La milenaria embarcación ha sido objeto de un "faraónico" operativo en el que ha participado el ejército y que ha permitido su traslado con seguridad desde su emplazamiento en el pequeño Museo de la Barca Solar, junto a la pirámide de Keops, a su nuevo hogar: el Gran Museo Egipcio.
La primera barca solar del faraón Keops, el artífice de la Gran Pirámide, fue descubierta en una zanja junto al monumento en el año 1954. Tras un minucioso trabajo de extracción y de reensamblado de las 1.224 piezas que la componían, que tardó trece años en completarse, la embarcación, realizada en madera de cedro y de 43,3 metros de eslora, 5,6 de manga y 1,5 de calado, se expuso al público en un pequeño museo construido al efecto junto a la pirámide. Y allí ha visto pasar todos estos años. Hasta ahora, que acaba de ser trasladada a su nueva ubicación: el Gran Museo Egipcio (GEM) que está a punto de ser inaugurado en la meseta de Giza.
PLANIFICACIÓN Y TRASLADO
La operación de traslado tardó 48 horas en completarse, y en su organización ha participado el ejército egipcio. "Es uno de los proyectos de ingeniería y arqueológicos más importantes y desafiantes. El traslado nos llevó casi un año de estudio, planificación y preparación", ha declarado el general Atef Mortah, que ha supervisado los trabajos. Según el general, se barajaron varias propuestas para llevar a cabo la dificultosa mudanza, entre ellas desmontar de nuevo la embarcación e incluso realizar el traslado en globo.
El Museo de la Barca Solar, junto a la Gran Pirámide de Keops.
La "celda" que contenía la barca de Keops durante su traslado al Gran Museo Egipcio.
Cuidadosamente envuelta y protegida con un marco acolchado y una celda de hierro, la barca fue introducida en un vehículo inteligente (importado de Bélgica) dirigido por control remoto.
La noche fue el marco escogido para realizar el espectacular traslado, que se realizó con éxito en diez horas desde el pequeño museo que ha sido el hogar de la barca durante todos estos años hasta su nuevo espacio en el Gran Museo Egipcio, unos siete kilómetros. Durante el trayecto, que se hizo sin incidentes, un sistema de dispositivos digitales vigiló en todo momento la temperatura y humedad de la embarcación, la estabilidad de la celda en el interior del vehículo (cuyo exterior consistía en un armazón negro con un perfil luminoso del barco) y la inclinación de la carretera. Todo en aras de que la valiosa pieza llegara a su destino en perfectas condiciones.
La "celda" que guarda la embarcación colocada sobre el vehículo inteligente.
Viaje nocturno de la barca de Keops hasta su nueva ubicación.
UN NUEVO EMPLAZAMIENTO
De hecho, el pequeño museo de la barca, a juicio de los expertos, no reunía en la actualidad las condiciones necesarias para albergar un tesoro de estas características, ya que, por ejemplo, la incidencia de la luz procedente del exterior tenía un "efecto negativo" sobre la pieza según los especialistas. "Antes del traslado, un radar examinó la resistencia del viejo museo y de la carretera de la meseta de Giza para soportar con garantías el peso del vehículo y la carga", ha explicado El Tayeb Abbas, asesor del Ministerio de Antigüedades para el Gran Museo.
El pequeño museo de la barca, a juicio de los expertos, no reunía las condiciones necesarias para albergar un tesoro de estas características, ya que, por ejemplo, la incidencia de la luz exterior tenía, según los especialistas, un "efecto negativo" sobre la pieza.
Antes de iniciar su nueva andadura, la milenaria embarcación también ha sido sometida a un exhaustivo estudio que ha mostrado la fragilidad de algunas zonas y algunas fracturas que serán reparadas antes de que esta singular pieza sea de nuevo expuesta al público en la sección de barcas solares del nuevo museo. Allí compartirá espacio con su compañera, la segunda barca del faraón, cuyos trabajos de extracción han terminado recientemente y espera pacientemente su montaje final.
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