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domingo, 9 de octubre de 2022

ORÍGENES DEL SEÑOR DE SIPÁN: Capítulo CXXIX.- Chamokik, esperó el ataque por el flanco de la loma, los invasores atacaron pero fueron repelidos y dominados muriendo todos; Siekik emplazado en el frente frontal esperaba el ataque, que arrancaron los invasores con bullicio y él ordenó atacar..

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con el relato de los: Orígenes del Señor de Sipán; el joven líder Siekik y sus guerreros emplazados y tumbados sobre el suelo, esperaban el ataque de la tribu invasora del sur, que pretendía invadir sus terrenos; ya 20 guerreros defensores que estuvieron encima sobre la loma, dieron cuenta matando a 18 exploradores que habían enviado los invasores; el joven líder, adivinando las intenciones del ataque de los invasores, cubrió el flanco derecho de la loma, donde los invasores pretendían atacar por la retaguardia que Chamokik con sus 50 guerreros los esperaban.... sigamos el relato...

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue:  El Señor Chonkik,  detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente  un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia: 
Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I.
Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA- INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Tal como lo había previsto el joven líder Siekik, la tribu invasora protegida por la oscuridad de la noche, ellos también había anticipado demorar el ataque, disimulando que ya no atacarían, insinuando a los defensores que bajen la guardia y luego atacar por sorpresa; pero, ellos perdieron al grupo de exploradores que se les encomendó ser observadores de los movimientos de los defensores; ellos, no contaban con un líder guerrero Siekik, que se anticipaba a los planes invasores.
Por lo que Siekik, conociendo la treta de la demora del ataque invasor, él no se impacientó, hay un refrán que dice: "La dicha que tarda, con más gusto se aguarda". La demora impacienta, por que se mantiene en tensión, que puedes ceder descansando la defensa, por que no sabes cuando te atacarán.
Siekik, no tenía esta estrategia como costumbre guerrera, ya que el consideraba que la mejor defensa era el ataque contra el enemigo; sino que no tuvo tiempo necesario para atacar, ya que antes, se llevaba a cabo un servicio de inteligencia mediante los exploradores, que si lo usaron los invasores, pero cometieron el peor error de su táctica, al avanzar iluminados con mecheros, que les permitió a los defensores detectarlos.
Los invasores, después que perdieron a los exploradores, estaban ciegos del terreno; además, ya sabían ellos que lo estaban esperando; pero, vinieron decididos a invadir y ya no darán marcha atrás; aprovechando de la oscuridad de la noche hicieron sus movimientos de sus guerreros, pero ya en clara desventaja, por que ahora seguramente son ellos quienes esperan un ataque; pero esta vez, Siekik actuaba como defensor y no como atacante.
El tiempo sigue su curso, seguro pasaron un par de horas y estamos llegando a la media noche;  todo en el medio ambiente era silencio, sólo interrumpido por el chirrido de los insectos y de vez en cuando el ulular de búho o lechuza, no había movimiento de guerreros, ni siquiera viento.
Llegamos a las primeras horas de la madrugada y no sucede nada, parece que ambos bandos de contendientes esperan el primer ataque; pero, llegar con el avance de la madrugada, ya se pierde un elemento de protección, por que aparecen las primeras luces en el horizonte; que precisamente era la señal para que se levanten los guerreros atacantes del flanco derecho de la loma.
Chamokik, detectó el movimiento de los invasores, se levantó y ordenó:
--- ¡¡¡ Ataquen a los invasores !!!
Los guerreros defensores se levantaron con sus armas erguidas, quienes no esperaron a los atacantes, sino que fueron al encuentro y empezó el combate cuerpo a cuerpo; el silencio fue interrumpido, por gemidos y alaridos de los combatientes heridos y otros caían muertos por los golpes recibidos en la cabeza; los guerreros defensores, fueron entrenados todos los días y sus golpes al enemigo eran certeros a las cabezas ocasionando la muerte segura del enemigo.
Chamokik, que siempre era el primero en el ataque, esta vez detectó que había un vacío en el centro de los atacantes, él usando su porra y atacando a cuanto invasor se le cruzaba en el camino, llegó al centro y todos sus guerreros quedaron protegidos, al destruir un piquete de invasores, que pretendían arrinconarlos; abriéndose la formación, que Chamokik vio como un avance él guiaba a sus guerreros atacar de frente a los costados, tal como intentaban los invasores envolverlos.
Realmente, era un plan táctico de ataque, pero, ellos no tenían los guerreros resistentes al empuje, que los defensores les imponían atacando y defendiendo su posición del terreno; que al primer choque los invasores perdieron varios combatientes que cayeron muertos o heridos fuera de combate.
La noche oscura, actuaba como un aliado natural para Chamokik, que sabiendo que sus guerreros estaban detrás suyo, él a cada bulto humano que se le cruzaba  lo atacaba sin piedad, el combate era cruento ya con clara ventaja para Chamokik, que aún no había perdido a ninguno de sus guerreros, cada uno de ellos había tumbado a uno o más invasores que cayeron muertos por los ataques certeros a las cabezas.

