Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel entre Iarma y Olzagon y como informamos en el capítulo anterior; Ofelia afectada por una metástasis a su medio organismo con diagnóstico de: Enfermedad Terminal, que siendo su origen en el cuello uterino se propagó a todos los órganos y tejidos circundantes y después de una trágica y penosa agonía dejó de existir; por su puesto, ella murió en pleno uso de sus facultades y tomándole la mano a su amado Olzagon; a los seis meses desde la detección del cáncer; su padre Don Antonio allí presente solo sufría su dolor e impotencia por no poder hacer nada para salvar la vida de su única hija.
Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen la consistencia del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derecho de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.
La muerte de Ofelia, fue como un cuento de hadas con un final trágico, escogiendo un jueves de primavera y se despidió a las 13:00 horas, muy bien aferrada a la mano de Olzagon, no pronunció ninguna palabra, simplemente expiró como la más pura doncella que abandona el mundo de los depredadores.
Pues, es bien cierto que toda enfermedad que ataca al organismo humano o cualquier ser viviente, actúa como un depredador y tal vez millones de atacantes como son: Las bacterias, virus y parásitos, todos ellos provistos de mortíferas armas, atacan sin piedad y si no se les hace frente, simplemente asesinan a la víctima afectada.
En muchos de los casos de enfermedades mortales (Terminales); atacan en forma inmisericorde a seres jóvenes con un futuro promisorio y con ello truncan una vida; eso justamente sucedió con Ofelia; quien fue una joven de apenas 22 años de edad; recién empezaba a disfrutar de la vida y felizmente conoció a Olzagon y se entregó a él en cuerpo y alma. como adivinando que sus días estaban contados.
Vaya, que los gozó, tal vez en una sola noche juntó a todos en uno y lo disfrutó a plenitud y gracias a esa felicidad momentánea y fugaz descubrió, que estaba afectada de una maligna enfermedad que le estaba minando su salud, con pronóstico irreversible; aunque si se hubiese intentado salvarle la vida, hubiese sido inútil, tal como lo fue; no hubo piedad a favor de ella; simplemente se cumplió la condena impuesta por el hipócrita destino.
Olzagon, no podía creer que la amada de su vida se despidió de el, agarrándole la mano y tal vez con el pensamiento le dijo:
--- "...Hasta luego Olzagon, te estaré esperando.."
El enamorador de mujeres bonitas, estaba diezmado por la impotencia de no haber podido salvar la vida de Ofelia. El cáncer cuando se vuelve una metástasis no tiene cura y se llama : "Enfermedad Terminal". Parece que los dioses del amor, les dieron las espaldas a esta pareja de enamorados, que si algún pecado cometieron, este fue, disfrutar del amor en una sola noche.
Ese venturoso acto, no pudo ser impedido por Eros, más bien en su nombre se hizo con la más pura pasión del amor.
Luego de la muerte de Ofelia y con la certificación del médico de turno; de inmediato la Compañía Aseguradora se hizo cargo de los trámites para las exequias y sacar los restos mortales del Hospital y llevarlos a una Capilla Ardiente del Velorio que fue levantado en un patio de la Fábrica de Productos Plásticos "El Dorado", en aquel lugar Don Antonio y su familia recibían el pésame y condolencias de los amigos y compañeros de trabajo.
La Gerencia General, estableció turnos para que todos los trabajadores tanto oficinistas como operarios puedan o rindan el último Adiós a una joven que nadie creía que había fallecido; al día siguiente se celebraron las exequias fúnebres en un exclusivo Cementerio llamado : "El Descanso Divino".
Finalizado el sepelio, todos los tabajadores regresaron a su centro de trabajo y como Don Antonio ya tenía un reemplazo en la Supervisión, se retiró a su casa a descansar hasta el día siguiente. Olzagon, atendiendo a esa lapidaria expresión:
"La vida continúa... y nadie la detiene..."
Empleó parte del tiempo disponible por la tarde para visitar clientes y así concluyó el día más doloroso para este joven, quien estaba sumido por el dolor y la desesperanza que minaba su fortaleza de su aún joven edad; llegó a su casa y como siempre la noble Laurita, dueña de la pensión y su amante clandestina, lo recibió con su acostumbrada dulzura y por su puesto en ese día le había preparado el plato favorito de Olzagon:
"El Buque": que consistía en arroz con bistec de carne de res, montado con un huevo frito y encima plátanos fritos; solamente él, tenía derecho a esa comida; privilegio que ni los hijos de Laurita lo tenían.
Sin embargo, el joven enamoradizo no tenía hambre, solo quería descansar; al llegar a las 20:30 horas del día estaban allí todos los comensales de la pensión, en acto de cortesía atinó a saludar con un :
"Buenas Noches a todos"
Y mirando fijamente a Laurita,(diciéndole mentalmente que estaba depremido) se subió al segundo piso donde estaba su dormitorio, lo abrió y se tiró a cama; todos abajo se sorprendieron por la actitud de siempre alegre Olzagon y alguien comentó:
"El joven está tan afligido como si se le hubiese muerto un ser querido"
Pues, quien pensó así, acertó.
Olzagon, intentaba dormir y las pestañas no se pagaban, cuando cerraba los ojos en plena oscuridad se presentaba la imagen de Ofelia, ella siempre sonriente y juguetona y pensar que nunca más la verá otra vez;...... nunca más la abrazará,...... ella era una joven dulce y amorosa, eso si fue bien posesiva, era su pasión tomar la iniciativa y jamás dejaba para mañana lo podía hacer hoy.
