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domingo, 21 de febrero de 2021

La Casa de la Loma tiene un Fantasma : Capítulo DXCVII.- Rogelio Campos; ya en el potrero de Eufemio Paúcar y con los animales acorralados, eligió 02 machos, que los compró para continuar su viaje en compañía de Nemesio y su primo....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG.,  continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; Amalia "Ojos verdes", se empreñó del bandolero Rogelio Campos, un embarazo inesperado, que nunca estuvo previsto en los planes de esta pareja de amantes; que a ella, le cogió con fuerza con secuelas de ascos, náuseas y vómitos, sin saber que esta "enfermedad" la padecía, ella preocupada, acudió a la casa de la curandera Eudosia Campoverde, quien le diagnosticó su embarazo, ya le controló en algo las náuseas, ella se acostó y quedó profundamente dormida, mientras; que Eudosia fue a la cocina a preparar comida y cocinar las primeras hierbas medicinales, que arrancaría a beber Amalia, el siguiente día; por otro lado el bandolero Rogelio Campos y sus compañeros de viaje se encuentran en la casa del ganadero Eufemio Paúcar, quien cría acémilas para el negocio, veamos que sucedió con estos viajeros....

Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.


Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Al día siguiente, que el bandolero Rogelio Campos y sus compañeros de viaje, buscando acémilas para comprar; que se hospedaron en la casa del ganadero Eufemio Paúcar, quien les ofreció hasta 06 machos que estaban en venta a  amansados  y con herrajes; ellos se levantaron muy temprano, hicieron sus necesidades fisiológicas, se lavaron y doblaron las mantas y jergas que les brindó el dueño de casa para que descansen; el mismo el dueño de casa también se había levantado temprano, se saludaron y les dijo que después del desayuno irán al potrero para seleccionar a los machos que ellos desean comprar.
Don Eufemio Paúcar, recibió el agradecimiento de los enseres que les sirvió para dormir al bandolero Rogelio Campos y sus compañeros; él con el ato de mantas y jergas ingresó a la sala en las puso encima de un tarima, no las guardará en el baúl, por que tiene que asolearse como medida de desinfección, pero lo hará después que se vayan los huéspedes.
Don Eufemio, fue  hasta la cocina, ya encontró a su esposa y su hija en plena preparación del desayuno, ellas cocinaban yucas, que se servirá con queso fresco y se asentará con un jarro lleno de una infusión de hojas de culén; donde Eufemio se puso a conversar  y dijo:
--- Mujer, ahora vamos hacer negocios con el bandolero Rogelio Campos, que lo veo después de muchos años, ellos quieren 02 machos y quedarán 04 más para los chimbas (ecuatorianos) que vienen la semana próxima; ya tengo que echar lazo a los 10 machos y mulas que están para amanse y con ello salvaremos el año con buena producción.
La esposa y fiel compañera, le contestó:
--- Eufemio, ojalá ese dinero mal habido de ese bandolero Campos, no nos traiga mala suerte, tu sabes, esos asaltantes siempre matan a los dueños de los tesoros, para apropiarse; y ese tal Rogelio tiene fama de matón (asesino); luego que vendas los machos, el dinero lo asolearemos, igual que las mantas y las jergas, para que el Astro Rey (El Sol) queme los malos augurios de esos infelices.
Todo indica, que el bandolero Rogelio Campos, no era apreciado en esa casa, se le atendió sólo por negocios y como ya estuvo listo el desayuno, la señora les sirvió tres mates llenos de yucas sancochadas y media tablilla de queso a cada uno; la comida era suculenta y exquisita; el anfitrión con los tres mates salió de la cocina y fue al corredor delantero donde los esperaban sus huéspedes sentados sobre el poyo y les entregó a cada cual su comida, ellos recibieron y empezaron a desayunar.
Don Eufemio, regresó a la cocina y desayunó junto a su esposa y sus dos hijos, después que terminaron la señora sirvió la infusión de la hierba de culén, lo vertió sobre los tres jarros para los visitantes, los entregó a su esposo quien salió con dos jarros y le siguió su hijo con uno, los entregaron a los viajeros, y el anfitrión regresó a la cocina con los mates vacíos  y continuaron ellos bebiendo su infusión que era un asentativo después del desayuno.
Después de un rato, salió don Eufemio con hijo y recogieron los jarros vacíos, el hijo los llevó a la cocina y don Eufemio dirigiéndose a los visitantes, les dijo:
