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El telescopio NTT (New Technology Telescope) de
ESO ha sido la herramienta utilizada para encontrar las primeras evidencias de
que un asteroide puede tener una estructura interna muy variada. Con medidas
extremadamente precisas, los astrónomos han descubierto que diferentes partes
del asteroide Itokawa tienen distintas densidades. Además de revelarnos secretos
sobre la propia formación del asteroide, descubrir qué se esconde bajo su
superficie también puede arrojar luz sobre el misterio de qué sucede cuando los
cuerpos chocan en el Sistema Solar, proporcionándonos claves sobre la formación
de los planetas.
Utilizando observaciones desde tierra muy precisas, Stephen Lowry
(Universidad de Kent, Reino Unido) y sus colegas, han medido la velocidad a la
que gira el asteroide cercano a la Tierra (25143)
Itokawa, y cómo ese giro
cambia con el tiempo. Han combinado estas precisas observaciones con un nuevo
trabajo teórico sobre cómo los asteroides irradian calor.
Este pequeño asteroide es un misterio, ya que tiene una extraña forma de
cacahuete, tal y como reveló la nave japonesa Hayabusa en
2005. Para estudiar su estructura interna, el equipo de Lowry utilizó, entre
otras, imágenes obtenidas entre 2001 y 2013 por el telescopio NTT (New Technology Telescope) de ESO,
en el Observatorio La Silla, en Chile [1], y así
poder medir sus variaciones de brillo a medida que rotaba. Estos datos
temporales se utilizaron para deducir el periodo de giro del asteroide con mucha
precisión y determinar así cómo cambia a lo largo del tiempo. Por primera vez,
al combinarlo con los conocimientos sobre la forma del asteroide, se pudo
explorar su interior, revelando la complejidad de su núcleo [2].
“Es la primera vez que hemos sido capaces de determinar cómo es el
interior de un asteroide,” explica Lowry. “Podemos ver que Itokawa
tiene una estructura interior muy variada. Este descubrimiento supone un avance
muy importante en nuestra comprensión de los cuerpos rocosos del Sistema
Solar”.
El giro de un asteroide y de otros cuerpos pequeños en el espacio puede verse
afectado por la luz del Sol. Este fenómeno, conocido como el efecto YORP
(Yarkovsky-O’Keefe-Radzievskii-Paddack), tiene lugar cuando la luz que llega
del Sol es absorbida y se reemite desde la superficie del objeto en forma de
calor. Cuando la forma del asteroide es muy irregular el calor no se irradia de
manera uniforme y esto genera una pequeña, pero continua, torsión en el cuerpo
que altera su giro [3], [4].
El equipo de Lowry comprobó, tras llevar a cabo las medidas, que el efecto
YORP aceleraba lentamente la velocidad a la que gira Itokawa. El cambio en la
velocidad de la rotación es muy pequeño (tan solo 0,045 segundos al año). Pero
esta información es muy diferente a la esperada y solo puede explicarse si las
dos partes del asteroide en forma de cacahuete tienen diferentes densidades.
Es la primera vez que los astrónomos han encontrado evidencias de la gran
variedad que puede tener la estructura interna de los asteroides. Hasta ahora,
las propiedades del interior de los asteroides solo podían inferirse a través de
medidas de densidad globales y aproximadas. Este inusual vistazo al variado
interior de Itokawa ha desencadenado muchas especulaciones acerca de su
formación. Una posibilidad es que esté formado a partir de los dos componentes
de un asteroide doble después de que estos chocaran y se fusionaran.
Lowry añade que “Descubrir que el interior de los asteroides no es
homogéneo tiene implicaciones de amplio alcance, especialmente para los modelos
de formación de asteroides binarios. También podría ayudar en los trabajos que
se desarrollan para reducir el riesgo de colisión de asteroides contra la
Tierra, o con los planes de futuros viajes a estos cuerpos rocosos”.
Esta nueva capacidad de estudiar el interior de un asteroide es un importante
paso adelante y puede ayudar a responder muchas preguntas relacionadas con estos
misteriosos objetos.
Notas
[1] Además de con el NTT, para este trabajo se han utilizado
medidas de brillo obtenidas con los siguientes telescopios: Telescopio de 60
pulgadas del Observatorio Palomar (California, EE.UU.); Observatorio Table
Mountain (California, EE.UU.); Telescopio de 60 pulgadas del Observatorio
Steward (Arizona, EE.UU.); Telescopio Bok de 90 pulgadas del Observatorio
Steward (Arizona, EE.UU.); Telescopio Liverpool de 2 metros (La Palma, España);
Telescopio Isaac Newton de 2,5 metros (La Palma, España); y Telescopio Hale de 5
metros del Observatorio Palomar (California, EE.UU.).
