Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando el relato de los: Orígenes del Señor de Sipán, el nacimiento que se conoce como Señorío, que de su descubrimiento en julio del 1,987 por los arqueólogos: Walter Alva y Luis Chero Zurita, se le puso el nombre de: El Señor de Sipán; sin embargo, nosotros relatamos desde sus orígenes: allá en el año de 125 d.C., eran zonas inhóspitas llenas de tribus moches errantes, justamente sobresalió la tribu más adelantada bajo el liderazgo del joven Siekik, quien rodeado de lugartenientes tanto en las artes de la guerra como Chamokik; así como en la construcción y sabiduría con Monkik, quien era un políglota que dominaba hasta siete dialectos, que le permitió la comunicación verbal con las tribus vecinas, este superdotado hombre muy adelantado a su época, estaba construyendo la infraestructura de lo que sería el Gran Señorío "Señor de Sipán"... sigamos el relato.......
Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue: El Señor Chonkik, detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia:
Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I.
Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA- INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020.
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.
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El joven líder Siekik, gracias a sus dotes de guerrero, logró dominar a las tribus vecinas, que siempre fueron una amenaza permanente con invasiones para apoderarse de la producción agrícola que prosperaba en los terrenos controlados por Siekik.
Sin embargo, en lo que aún no había dominio total, era en la lucha contra la furia de los "Elementos de la Naturaleza"; por que ya se observaba en el firmamento el movimiento de nubes, y sobre todo tan sólo observar el suelo y las hormigas salían abandonando por millares a sus hormigueros y huían a partes más altas, era un indicio que la naturaleza mostraba que se avecinaban movimientos en los cielos que los líderes moches no llegaron a captar en su verdadera dimensión.
En la zona de los dominios de la vivienda, tal como se le conocía a la sede principal del Señorío en nacimiento, habían partes vulnerables a las inundaciones; incluso, gran parte en ese sector que era una larga planicie, que totalmente se inundará si regresa la estación de las lluvias copiosas, que ahora conocemos como "La Corriente del Niño", que justamente la padeció al inicio de la tribu, cuando aún vivía el señor Chonkik, este detalle no había sido de importancia para Monkik, fue un grave error.
Justamente, estamos en el año 148 d.C., han transcurrido 13 largos años; ya no existe el señor Chonkik, ni su esposa Mokumac, quienes fueron los padres de Siekik; todo indica que se aproxima una época nefasta contra los esfuerzos en la creación de la civilización con una agricultura adelantada; pero, lamentablemente expuesta a la furia de los elementos: torrenciales lluvias que nadie puede controlar.
La agricultura había logrado éxitos rotundos, con producción permanente y que nunca más existió hambre, se construyeron canales de regadío, pero las riberas de los ríos y las quebradas, estaban libres, sin ninguna obra de control que impida la inundación de los terrenos de cultivo, las corrientes de las aguas discurrían turbias y caudalosas, el volumen crecía más y más con el incrementos de las lluvias torrenciales en las partes altas; pero, aún no habían llegado las precipitaciones en la costa.
Las lluvias eran estacionales en las partes altas como la sierra y fácilmente se controlaba con el drenaje natural, donde el agua discurría por el cause natural, que en algunos casos no llegaban al mar y se perdían en le desierto; pero, todo esto cambiará si las lluvias se precipitan en la costa, las planicies de los desiertos no soportarían tanta agua que no podrían ser succionaba al interior y comenzarían a empozarse, formándose inmensas lagunas.
El Señorío en nacimiento, controlaba los terrenos que fueron de las tribus de Tankik, eran bajos y expuestos a inundaciones, los terrenos de Zankoc, que si eran más altos que la corriente rivereña del río; pero, no lo suficiente si aumentaba el volumen de la corriente del agua, y los terrenos que fueron de la tribu de Chamasachok, eran grandes extensiones atravesadas por dos quebradas, que si estaban controladas por canales.
El medio ambiente, había cambiado por completo, aumentó la temperatura con un calor infernal, probablemente de unos 32°C y que era peor ya que desaparecieron los vientos, sólo eran briznas que ayudaban al movimiento de la evaporación, ya se notaba la formación de nubes en el lejano horizonte; todos estos nuevos indicios era el aviso de que algo se avecinaba y no con buenas nuevas; que no fueron atisbados por el sabio Monkik, quien estaba tan preocupado en establecer la infraestructura básica en el naciente Señorío; tal vez, él no dio importancia a estos cambios en la temperatura, por que justamente la "Corriente del Niño", no se presentaba con mucha frecuencia y nadie preveía una época de lluvias en la costa, ya habían pasado 13 años sin lluvias, salvo esporádicas lloviznas ocasionales.
