Pucu nikosäk ærô), desapareció ya que no se escuchaban sus ululares ni de otras aves nocturnas, era el silencio más peligroso, nadie comenta, la orden es guardar absoluto silencio para estar listos al inicio del ataque de los desconocidos.
Probablemente los atacantes pueden ser una tribu muy belicosa que se encuentra al frente de la vivienda del señor Chonkik, pero a muchas leguas de distancia, los separan cerros y pampas, algo parecido a los terrenos que fueron de Zankoc.
No se puede determinar si serán ellos, ya que están muy lejos aproximadamente a 04 horas caminando ligero; se desconoce su nombre, pero como hay muchos vasallos de diversas tribus, se recurrirá a Monkik, quien domina muchos dialectos y tanteando quien de los vasallos proviene de esas tribus.
Chonkik, dada su experiencia y conocimientos de los linderos de sus dominios, dijo:
--- Renkik, comunícate con Monkik, que identifique a un vasallo o varios, que hayan nacido cerca de todas esas tribus vecinas para conocer quien pretende atacarnos.
Renkik, acatando las ordenes fue hasta Monkik y le dio la orden del señor Chonkik; el traductor de inmediato se introdujo en el tumulto de los vasallos guerreros, pronunciando la pregunta en todos los dialectos, hasta que salió un guerrero que le respondió en el mismo lenguaje del dialecto, así:
--- Oh Señor, soy nativo de los dominios del señor Chamasachok, justo queda al frente (Noreste) de este lugar, ellos perdieron todos los cultivos por los aguaceros (lluvias copiosas de la Corriente del Niño) y su gente tiene hambre; tal vez, ellos sean quienes quieren atacar, yo salí de allí hace 02 diosas de la oscuridad (02 años), no sé que sucederá con mis parientes que viven allí.
Monkik, escuchó atentamente al guerrero, lo separó del grupo y lo llevó hasta donde estaba el señor Chonkik con los otros líderes y le dijo
---Oh Gran Jefe, este vasallo dice que seguramente los guerreros del dominio de Chamasachok, pueden ser los atacantes que han rodeado la vivienda, es una tribu que sufre hambre por efecto de los aguaceros, ellos no tienen comida y por esa razón atacan a los vecinos buscando que comer.
Chonkik, junto a su hijo Siekik y Chamokik; escuchó la información que descubrió Monkik, quien junto al guerrero, esperaban alguna reacción y fue justamente Siekik, quien dijo:
--- Ya tenemos identificada una tribu, pero no sabemos si son ellos, vamos a tenderles una trampa, en sus propias narices, ya que ellos nos están observando, por lo que tienen la ventaja de decidir el ataque, nosotros vamos a retroceder y colocarnos de nuevo en el centro del gran patio y desde allí esperaremos de que lugar viene el ataque sacándolos de sus escondites, quienes creerán que estamos desprotegidos y los recibiremos con nuestros guerreros.
Pero, Chonkik estuvo en desacuerdo refutando la estrategia de su hijo, así:
--- No hijo, al concentrarnos en el patio seremos presa fácil para los atacantes; más bien vamos a separar a un pequeño grupo que salgan gateando y rampando sobre el suelo por el camino de entrada y avancen hacia afuera para reconocer si hay atacantes y donde están, y no sacrificamos a nuestros guerreros. Por ninguna razón nos moveremos de las ubicaciones, y esperaremos con el grueso de los vasallos en el norte y el sur.
Instante que apareció nuevamente el "Búho de la suerte" (Pucu nikosäk ærô), ululando y señalando con aleteo que los invasores se habían movilizado detrás de la vivienda, que si bien no tiene las mismas facilidades para un ataque; pero, estar expuestos en la retaguardia era muy peligroso, por lo que tomó el mando Chonkik y ordenó a Chamokik, así:
--- Chamokik, toma unos 10 guerreros de los defensores del Norte y junto a ellos vayan a la retaguardia de la vivienda y exploren si hay enemigos.
Luego, se dirigió a Renkik y le ordenó:
--- Renkik, toma el mando de los guerreros del Sur y defiende con ellos el ataque del enemigo.
En seguida se dirigió a su hijo Siekik y le dijo:
--- Hijo, tu y yo iremos hasta los guerreros del Norte, que coincide con la ubicación de la tribu Chamasachok, ya no los esperaremos avanzaremos hasta darles alcance y enfrentarlos, ellos nunca esperarán un ataque directo de nuestra parte.
Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue el joven Siekik, hijo único del líder Chonkik I., se aprecia claramente que el joven tenía el porte, la talla y la pasta para ser el sucesor de lo que estaba construyendo su padre: El Nacimiento de un gran señorío.
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.
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Siekik, un joven lleno de energía y voluntad, siendo un gran guerrero tuvo que aceptar, que para ser un líder, hay que tener el don de la autoridad, experiencia, sabiduría, paciencia y sobretodo ser un estratega, adelantándose a los deseos ocultos del enemigo; tuvo que reconocer la sabiduría de su padre.
Cuanta razón tuvo Chonkik, por que efectivamente cuando exploraba Chamokik por detrás de la vivienda, él encontró unas sogas a medio amarrar por esa subida obligada para poder atacar desde esa posición; él con sus guerreros soltaron las sogas y avanzaron casi rodando para identificar o hacer frente, pero los supuestos atacantes huyeron.
Chonkik y su hijo Siekik; se acercaron al frente Norte, ya que habían menos guerreros, ellos llegaron y con señas azuzaron a los guerreros seguirlos, todos se tumbaron al suelo y avanzaron gateando y rampando, sabiendo que estaban en desventaja, por que no sabían quienes eran sus enemigos que seguro les estaban observando todos sus movimientos.
Entonces, sorpresivamente los atacantes salieron de sus escondites y con sus armas blandiendo en sus manos dando gritos anunciaron el ataque, que fue respondido levantándose los guerreros con Chonkik a la cabeza les hicieron frente, el primer choque fue de porra contra porra que chocaban en las cabezas y caían las primeras víctimas..
Chonkik, quien era un experto guerrero usando porras, se batió con 02 enemigos tumbándolos con certeros golpes a la cabeza, también le pasaban como zumbidos por sus oídos los vanos ataques de los enemigos; lo mismo hacía Siekik, quien siendo más joven y ágil se defendía a diestra y siniestra, la lucha era encarnizada y ningún bando cedía terreno, pero si lentamente iban avanzando los guerreros de Chonkik, era espectacular verlo pelear a él, aún siendo de avanzada edad, era el ejemplo para sus guerreros que por nada del mundo cedían terreno.
Ya se escuchaba el grito moribundo de las víctimas, aún el choque guerrero se mantenía parejo, era un combate cuerpo a cuerpo, los cadáveres de ambos lados ya eran unos bultos negros tumbados sobre el suelo; Siekik con su arma erguida siendo un diestro consumado ya había matado por lo menos a 05 de sus enemigos.
El combate en apariencia no cedía terreno, pero los muertos seguían cayendo y no del bando de Siekik, hasta que los atacantes comenzaron a retroceder dejando sus muertos abandonados; los guerreros bajo el mando de Chonkik se hicieron de la victoria, ya que finalmente los aún desconocidos atacantes abandonaron el campo de batalla y huyeron, la batalla había terminado.
Chonkik, junto a su hijo Siekik comenzaron a contar a sus guerreros, sólo faltaba 02 quienes murieron luchando, y del bando de los atacantes habían 13 muertos.
Chonkik, muy adolorido al haber perdido a dos de sus guerreros, agradecía a los dioses por haberle anticipado por medio del "Búho de la suerte" (Pucu nikosäk ærô), ya que sin ellos la masacre hubiese sido cuantiosa.
Siekik después de contar sus muertos con un grupo de sus valeroso guerreros, les siguieron por buen trecho a los enemigos que huyeron, pero no les dieron alcance y retrocedieron por que la noche se oscureció al cubrir con nubes negras a la diosa de la iluminación nocturna (La Luna); se encontró con su padre y también había llegado Chamokik con sus 10 guerreros que no llegaron a pelear.
Hubo una especie de "Consejo de Guerra" y decidieron dejar centinelas, no tocar los cadáveres enemigos y levantar a los dos guerreros muertos que resultaron ser los recién llegados de los terrenos de Zankoc, ellos llevaron los cadáveres hasta el gran patio, los colocaron junto a la hoguera que iluminaba la noche oscura, luego Chonkik fue hasta el bando del Sur donde estaba Renkik, al llegar le dijo:
--- Renkik, los atacantes huyeron, dejando más de dos manos de muertos (13), y lo que el búho vio dos ataques eran los mismos que pensaron atacarnos por dos frentes, creo que ya no atacarán, separa a grupos de tres hombres para vigilar como centinelas por una mano de puntos (05) alrededor de la vivienda, por que ya no pueden sorprendernos otra vez.........
Continuaremos............................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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