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domingo, 14 de abril de 2019

La Historia del Amor Cruel: Capítulo CCCXCI .- Elsa Martinez Linares y Olzagon inician la juerga en el lujoso "Bar Toscano " con una jarra de cócteles...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon, y como informamos en el capítulo anterior; Elsa Martinez Linares, estuvo narrando su historia de su primer día como la dueña de la empresa distribuidora de repuestos y accesorios para motores y artefactos electrodomésticos más grande del Mercado Mayorista y de toda la nación; ella era soltera, frisaba arriba de los 50 años de edad, pero aún no llegaba a los 60 años; Olzagon era un joven  que apenas llegaba a los 20 años de edad, incluso ellos fueron confundidos en la cafetería como una familia(ella la mamá y él el hijo), se suponía que después de la taza de café cada uno regresaría a su domicilio; pero Elsa cambió de parecer, tal vez herida por la falsa presunción y decide pasar parte de la noche aún entera en compañía del joven en un lujoso lugar llamado : Bar Toscano...........


Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Al llegar al "Bar Toscano", Elsa Martinez Linares y Olzagon;   ella entregó un fajo de billetes al chofer de la empresa de Olzagon(era un soborno para guarde silencio) y le dijo: "Usted nunca vino a este lugar, me siento agradecida por su gesto".
Por su puesto casi todos los chóferes de las grandes empresas, eran testigos involuntarios de parte de la vida privada de sus patrones y callan la boca con fuertes sumas de dinero como coimas por su silencio y efectivamente mantienen el secreto por ser rentables sus puestos de trabajo.
Pero, en el caso de Olzagon, él no tenía fajos de billetes para acallar chóferes, sino que fue Elsa quien deseaba discreción al llevar al joven al bar de su preferencia.
El chófer, partió con el automóvil directo al domicilio del Gerente General de la Empresa Import & Export S.A., para entregar al dueño la unidad móvil, quien al llegar observó que aún había luz en la sala de recibo, se estacionó, bajó y tocó el timbre, salió el mismo dueño de casa, se saludaron y le preguntó sobre Olzagon, el conductor respondió que lo dejó en su domicilio, después que él, invitó a una cafetería a la dueña del negocio y que él tenía un semblante muy alegre, lo que significaba que obtuvo óptimos resultados; el Gerente General, miro al Cielo como agradeciendo a Dios y dio un soplido de alivio, que no comentó más, recibió las llaves y él mismo ingresó su carro a la cochera.
Elsa y Olzagon, se disponían a ingresar al bar, cuando un empleado de recepción abrió la puerta y al saludarla, le dijo:
--- Bienvenida señorita Elsa, ha pasado mucho tiempo que su presencia no ha sido vista; pase por favor y por su puesto saludo especial de bienvenida a su acompañante.....
Olzagon, se apresuró a dar su nombre y dijo:
--- Soy Olzagon, el subgerente comercial de la empresa.
La actitud de Olzagon fue tan sorpresiva que dejó la boca abierta a Elsa(con su mentira muy atinada) y al mismo empleado de recepción, quien rápidamente reaccionó así:
--- Si, por su puesto señor Olzagon..
Y recién Elsa, contestó así:
--- Gracias por su amabilidad, a propósito, dígame: ¿Hay una mesa discreta, quiero conversar de negocios, usted me entiende verdad?
El empleado que siempre recibe propinas de los agradecidos empresarios, le contestó:
--- Si señorita Elsa, hay una suite totalmente privada, justo para dos personas con campanilla para los pedidos.
Elsa, se le notó un semblante de felicidad y le contestó:
--- Por favor llame al mesero para que nos ubique en aquel lugar.
Ahora, era Olzagon el sorprendido, ellos habían acudido a un bar de lujo, donde Elsa era conocida; además,  pidió un recinto privado y como ya estaban adentro había que llevar la corriente de bienaventuranza que se aproximaba en los siguientes minutos.
El empleado recepcionista, los hizo entrar y de inmediato hizo una señal a un mesero, quien acudió solícito y dijo:
--- ¿A quién tengo el honor de atender?