Volviendo al relato, el joven líder Siekik, regresaba de los terrenos de Zankoc con 160 guerreros y agricultores cargados de quipes de los productos comestibles como: maíz seco, frejoles, zapallos, maní para larga duración y también cargaban los perecibles como la yuca y los camotes que no permitían un largo almacenamiento.
Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue el joven Siekik, hijo único del líder Chonkik I., se aprecia claramente que el joven tenía el porte, la talla y la pasta para ser el sucesor de lo que estaba construyendo su padre: El Nacimiento de un gran señorío.
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Monkik, esperaba el regreso del líder Siekik, para informarle, sobre la instalación de talleres y lo más importante viajar a la gran laguna azul El Mar (Océano Pacífico), para que ellos adquieran los productos marinos básicos para la alimentación, como el pescado, que para conservarlo, había que secarlo echándole sal.
Pero, la naturaleza tenía otros planes y les había reservado una sorpresa, ya que las nubes, que en un principio se asomaban en el lejano horizonte, ya se acercaron y cubrieron el firmamento, todo se oscureció, la furia de los elementos empezó con relámpagos, rayos y el estallido de truenos, que invadían el medio ambiente con sus ruidos, el estrépito era aterrador y cayeron las primeras gotas de la lluvia que levantaban polvo del suelo.
Los guerreros en el dominio de la vivienda, lo percibían como divertido, por que estiraron sus manos abiertas e intentaban atrapar a las gotas de la lluvia; pero, se precipitó una tormenta con lluvia torrencial que cambió el suelo absorbiendo en principio las primeras gotas y se saturó con la intensidad de la lluvia, que ahora los guerreros muy asustados buscaban refugio para protegerse y evitar que se mojen sus ropas.
Los relámpagos, rayos y truenos aturdían con espantosas explosiones en el aire, ya reinaba la confusión de los guerreros, ya que ellos nunca antes sufrieron algo parecido, entonces el sabio Monkik, completamente mojado llegó a la vivienda, observó el gran patio, y la llama estaba apagada, la sacerdotisa Chosinik, había desaparecido; él pensó que era un castigo de los dioses, cogió la porra y levantándola en alto se dirigió a la fogata y desde allí, levantando la cerviz invocó:
--- " Oh dioses del firmamento, y me dirijo a tí dios de los rayos dorados (El Sol), por qué nos haz abandonado, tu poder ha sido tapado con nubes negras, que si puedes disolverlas y que cese la lluvia torrencial que nos está haciendo mucho daño".
Parece, que el dios de los rayos dorados (El Sol), escuchó la invocación de Monkik, por que misteriosamente amainó la torrencial lluvia, y desaparecieron las nubes y apareció el astro rey con sus poderosos rayos, aliviando la tristeza de los habitantes moches.
Monkik, regresó al corredor de la vivienda, allí encontró a la sacerdotisa temblorosa Chosinik, si le llamó la atención por abandonar su puesto de mantener el fuego en honor a los dioses, ella no respondió simplemente estaba aterrada por el ruido y fragor de los rayos.
Pero, parece que el dios de los rayos dorados, cambió de haberse manifestado juicioso controlando las lluvias, ahora, desapareció por que de nuevo se oscureció el medio ambiente y como la peor tormenta con estrépitos ruidos ensordecedores, cayó una lluvia ahora ya incontrolable, rápidamente se inundó el gran terraplén, donde se ponían los cimientos del Gran Templo, los artesanos abandonaron el trabajo buscando donde guarecerse de las lluvias; lo mismo sucedía en los terrenos de Zankoc, igual llovía en los terrenos de Chamasachok y con mayor intensidad en los terrenos de Tankik; los agricultores aterrados abandonaban los terrenos de cultivo buscando refugio, todo era lluvia tormentosa con explosiones, y truenos.
El medio ambiente se oscureció, siendo aproximadamente las 13:00 horas del día, eran las nubes cargadas de agua que buscaban descargar mediante la lluvia; se presume que la casi totalidad de los guerreros y agricultores nunca habían tenido una experiencia de soportar lluvias torrenciales, si conocían esporádicas garúas, pero jamás un diluvio, que empezaban empozarse por todos los lados, formando depósitos de agua.
El aguacero, era incontrolable, caían millones de gotas, que originaba terror en los guerreros y toda la población, ellos desconocían que el calentamiento de la superficie del mar, favorecía a la evaporación hacia la atmósfera y se condensa en agua líquido formando nubes que desencadenarán las lluvias, de acuerdo a los cálculos actuales las lluvias se precipitaban a 90 mm/m2., o sea 90 metros por metro cuadrado.
Estas precipitaciones, eran algo jamás visto por los jóvenes guerreros, que ya observaban las primeras inundaciones, el río y las quebradas estaban llenos de agua produciendo un ruido espantoso por el choque de la fuerza del agua contra las rocas, el agua discurría cuesta abajo con tanta fuerza que arrastraba árboles completos que los extraía de cuajo desde su base; también se observaba a venados, zorros y otras especies que fueron sorprendidos y arrastrados, todo era un desastre para todo el valle, de lo que hoy conocemos como Lambayeque.
