El "Códice Sinaítico" es un manuscrito del siglo IV d.C. hecho en pergamino y que contiene la versión más antigua de la Biblia, escrita en griego. En la actualidad este importante documento, imprescindible para conocer la historia de la Biblia cristiana, permanece repartido por diversas bibliotecas europeas que han colaborado en un importante proyecto de conservación y digitalización de sus páginas.
Imagen del Códice Sinaítico, un manuscrito escrito a mano en el siglo IV d.C. y que contiene la Biblia cristiana más antigua, escrita en griego.
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el Códice Sinaítico es un tesoro de incalculable valor. Este manuscrito, que recibe su nombre del monasterio de Santa Catalina, al pie del monte Sinaí, en Egipto, donde se conservó hasta mediados del siglo XIX, fue copiado a mediados del siglo IV (entre 330 y 350 d.C.) por un grupo de al menos tres copistas que lo escribieron en griego de manera simultánea. De hecho, se trata del manuscrito más antiguo existente que contiene la Biblia cristiana en griego, y el mejor y más antiguo testimonio de algunos de los libros de la versión griega del Antiguo Testamento como la Septuaginta o Biblia de los Setenta.
En origen, este manuscrito uncial (todo el texto está escrito en letras mayúsculas) contenía tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento (incluidos los apócrifos bíblicos) en un único y gran volumen, aunque hasta nosotros solo ha llegado este último. La obra, asimismo, no solo es famosa por algunas variantes textuales inusuales (como la falta del relato de la Resurrección de Cristo al final del Evangelio de San Marcos), sino porque su texto también contiene una cantidad considerable de correcciones.
EL CÓDICE SINAÍTICO, UN LIBRO FUNDAMENTAL
Escrito sobre pergamino, originalmente en hojas dobles, el Códice Sinaítico, compuesto por un total de 346 folios escritos en cuatro columnas y con unas medidas de 380 mm de alto por 345 de ancho, resulta fundamental para la comprensión de la historia de la Biblia cristiana. De hecho, es uno de los tres primeros manuscritos en los que se copió la colección completa de libros que contiene la Biblia cristiana antigua. Así, aparte de la Septuaginta y el Nuevo Testamento, la obra cuenta asimismo con algunos libros adicionales como los Macabeos y la Sabiduría de Eclesiástico, la llamada Epístola de Bernabé y una colección de textos conocida como el Pastor de Hermas que aparece al final del Nuevo Testamento.
El Códice Sinaítico resulta fundamental para comprender de la historia de la Biblia cristiana.
Detalle de una de las páginas del Códice Sianítico.
En cuanto a su descubrimiento, este se debe a Konstantinvon Tischendorf, un teólogo protestante, lingüista e investigador de manuscritos alemán, que en 1844 viajó hasta el monasterio de Santa Catalina. En su biblioteca descubrió 129 hojas del Antiguo Testamento arrojadas en una papelera, junto con otros manuscritos que habían sido desechados. Esas hojas eran lo que quedaba del Códice Sinaítico. Al preguntar al bibliotecario del monasterio sobre aquellas páginas, este le contestó que "son basura. Deben ser destruidas quemándolas en los hornos del monasterio".
LA BIBLIA EN UN SOLO LIBRO
¿Cómo estaba encuadernado el Códice Sinaítico? El manuscrito está conformado por cuadernos de ocho hojas dobles colocadas unas encima de las otras y dobladas por la mitad para formar un bloque completo, un formato que en la Edad Media fue extremadamente popular. Asimismo, la mayoría de los cuadernillos contienen cuatro hojas, salvo dos que contienen cinco. Como hemos visto, los folios se habían elaborado en pergamino, usando principalmente pieles de becerro y de oveja (se estima que para la confección de los folios fueron necesarias las pieles de unos 360 animales). Sin embargo, Tischendorf, su descubridor, pensó en un principio, viendo su excelente calidad, que el pergamino había sido confeccionado con piel de antílope.
El códice lo conforman cuadernos de ocho hojas dobles colocadas unas encima de las otras y dobladas por la mitad.
Retrato del teólogo alemán y descubridor del Códice Sinaítico, Konstantin von Tischendorf.
Asimismo, su tamaño es sorprendente. De hecho, el manuscrito del Códice Sinaítico es uno de los primeros libros de gran formato encuadernados que ha sobrevivido desde la Antigüedad tardía. Al contener la totalidad de la Biblia cristiana en un solo volumen evidencia una gran innovación, ya que a partir de entonces los libros encuadernados con páginas de pergamino empezaron a sustituir a los rollos de papiro imperantes hasta el momento. La importancia de su encuadernado podría compararse con la introducción de la imprenta siglos después.
PROYECTO DE DIGITALIZACIÓN
Actualmente, el códice se encuentra dividido en cuatro partes, que están repartidas en diferentes instituciones. Una parte se halla en poder de la Biblioteca Británica, en Londres, y consta de 347 folios que contienen el Nuevo Testamento al completo. Doce hojas y 14 fragmentos más se conservan en el Monasterio Santa Catalina; pertenecen al inicio y el final del códice. Otras 43 hojas se encuentran en la Biblioteca de la Universidad de Leipzig, y, por último, los fragmentos de tres páginas se conservan en la Biblioteca Nacional Rusa de San Petersburgo.
Actualmente el códice se encuentra dividido en cuatro partes repartidas en diferentes instituciones.
Actualmente, el Códice Sinaítico se encuentra repartido en cuatro bibliotecas europeas.
La importancia de este manuscrito para los estudiosos y todos aquellos interesados en temas bíblicos es tanta que en el mes de junio de 2005 se anunció la creación de un consorcio (The Codex Sinaiticus Project), en el que participaron las cuatro bibliotecas que lo conservan, con el objetivo de elaborar una edición digital del códice. Este proyecto ha digitalizado las imágenes y empleado una tecnología hiperespectral para permitir la búsqueda de posibles textos ocultos en los pergaminos, producto de las correcciones, o textos que se han perdido debido al paso de los siglos. Se encuentra disponible en línea desde el 6 de julio de 2009.
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