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue el joven Siekik, hijo único del líder Chonkik I., se aprecia claramente que el joven tenía el porte, la talla y la pasta para ser el sucesor de lo que estaba construyendo su padre: El Nacimiento de un gran señorío. 
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Los invasores, al verse perdidos trataron de retroceder y huir, ya no eran tantos, casi todos murieron o seguían heridos en el campo del combate.
Chamokik, por la experiencia acumulada de tantos combates, aplicaba la técnica de barrer, para él no podían quedar heridos, simplemente los  remataban con certeros golpes en las cabezas.
El combate de esta parte del flanco de la loma; ya tenía un ganador, Chamokik; pero, no había que bajar la guardia, por que aún se desconocía el número de atacantes que podrían aparecer por la retaguardia.
Siekik, y sus guerreros, sólo escuchaban los gemidos y gritos moribundos el combate, ellos no podían intervenir; estaban protegiendo el frente frontal de un próximo ataque; pero, nada se movía al frente, ellos, sólo eran testigos por los oídos de la pelea de Chamokik contra los invasores; llegó un momento, que aumentaron los gemidos y alaridos de los combatientes, y luego llegó un silencio que era cómplice de la victoria o la derrota.
Repentinamente, apareció Chamokik ante Siekik, sangrando del rostro, él había sido herido en el ataque frontal que impuso contra los invasores; pero, uno de ellos logró herirle parte del rostro, ocasionándole un corte, que felizmente no era profundo, pero si le afloró sangre, y le dijo:
--- Oh Gran Líder, el enemigo va atacar en cualquier momento, ellos parece que esperaban una victoria, con los atacantes que enviaron por el flanco de la loma, que era su estrategia tal como usted lo pensó, por lo que ellos pensaron someternos por la retaguardia, nosotros les ganamos, por que nos adelantamos, todos están muertos, lamentablemente también murieron algunos defensores, yo mismo me salvé por la protección de los dioses.
Siekik, se puso a pensar, que ellos estando a pocos pasos, seguro ahora ellos son los impacientes, por que no escuchan a los suyos, es un duro golpe para sus planes y esa desesperación los conducirá a un ataque con desventaja, ya no sorprenderán a nadie, y le contestó:
--- Chamokik, trae a los guerreros que no hayan sido heridos, para hacer frente al próximo ataque, ellos apelarán a un ataque en masa para intentar doblegarnos, nosotros resistiremos, por lo que debemos estar compactos para no ceder terreno; ya prácticamente los tenemos vencidos, sólo falta su presencia en el campo de la pelea, será fácil, ya tu hiciste el trabajo duro, disminuir sus estrategias que fracasaron.
Chamokik, limpió la sangre ya seca de su rostro y regresó al flanco donde combatió, hizo un registro de los muertos, eran todos invasores más cuatro defensores; pero, no se descartaba, que podrían aparecer más invasores, que hayan estado esperando el resultado del combate; pero, ya no habían más, por que un grupo de guerreros siguió el sendero y llegaron hasta el desnivel donde encontraron unos cadáveres de invasores, uno de ellos, dijo:
--- Oh Gran Líder Chamokik,  seguimos el sendero de los invasores, pero ya no hay más, sólo muertos por donde ellos estuvieron.
Chamokik, con esa información ordenó recoger los cadáveres de los defensores para enterrarlos cuando aparezca el dios de los rayos dorados (El Sol).
Luego, Chamokik, dispuso que los otros guerreros, que algunos fueron heridos con lesiones superficiales, regresen al emplazamiento del joven líder Siekik, para reforzar la defensa del eminente ataque de los invasores.
Siekik, con casi todos sus guerreros listos, para enfrentar el ataque de los invasores, dispuso que un grupo compacto junto a él para resistir el ataque frontal del grueso de los invasores; los 20 guerreros de la loma permanecerán allí y el grupo de los guerreros que defendieron el flanco de la loma, defenderán el flanco derecho, calculando la ubicación de los mecheros enemigos cuando estuvieron encendidos.
Siekik, no estaba seguro si los invasores iniciarán el ataque en forma horizontal desparramados, por que ya no tenían muchos combatientes, aún siendo numerosos, parte de ellos ya murieron; sin embargo, él si pensaba que el ataque será compacto como para penetrar al centro de nosotros y doblegarnos, tantas cosas pasaban por la mente de Siekik, es que cada combate es diferente y los invasores sureños demostraron ser grandes guerreros; pero, que se corren, si detectan que la pelea no les es favorable. 
Siekik, caminaba en el campo con el cuerpo agachado(inclinado hacia adelante), él siempre dando órdenes o distribuyendo a sus guerreros, para que ellos sean los primeros en atacar al enemigo; le dolía en el alma, perder  a un guerrero y trataba de protegerlos dando todo su esfuerzo, él llegó donde estaba Chamokik y le dijo:
--- Chamokik, el tiempo avanza y nada hasta ahora, parece que los invasores, esperan un poco más de claridad.....
Cuando, inesperadamente se escucharon gritos dando arengas de ataque, que provocaron un griterío ensordecedor, quienes habían estado a escasos metros de distancia, protegidos por la oscuridad de la noche y habían llegado y se posesionaron tumbados, por lo que el joven líder Siekik, gritó:
--- ¡¡¡¡ Ataquen guerreros !!!!
Continuaremos...................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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