Olzagon, casi al amanecer logró superar el insomnio y se quedó profundamente dormido, tanto fue así, que Laurita preocupada que no se levantaba(eran las 7:00 horas de la mañana) tuvo que tocarle la puerta de su dormitorio, para que se despierte; el joven se levantó muy nervioso, le faltó descanso; pero había que seguir con la rutina del nuevo día.
Rápidamente, fue al baño, hizo sus necesidades fisiológicas y se tomó una ducha; regresó a su cama y se cambió de ropa, en seguida bajó al primer piso y fue al comedor, ya estaba servido su desayuno; era un "calentado" de la comida que no cenó; en aquellos tiempos el "Calentado" era una exquisitez muy apreciado sobretodo por estudiantes y si este era de arroz con fréjoles se le llamaba: "Tacu Tacu" por su puesto acompañado de una taza de café "pasado", tal vez era el desayuno más delicioso de una pensión.
Olzagon, apreció el esmero y dedicación que ponía Laurita en atenderlo, sabiendo ella, que el joven le era infiel, ella ya se había acostumbrado y se hacía de la "vista gorda" lo disimulaba tan bien: " para llevar la fiesta en paz". Por su puesto Olzagon la recompensaba con creces esas atenciones recibidas con sus encuentros amorosos que ella quedaba extasiada.
Olzagon, con el estómago lleno, partió a su trabajo, llegó a la Supervisión de Ventas, revisó su carpeta de trabajo para ese día, y habían cambiado las reglas laborales, por que el Supervisor encargado le había añadido más obligaciones a la jornada habitual de Olzagon, destacando una suma muy elevada como monto de ventas diarias con reporte a la semana.
Olzagon muy sorprendido por la imposición, que consideraba una desmedida obligación, que por cierto a él, no le hacía mella, pero le llamaba la atención de la ojeriza de su propio compañero de trabajo y además él era su asistente, ambos eran temporales hasta que se reinicie Don Antonio su trabajo como el Supervisor.
Olzagon, como reacción normal se acercó al escritorio del "Jefe" y le pidió respetuosamente explicaciones por el cambio de la reglas establecidas...... continuaremos.....
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
ayabaca@gmail.com
ayabaca@hotmail.com
ayabaca@yahoo.com
"Buenas Noches a todos"
Y mirando fijamente a Laurita,(diciéndole mentalmente que estaba depremido) se subió al segundo piso donde estaba su dormitorio, lo abrió y se tiró a cama; todos abajo se sorprendieron por la actitud de siempre alegre Olzagon y alguien comentó:
"El joven está tan afligido como si se le hubiese muerto un ser querido"
Pues, quien pensó así, acertó.
Olzagon, intentaba dormir y las pestañas no se pagaban, cuando cerraba los ojos en plena oscuridad se presentaba la imagen de Ofelia, ella siempre sonriente y juguetona y pensar que nunca más la verá otra vez;...... nunca más la abrazará,...... ella era una joven dulce y amorosa, eso si fue bien posesiva, era su pasión tomar la iniciativa y jamás dejaba para mañana lo podía hacer hoy.
Olzagon, casi al amanecer logró superar el insomnio y se quedó profundamente dormido, tanto fue así, que Laurita preocupada que no se levantaba(eran las 7:00 horas de la mañana) tuvo que tocarle la puerta de su dormitorio, para que se despierte; el joven se levantó muy nervioso, le faltó descanso; pero había que seguir con la rutina del nuevo día.
Rápidamente, fue al baño, hizo sus necesidades fisiológicas y se tomó una ducha; regresó a su cama y se cambió de ropa, en seguida bajó al primer piso y fue al comedor, ya estaba servido su desayuno; era un "calentado" de la comida que no cenó; en aquellos tiempos el "Calentado" era una exquisitez muy apreciado sobretodo por estudiantes y si este era de arroz con fréjoles se le llamaba: "Tacu Tacu" por su puesto acompañado de una taza de café "pasado", tal vez era el desayuno más delicioso de una pensión.
Olzagon, apreció el esmero y dedicación que ponía Laurita en atenderlo, sabiendo ella, que el joven le era infiel, ella ya se había acostumbrado y se hacía de la "vista gorda" lo disimulaba tan bien: " para llevar la fiesta en paz". Por su puesto Olzagon la recompensaba con creces esas atenciones recibidas con sus encuentros amorosos que ella quedaba extasiada.
Olzagon, con el estómago lleno, partió a su trabajo, llegó a la Supervisión de Ventas, revisó su carpeta de trabajo para ese día, y habían cambiado las reglas laborales, por que el Supervisor encargado le había añadido más obligaciones a la jornada habitual de Olzagon, destacando una suma muy elevada como monto de ventas diarias con reporte a la semana.
Olzagon muy sorprendido por la imposición, que consideraba una desmedida obligación, que por cierto a él, no le hacía mella, pero le llamaba la atención de la ojeriza de su propio compañero de trabajo y además él era su asistente, ambos eran temporales hasta que se reinicie Don Antonio su trabajo como el Supervisor.
Olzagon, como reacción normal se acercó al escritorio del "Jefe" y le pidió respetuosamente explicaciones por el cambio de la reglas establecidas...... continuaremos.....
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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