--- Señores, como ustedes ya tienen la jáquima y las sogas, nos vamos al potrero, para que ustedes seleccionen el macho que les guste.
Los 04 personajes, salieron rumbo al potrero, que estaba a larga distancia desde la casa, después de caminar unos 30 minutos, llegaron a una puerta giratoria de troncos de madera, asegurada por un candado de fierro, cuya llave pesaba más de 100 gramos.
Don Eufemio, lo abrió, separó la puerta que al abrirla produjo un chirrido sobre el soporte que le servía como eje para abrir, los viajeros fueron invitados a entrar y estando todos adentro, se observó una loma llena de pasto, que recién habían sido cambiados los animales a este lugar.
Don Eufemio, les indicó:
--- Amigos, vamos arrinconar a los animales a un corral que está construido a mitad del potrero, nos vamos abrir para asustar a los animales y llevarlos al corral, ya están a costumbrados, no nos darán trabajo
Los 04 personales abrieron y caminaron así hasta que encontraron una recua de yeguas, potrancas, mulas, machos, que pastaban tranquilamente; don Eufemio emitió un silbido que era conocido por los equinos que levantaron la cabeza y le salió al encuentro el bravo burro hechor que era el semental que cubría a las yeguas en celo, el animal como su "amo" de la recua;  rebuznó levantando cabeza y corriendo demostrado que no eran bienvenidos los humanos, el animal levantó las patas que era una clara demostración de agresión.
Don Eufemio, quien ya conocía las bravatas de su burro hechor, siguió caminando y silbando y pronunciando estas palabras:
--- ¡¡¡ Arre burro hechor, lleva a tus yeguas al corral....!!!
Caso muy curioso, que un primer momento parecías que las yeguas, mulas y machos se iban a desparramar en todas las direcciones, los animales se juntaron y haciendo una fila se dirigieron al corral que era un cercado de gran dimensión y que cavia toda la ganadería del potrero; los visitantes un tanto asombrados por el manejo de los acémilas bien cuidadas con lomos parejos que provocaba montarlos a pelo y cabalgarlos.
Los animales escucharon los silbidos del amo, entraron al corral y se cerró la puerta, seguramente allí habían un número aproximado de unos 60 equinos y estando amontonados; don Eufemio dirigiéndose a los visitantes, les dijo:
--- Señores, los 06 machos son fáciles de distinguir, ellos son de color bayo oscuro y 03 de ellos tienen el pelaje oscuro, casi negro; todos tienen las patas fuertes por los herrajes que sobresalían de los otros animales, síganme y cada uno de ustedes observará por que yo les señalaré uno por uno para que puedan elegir.
Don Eufemio, conocía y dominaba con silbidos a sus animales, se metió en medio de ellos y separó a 03 machos y dirigiéndose a los compradores, les dijo:
--- Señores, aquí  les muestro a 03 machos, estos tienen características para bestias de carga con el tremendo pecho que tienen y muestran...
Los compradores los observaron, pero parece que no estaban de acuerdo con sus necesidades y no dijeron nada.
Don Eufemio, captó el parecer de los jinetes, y dejó de lado a los 03 machos y se fue a separar a los otros 03, pero estos no eran tan dóciles ni mansos, se mezclaban con los demás y trataban de escabullirse, hasta que don Eufemio con su vasta experiencia de dominio y demostración, los separó a los tres restantes, que lo hizo con mucha dificultad y con la ayuda de los visitantes los separaron en un ángulo del corral.
Rogelio Campos, quien había permanecido callado, al ver estos animales, dijo:
--- Don Eufemio, quiero los tres machos, pero como necesitamos dos, yo selecciono al bayo oscuro y al negro de patas blancas, dígame: ¿Cuánto cuestan los machos?
Don Eufemio, contestó:
--- Don Rogelio le remato los dos machos por 120 monedas nacionales
A Rogelio, el pareció exagerado el precio, y quiso regatear y dijo:
--- Don Eufemio sus bestias valen la pena, pero creo que se le fue la mano, le ofrezco 80 monedas.
Don Eufemio que tenía en mente a los ecuatorianos, quienes aceptan los precios sin regateos, le contestó:
--- Don Rogelio, usted decide, ni un centavo menos...
Rogelio, tuvo que aceptar el precio y contestó:
--- Bueno, don Eufemio, usted gana.
Rogelio, dirigiéndose a los jinetes que los iban a montar, les preguntó:
--- Señores, están de acuerdo con los machos..
Nemesio, quien quería descansar, le contestó:
--- De acuerdo, si los necesitamos.
Continuaremos.....................................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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