[2] Se ha estimado que la densidad del interior varía de 1,75 a
2,85 gramos por centímetro cúbico. Las dos densidades se refieren a dos partes
distintas de Itokawa.
[3] Haciendo una analogía burda y sencilla para explicar el
efecto YORP, si uno hiciera brillar un rayo de luz lo suficientemente intenso a
través de una hélice, lentamente empezaría a girar debido a un efecto
similar.
[4] Lowry y sus colegas fueron los primeros en observar el
efecto en acción en un pequeño asteroide conocido como 2000 PH5 (ahora se le
conoce como 54509 YORP, ver eso0711). Las instalaciones
de ESO también tuvieron un importante papel en este estudio, realizado con
anterioridad.
Información adicional
Esta investigación fue presentada en el artículo “The Internal Structure of
Asteroid (25143) Itokawa as Revealed by Detection of YORP Spin-up”, por Lowry et
al., y aparece en la revista Astronomy & Astrophysics.
El equipo está compuesto por S.C Lowry (Centro de Astrofísica y Ciencias
Planetarias, Escuela de Ciencias Físicas (SEPnet), Universidad de Kent, Reino
Unido); P.R. Weissman (Laboratorio JPL -Jet Propulsion Laboratory- Instituto
Tecnológico de , California, Pasadena, EE.UU. [JPL]); S.R. Duddy (Centro de
Astrofísica y Ciencias Planetarias, Escuela de Ciencias Físicas (SEPnet),
Universidad de Kent, Reino Unido); B.Rozitis (Ciencias Planetarias y del
Espacio, Departamento de Ciencias Físicas, The Open University, Milton Keynes,
Reino Unido); A. Fitzsimmons (Centro de Investigación de Astrofísica,
Universidad de Belfast, Belfast, Reino Unido); S.F. Green (Ciencias Planetarias
y del Espacio, Departamento de Ciencias Físicas, The Open University, Milton
Keynes, Reino Unido); M.D. Hicks (Laboratorio JPL -Jet Propulsion Laboratory-
Instituto Tecnológico de , California, Pasadena, EE.UU.); C. Snodgrass
(Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar,
Katlenburg-Lindau, Alemania); S.D. Wolters (JPL); S.R. Chesley (JPL), J.
Pittichová (JPL) y P. van Oers (Grupo de Telescopios Isaac Newton, Islas
Canarias, España).
ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y
el observatorio astronómico más productivo del mundo. Cuenta con el respaldo de
quince países: Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Dinamarca, España, Finlandia,
Francia, Holanda, Italia, Portugal, el Reino Unido, República Checa, Suecia y
Suiza. ESO desarrolla un ambicioso programa centrado en el diseño, construcción
y operación de poderosas instalaciones de observación terrestres que permiten a
los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también
desarrolla un importante papel al promover y organizar la cooperación en
investigación astronómica. ESO opera en Chile tres instalaciones de observación
únicas en el mundo: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el
Very Large Telescope, el observatorio óptico más avanzado del mundo, y
dos telescopios de rastreo. VISTA (siglas en inglés de Telescopio de Rastreo
Óptico e Infrarrojo para Astronomía) trabaja en el infrarrojo y es el telescopio
de rastreo más grande del mundo, y el VST (VLT Survey Telescope,
Telescopio de Rastreo del VLT) es el telescopio más grande diseñado
exclusivamente para rastrear el cielo en luz visible. ESO es el socio europeo de
un revolucionario telescopio, ALMA, el proyecto astronómico más grande en
desarrollo. Actualmente ESO está planificando el European Extremely Large
Telescope, E-ELT, el telescopio óptico y de infrarrojo cercano de 39
metros, que llegará a ser “el ojo más grande del mundo para mirar el cielo”.
Las traducciones de las notas de prensa de ESO las llevan a cabo miembros
de la Red de Divulgación de la Ciencia de ESO (ESON por sus siglas en inglés),
que incluye a expertos en divulgación y comunicadores científicos de todos los
países miembros de ESO y de otras naciones.
El nodo español de la red ESON está representado por J. Miguel Mas Hesse y Natalia Ruiz Zelmanovitch.
El nodo español de la red ESON está representado por J. Miguel Mas Hesse y Natalia Ruiz Zelmanovitch.
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Centro de Astrobiología (CSIC-INTA)
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traducción de la nota de prensa de ESO eso1405.
ESO
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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