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domingo, 19 de abril de 2020

La Historia del Amor Cruel : Capítulo CDXLIV.- Olzagon y la empresaria Zoraida Fuentes Plata, comparten música romántica, incluso rozan sus labios al son musical.......

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon, y como informamos en el capítulo anterior; la empresaria Zoraida Fuentes Plata, después de concluir el Concierto Musical, ya en camino a descansar, invitó al joven vendedor Olzagon a su casa para compartir unos tragos antes de irse a descansar al hotel; ya ellos están disfrutando en el bar de la residencia, él se sirvió un whisky en la rocas y ella prefirió un cóctel dulce; después de los primeros sorbos, ella lo invitó a escuchar música en la consola que tenía los últimos hits del momento....

Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Zoraida Fuentes Plata, como anfitriona en su sala de recibo invitó al joven Olzagon a escuchar música a su consola; ellos allí escogieron música romántica y la sintonizaron en bajo volumen para continuar con la fluida conversación y ella le dijo:
--- Olzagon, temprano me informó que está de novio, pues, que afortunada dama que fue escogida por usted, y hasta la envidio, por que caballeros educados ahora solo se cuentan en los dedos de la mano y siempre sobran sin nombrar.
Zoraida, con el ataque premeditado para doblegar la férrea voluntad de su invitado, ella desabotonó los dos últimos botones de su vestido y se sentó frente a su invitado, abriendo ligeramente las piernas, dando una erótica pose, ya que a simple vista se apreciaba el oscuro calzón que ocultaba a sus genitales.
Olzagon, siendo acosado descaradamente, disimuló todo lo que pudo, pero si apreció unas exquisitas piernas que ocultaban a los genitales, que seguramente estaban dispuestos a ser descubiertos en los próximos minutos; el acoso continuaba de parte de Zoraida, quien le propuso a bailar justo cuando se daba inicio a una nueva pieza musical.
Olzagon, ya con el miembro viril erecto, por que no pudo controlar al observar el panorama erótico que ella le mostraba ya sin disimulo.
Olzagon, aceptó bailar la balada romántica, y como ella era más alta, no tocaría sus genitales con los puyazos del pene, pero si más abajo.
La pareja se abrazó y ella descansando su cabeza sobre el hombro del joven macho y por completo se dejó llevar en la danza romántica; el joven macho al sentir el calor femenino, incrementó la erección y comenzó a rozar las piernas, ella al sentir semejante estímulo masculino, volteó el rostro hacia él,  y apegó sus labios a la boca del joven, y como ella era más alta se agachó ligeramente y con ese pequeño esfuerzo se soltó otro botón del vestido, abriéndose la ropa a la altura de los genitales.
No había dialogo entre ellos, todo era jadeos de la danza con rozamiento de cuerpos; pero el joven vendedor siempre pensando en la advertencia del Supervisor de Ventas Homero, que evite involucrarse en romances con las clientes, hacía esfuerzos denodados para cumplir la prevención; pero el ataque cínico de la hembra lo estaba dominando.
Felizmente, terminó la pieza musical, la pareja se separó, y ella se volvió a sentar con los tres botones de su vestido fuera de su lugar, pero esta vez se apreció la combinación (enagüe) ropa interior que se bajó y cubrió las eróticas piernas, algo que no le convenía a las intenciones de la hembra, quien al darse cuenta intentó acomodarse en el asiento y subió el enagüe, para seguir ofreciendo a los ojos del joven vendedor que en la unión de las piernas habían unos genitales eróticos a su disposición.
Olzagon, recuperándose del acoso y observando con disimulo las ardientes piernas de la hembra, le preguntó:
--- Señorita Zoraida, dígame: ¿Tiene novio? Por que creo, que siendo usted una dama muy bonita, alta de talla y con mucho roce social, seguro que los admiradores le llueven a raudales.