La ruina fue catastrófica para el naciente Señorío, en primer lugar se arruinó la "industria del adobe", por que las lluvias deshicieron los bloques (ladrillos) en secado, lo mismo sucedió con los cimientos y las paredes de la construcción del Gran Templo.
Todas las quebradas y riachuelos, que desembocan sus aguas impetuosas en lo que hoy conocemos como Río La Leche, que rebasó su capacidad invadiendo cementeras completas de cultivos de maíz, frejol, yuca y zapallo, todo estaba inundado, ya habían soportado cuatro días de lluvias, cuyas precipitaciones fueron noche y día.
La lluvia, encontró al joven líder Siekik en pleno desierto, él venía desde los terrenos de Zankoc, él y sus guerreros atravesaban las planicies para llegar a los terrenos de Tankik, todos se mojaron; pero, jamás se rindieron, siguieron caminando, que al llegar a los terrenos que antes estuvieron cultivados ahora eran lagunas de agua empozada.
Sin embargo, ninguna tragedia originaria por la furia de los elementos puede doblegar la férrea voluntad de un líder; quien no se rinde jamás ante el infortunio; el joven líder Siekik, sacando fuerzas dirigió las operaciones para desaguar las aguas estancadas junto a sus guerreros, ellos ahora convertidos en zapadores limpiando los caminos y cavando para desviar y desaguar el agua acumulada, era un esfuerzo titánico dirigir el agua a las quebradas; pero las precipitaciones eran inclementes no amainaban y si logró evacuar mucha agua.
Siekik, y sus guerreros trabajaban contra el tiempo, había que salvar los sembríos que todavía no habían sido inundados; como líder trabajaba hombro a hombro con ellos y ordenaba la dirección de la evacuación, pero las precipitaciones seguían con más fuerza, ellos chorreando sus ropas no cedían ante la inclemencia.
En los dominios de la vivienda, la lluvia continuaba sin ceder en su intensidad, el joven líder ordenó a sus guerreros seguir luchando y él fue por refuerzos, que al llegar encontró a Renkik, protegiéndose de la lluvia, Monkik se encontraba en el gran terraplén, haciendo todos los esfuerzos posibles para evacuar el agua, pero era un trabajo en vano, por que más llovía y llovía y seguía inundándose.
Siekik, conociendo donde se encontraba Monkik, fue por él, que al encontrarlo le dijo:
--- Monkik, los dioses nos han castigado, por que algo hemos hecho en contra de su voluntad y se vengaron inundándonos con lluvias; pero, esto no será permanente, tendremos que subir la ubicación de nuestra Gran templo, para rendir culto a los furiosos dioses.
Pero, para Monkik, era un desastre todo lo que sucedió con las inclementes lluvias, que sus precipitaciones duraron unos días más; lo lamentable que toda la creatividad se derrumbó, por que los muros y paredes cedieron.
Siekik, viendo a su sabio muy afligido, lo consoló y de nuevo le dijo:
--- Monkik, los dioses nos están probando nuestra voluntad y les demostraremos que el infortunio no nos vencerá, por que edificaremos su templo que es para ellos; pero, con otras características, ya que después que cesen las lluvias lo haremos todo de nuevo con la experiencia adquirida.
Pero, las fuerzas de la naturaleza seguían inclementes, por que de nuevo empezó una torrencial lluvia, ya eran las 18:00 horas de aquel fático día, era una lucha contra el desaliento, sacar fuerzas contra el abatimiento, levantar el cuerpo contra el desaliento, se tuvo que soportar la continua precipitación que recién amainó a las 05:00 horas de la madrugada, una hora más tarde el firmamento amaneció despegado, siendo las 06:30 horas el dios de los rayos dorados (El Sol) hizo su aparición por el Poniente (Este) y se mostró muy poderoso con rayos más calientes que nunca.
Al aumentar el calor de seguro estaba arriba de los 30°C, se observaba la evaporación de la humedad, las lagunas cedían espacio, ese era el trajín mientras había luz solar, por que en la noche empezaban de nuevo las torrenciales lluvias, caía tanta agua, que ya se formaban lagunas en las planicies; y comenzaron a llegar aves migratorias como flamencos que enterraban sus picos en las aguas para atrapar sus alimentos, también aparecieron millares de mosquitos (zancudos), que por las noches atacaban a los guerreros y el calor noche y día no cedía.
Entonces, Siekik demostrando que era un líder, que no se doblegaba ante la furia de los elementos, tomó la decisión de hacer frente a la naturaleza con todas sus fuerzas...............
Continuaremos........................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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