En 2019 se halló en la biblioteca de la Universidad de Bristol una de las versiones más antiguas de la historia de este mítico mago. Ahora, un intenso estudio de casi dos años apoyado en las últimas tecnologías ha mostrado fragmentos de texto ocultos, ha confirmado la antigüedad del texto y ha revelado diferencias con versiones posteriores de la leyenda.
A inicios de 2019, un librero de la biblioteca de la Universidad de Bristol descubrió por casualidad que las hojas de pergamino usadas para encuadernar las obras de un erudito francés en el siglo XVI habían pertenecido en realidad a un manuscrito del siglo XIII. Los investigadores explicaron que los siete pergaminos medievales, a los que se dio el nombre de Bristol Merlin, contenían fragmentos muy antiguos de la Suite Vulgate de Merlin, una de las principales fuentes de la leyenda del rey Arturo, centrada en el personaje del mago Merlín y su papel en las primeras aventuras de Arturo, el matrimonio del rey con Ginebra y la restauración de la paz, así como la muerte del mago. "El tiempo y la investigación revelarán otros secretos que podrían contener estos fragmentos", explicaron entonces.
El tiempo ha pasado, las investigaciones han avanzado y ahora tres especialistas de las universidades de Bristol y Durham acaban de publicar las conclusiones del exhaustivo estudio de los manuscritos que han llevado a cabo durante el último año y medio con la ayuda de la tecnología de vanguardia. Su análisis ha confirmado la antigüedad de los textos, escritos entre 1250 y 1275, ha revelado fragmentos de texto aparentemente ocultos o ilegibles y ha determinado que el Bristol Merlin sería una de las primeras versiones de la leyenda del mago, con "sutiles pero significativas" variaciones de esta leyenda artúrica, según una nota de prensa de la Universidad de Bristol.
Los fragmentos de este manuscrito del siglo XIII fueron usados como material de relleno para encuadernar otras obras posteriores.
UNA VERSIÓN TEMPRANA
Los responsables de la investigación son Leah Tether, presidenta de la Sociedad Artúrica Internacional (rama británica) del Departamento de Inglés de Bristol, su esposo, historiador medieval y especialista en manuscritos, Benjamin Pohl del Departamento de Historia de la misma universidad, y Laura Chuhan Campbell, medievalista especialista en Literatura francesa de la Universidad de Durham. Los manuscritos "rescatados" en Bristol contienen un pasaje que incluye la batalla en Trebes contra el rey Claudas y el encuentro de Merlín con Viviane, la Dama del Lago, una hechicera de la que se aparentemente se enamora, aunque se resiste a dormir con ella y finalmente regresa con Arturo. Según explica la profesora Tether, el análisis paleográfico de los manuscritos permite ubicar su elaboración entre 1250 y 1275, posiblemente al noreste de Francia. El examen de la escritura permite así mismo detectar dos estilos, pertenecientes a dos escribas diferentes.
En este fragmento puede apreciarse, según los especialistas de las universidades de Bristol y Durham, la mano de dos escribas diferentes en la elaboración del texto.
El relato de la Suite se originó alrededor de 1220-1225 en Francia, "lo que coloca al manuscrito de Bristol dentro de una generación de la autoría original de la narración", apunta Tether. El trío de investigadores ha encontrado además diferencias sutiles en la narración de la historia comparada con otras posteriores. El Bristol Merlín contiene descripciones más largas y detalladas de algunas de las acciones de la batalla. Por ejemplo, en las versiones más modernas, el rey Claudas es herido en el muslo, mientras que en los manuscritos de Bristol no se hace referencia a la parte del cuerpo en la que es herido. Hay que tener en cuenta que las heridas en los muslos podían usarse como metáforas de la impotencia o la castración, señalan los autores del estudio.
EL MERLÍN MÁS CASTO
Los papiros de Bristol también presentan a un Merlín más casto. La narración de su encuentro con Viviane está "ligeramente atenuada" en lo referente a la sexualidad. Si en la versión más conocida del episodio Viviane escribe tres nombres en su ingle que impiden que Merlín se acueste con ella, en el texto de Bristol, estos nombres están grabados en un anillo y evitan siquiera que nadie pueda hablar con la hechicera, la historia "se deshace de las connotaciones impías al eliminar tanto la referencia a la ingle de Viviane como la idea de que Merlín se acueste con ella", destaca Tether.
El Bristol Merlín contiene descripciones más largas y detalladas de algunas de las acciones de la batalla que en las versiones más modernas y la narración de su encuentro con Viviane está "sexualmente atenuada".
Gracias al estudio de los papiros a través del espectrómetro, que sirve para medir las propiedades de la luz en los materiales, los tres expertos pudieron leer algunas partes del texto dañadas o invisibles a simple vista, identificar el tipo de tinta que se utilizó y establecer el periplo que siguieron los papiros desde su elaboración en Francia hasta su llegada a Inglaterra y su posterior uso como material de encuadernación. "Pudimos colocar el manuscrito en Inglaterra desde 1300-1350 gracias a una anotación en un margen, que identificamos como de una mano inglesa", asegura Tether.
La página del Bristol Merlín con la anotación en tinta diferente obra de una mano inglesa.
El equipo de investigadores también dedujo que el manuscrito del que procedían los papiros, se había convertido en material de "desecho" en Oxford o Cambridge, y luego fue reciclado, para ser usado como material de encuadernación, cosa que sucedió antes de 1520. El relato se habría descartado como material literario al estar disponibles versiones inglesas de la leyenda artúrica más modernas, como La muerte de Arturo, escrita por Thomas Malory en el siglo XV y que, paradójicamente, debió inspirarse en relatos como el de Bristol.
El relato del Bristol Merlín fue desechado como material literario, seguramente, debido a la aparición de versiones más modernas de la leyenda artúrica en inglés.
Tether cree que los volúmenes encuadernados con la leyenda artúrica no llegaron a Bristol hasta el siglo XVII, de la mano del arzobispo Tobias Matthew que donó a la recién fundada Biblioteca Pública de Bristol una gran cantidad de sus libros, muchos de los cuales tenían encuadernaciones de Oxford.
Los tres investigadores, Tether, Pohl y Campbell han publicado los resultados completos de su estudio en el libro The Bristol Merlin: Revealing the Secrets of a Medieval Fragment, que incluye una transcripción completa y la traducción al inglés del texto. Tether ha destacado "el gran potencial de las colecciones de manuscritos y libros raros locales en Bristol, particularmente en la biblioteca central donde hay muchos más fragmentos de manuscritos no identificados esperando ser descubiertos".
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