El empleado recepcionista, le dijo:
--- Por favor lleva a la pareja de señores a la suite privada con música romántica, que está al fondo a la derecha y ponte a sus ordenes al sonido de una campanilla, ellos necesitan atención reservada.
Efectivamente, era un recinto privado como lo pudo comprobar Olzagon, lugares que nunca había concurrido y probablemente nunca lo haga, a no ser que sea invitado por una adinerada mujer, tal como lo fue él...
Al cruzar un gran salón, lleno de discretos clientes, que no hacían ningún ruido, muchos de ellos señores de edad que frisaban como base 50 o 60 años de edad, acompañados de jóvenes mujeres muy bellas y que ellas frisaban entre 18 a 25 años de edad; también había un proscenio donde una banda de músicos completamente vestidos con uniforme y corbatas Michi, ellos tocaban melodías románticas; aquí siendo un antro no existía bullicio, así lo entendió Olzagon, quien pensó así: "Los ricos también se divierten con sus propias reglas".
El mesero, ubicó a la pareja, les entregó la lista de los tragos y también de bocaditos y se retiró a esperar el sonido leve de una campanilla, que si el mozo no estaba cerca pasaba como imperceptible..
Entonces, Elsa feliz de estar acompañada de un joven que a medida que lo iba conociendo, le encantaba su compañía y le dijo:
--- Jovencito, yo le dije que no bebía, fue una mentira piadosa, por que en la cafetería, no me gustó la actitud del Barman, quien pidió que hagamos el brindis con él; pero si vengo aquí de vez en cuando, es un antro agradable y no precisamente a este recinto, sino que me quedaba en la barra, allí sentada sola y con rostro de pocos amigos, para alejar a disipados y voluntariosos acompañantes no invitados,  me bebía un par de tragos; ahora es diferente, la cafetería sin querer me despertó el deseo de beber unos tragos y lo haremos en la medida que usted jovencito lo permita.
Olzagon, se acomodó el saco y de reojo observó un colgador de sacos y pidió permiso:
--- Señorita Elsa, con el debido respeto: ¿Puedo sacarme el saco?
Elsa, no se lo permitió, sino que ella misma le levantó el brazo derecho del joven ayudándole  sacar la primera manga, Olzagon se paró y colgó su saco y dirigiéndose respetuosamente a su atenta acompañante, entendió que no solamente sería unos tragos, lo que él, allí lograría, sino tal vez algo más; pero hay que actuar con prudencia y le contestó:
--- Muchas gracias señorita Elsa, por compartir conmigo beber unos tragos, que como le mencioné en la cafetería si me gustan, pero tenía que estar con usted, pues a la orden y que se vengan los tragos jajajajajajaja..
Actitud resuelta del joven Olzagon, que a Elsa le encantó y soltó una carcajada aceptando la respuesta, en seguida ella dio una revisada a la lista de los tragos y consultó con Olzagon y eligieron primero cócteles suaves acompañados con sabor dulce.
Elsa, levantó la campanilla y le dio un suave movimiento que no produjo tanto ruido, de inmediato llego el mesero, quien atendió el pedido, y les dejó un platillo con suaves bocaditos cargados de sal, que tenían el objetivo de incentivar el consumo.
Después de 15 minutos, regresó el mesero con un azafate con dos copas vacías acompañado de una jarra de mediano tamaño completamente llena de los cócteles solicitados; pero si era una sorpresa para Elsa, quien estaba acostumbrada a beber tragos en una copa y como ya estaba el trago, el mesero sirvió las copas llenas y se retiró.
Estando solos, Elsa muy risueña, dijo:
--- Jovencito, creo que adivinaron nuestros deseos y de una vez nos trajeron la jarra completa... jajajajajaja..¡¡¡ Salud !!!
Ambos chocaron sus copas y las llevaron a sus labios, Olzagon de reojo observaba como bebía Elsa y parecía que ella si tenía sed de tragos, que se bebió todo el contenido de una sola vez, por su puesto Olzagon hizo lo mismo y ella le dijo:
--- Muy bien jovencito, lo hicimos seco y volteado jajajajajaja..
Así se inicio la juerga..................
Continuaremos................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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