Zoraida, algo sorprendida por la inesperada pregunta, por que tácitamente le estaba demostrando que no tenía ningún novio y que justamente no era de su agrado esa interrogación, por que los novios por su talla se le corrían, pero aún así le contestó:
--- Bueno pues, toda mujer siempre es admirada por alguien, pero novios no tengo ninguno; solo amigos y algunos con amistad íntima, pero sólo hasta allí nomás; es que justamente por mi talla se corren los muchachos, ya que los amigos que tengo, casi todos tienen la talla de usted, yo les he dado entender que mi talla no es obstáculo, pero ellos no se atreven a enamorarme.
Olzagon, al escuchar la respuesta, recién entendió el sutil acoso de parte de ella, y lo consideró aceptable, por que el mismo conoció a otras mujeres muy tallonas (tallas elevadas) que incluso se encamó con algunas de ellas y no hubo ningún estorbo y ligeramente tosiendo casi a la fuerza como aceptando la respuesta, le volvió a preguntar así:
--- Señorita Zoraida, seguramente en los años de estudiante, fue elegida por sus compañeros como su reina, dígame: ¿Cuántas veces la eligieron?
Zoraida, le pareció interesante la pregunta, por que efectivamente ella fue elegida reina del salón por tres años consecutivos, y una vez como reina de todo el colegio y aprovechando la vanidad femenina, le contestó:
--- Si, efectivamente fui elegida reina por el salón, los muchachos siempre me simpatizaban y yo a ellos; con quienes tenía discrepancias era con mis compañeras mujeres quienes me observaban con malos ojos, nunca entendí ¿Por qué? Por que no les arrebaté novios, tampoco me cruzaba con algún postulante de ellas; pero aún así no me querían; al final me gané la enemistad de todas las mujeres del colegio, por que los hombres que eran mayoría me eligieron como su reina.
Nuevamente, la consola cambio de disco y sintonizó una balada de música muy romántica, que era dulce, tierna y amena, por que así lo modulaba el cantante al entonarla, y de nuevo se paró Zoraida le invitó a bailar a Olzagon, pero esta vez se preparó para el acoso que era su última oportunidad, ella abrazó al joven, lo haló hacia ella ofreciéndole sus genitales al abrir las piernas y así empezaron el baile muy lento y romántico, con roce de genitales muy descarado con ese estímulo de nuevo el miembro viril del joven se levantó y comenzó a rozar las piernas muy cerca a los genitales; la hembra que se jugaba la última carta, bajó su boca y la unió a la del joven, ya no se pudo evitar el beso con labios abiertos y con toda la fuerza erótica.
La pareja ya no bailaba se abrazaron y se besaron como si fuesen dos jóvenes enamorados y continuaron así toda la duración del disco, hasta que terminó, pero ellos seguían abrazados y el joven macho bajó sus manos hasta los glúteos de la hembra y la haló hacia él, rozando su miembro viril con el calzón de ella.
Entonces, él tomó la iniciativa soltándola y le dijo:
--- Discúlpeme Señorita Zoraida, por faltarle respeto, fue la música romántica que me impulsó abrazarla y tocar su cuerpo, por favor solo le pido perdón...
Olzagon se sentó, ante el asombro de ella que continuaba de pie, como quien esperando el toque decisivo del inicio del romance, ante esta actitud, se levantó Olzagon al no escuchar respuesta de ella, era lo mejor retirarse y le dijo:
--- Señorita Zoraida, creo que debo retirarme, tengo que descansar por que más tarde tendremos mucho trabajo en su empresa.
Zoraida seguía lela ante el desplante del joven que no cedía a sus encantos, aceptando que él estaba en lo correcto, ella dejando sus impulsos ardientes, concedió las disculpas admitiendo que fue ella quien acosó, así:
--- No tiene que pedir disculpas, por que fui yo la que lo invitó a bailar y nada ha pasado, y como le anticipé lo acompañaré a su hotel.................
Continuaremos.......................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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