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domingo, 14 de febrero de 2021

La Historia del Amor Cruel: Capítulo CDLXXXVII.- Olzagon y Amelida; disfrutan de un encuentro amoroso, después de superar un trauma que ella padecía contra las acciones eróticas...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon y como informamos en el capítulo anterior; el joven vendedor Olzagon acababa de iniciar un encuentro amoroso con la hermosa secretaria Amelida, quien trabaja para la empresaria Zoraida Fuentes Plata, ellos lo están haciendo en el antiguo refugio que ella acostumbraba ir con su ex novio; Amelida tomó el mismo cuarto y la misma cama, ella pensaba hacer esto como una venganza que se entregaba a un joven que aún no lo amaba, en cambio si le gustaba como pareja y también ella quería desfogar esa melancolía que la perseguía y afligía, por haber sido víctima de traición por su ex novio; sigamos este encuentro erótico....

Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices.
Este es el símbolo de la novela: La Historia del Amor Cruel.
Fuente: Archivos del blog: A vuelo de un Quinde.                                                
Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según: Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.


Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Ya Olzagon, tendió sobre la cama el cuerpo de Amelida, quien en forma pasiva cede a las primeras acciones eróticas del joven macho, quien ya le desabotonó la falda, igual lo hizo  con la blusa, dejando un panorama de unos pezones erectos que aún estaban protegidos por el sostén (brasier) por lo que el joven macho siguió besando a su hembra, mientras sus manos seguían avanzando, le levantó ligeramente el cuerpo desde el hombro izquierdo, metió la mano a la espalda de la hembra y desató los broches del brasier...
En seguida, levantó el cuerpo, hasta poder sacar la blusa al lograrlo, la sacó brazo por brazo y a la vez le sacó el sostén, dejando todo el dorso desnudo de la hembra, ella cedía y cedía, si quiso tapar sus senos con sus manos; pero, el joven macho se lo impidió con sus labios que comenzó amamantar el pezón izquierdo, que hizo reaccionar el cuerpo de la hembra con un remezón, luego fue al pezón derecho que ardía con ese calor erótico que la hembra propiciaba cuando siente placer y gusto con la pareja que la está poseyendo.
En seguida, el joven macho, sin soltar el pezón derecho con sus labios, sus manos bajaron para retirar la falda que cubría las piernas de la hembra, lo logró fácilmente y quedó al descubierto unos genitales cubiertos por una trusa sedosa y con bordados que le daban un delicado toque femenino, él le pasó la mano por encima a la altura de la vulva y había una ligera humedad.
Entonces, el joven Olzagon, en vista que su hermosa hembra era pasiva, él soltó ese cuerpo delicioso y exquisito sexual y rápidamente desabotonó su camisa, en seguida se aflojó el cinturón de su pantalón y lo retiró hacia abajo y cayó a los pies, luego se retiró los zapatos, quedando en calzoncillo levantado a la altura de los genitales por el erecto pene.
Así, subió a la cama y se colocó encima de la hembra, ella aún con calzón, abrió sus piernas y le ofreció su vagina, por lo que el joven macho intensificó sus caricias y besos y le pasaba la lengua por los erectos pezones que ya estaban segregando líquidos, ella se estaba ordeñando por naturaleza, era la primera vez que observaba algo parecido el joven macho.
Entonces, esos líquidos deliciosos con sabor a calostro los siguió lamiendo; él se retiró el calzoncillo y lo mismo hizo con la trusa de la hembra, quedando completamente desnudos, él siguió encima y roció con la punta de su pene a la vulva, que ahora segregaba líquidos vaginales, invitando a la penetración.
Cuando todo indicaba, que se plasmaría la penetración; reaccionó inesperadamente Amelida y se sentó en forma brusca demostrando rechazo  a lo que estaban haciendo; el joven macho sorprendido se sentó al costado sin decir palabra alguna, la abrazó ella hizo lo mismo y comenzó a sollozar con lágrimas vivas, recordando los episodios amargos  acumulados que ella había padecido junto a su ex novio, por que fue el único hombre que ella había conocido en su vida.
Su primera vez, fue violenta y brusca con el gozo y beneplácito que él sentía verla sufrir con sus piernas ensangrentadas por la hemorragia de la vagina al ser desflorada, ellos lo habían hecho parados en el baño de una casa familiar.
Amelida, sentía rechazo al sexo, desde aquel lamentable momento de su primera vez; todo empezaba bien y hasta lo deseaba, pero su cuerpo reaccionaba bruscamente impidiendo lograr placer, ella se volvía completamente pasiva, y así transcurrieron los 05 años que estuvo con ex novio, ya que solo él eyaculaba y ella nunca supo lo que era disfrutar el sexo.
Por lo que Olzagon, adivinando el rechazo de Amelida al sexo, la siguió acariciando y besándola, con su lengua le limpió las lágrimas que a su hembra le afloraban por su bellos ojos, él jamás se desanimó, apenas empezaban, por el momento no hubo diálogo entre ellos, todo era silencio y jadeos de vez en cuando...
El joven macho, lo pensó y le dijo:
--- Amelida, si tengo la solución de tu rechazo al sexo, déjame ayudarte y por primera vez lo lograrás y gozarás a plenitud, acuéstate de nuevo y suelta todo tu cuerpo lo demás lo hago yo, solo tus pensamientos dedícalos que harás sexo con gusto y deseos y que tienes ansias de ser feliz en la cama.
Ella, cedió y se tendió de nuevo sobre la cama y abrió todo lo que pudo sus piernas, permitiendo que el joven macho actué; él empezó besándola con ternura desde los labios, al saborearlos que eran dulces, los soltó y fue bajándolos por el cuello, lentamente llegó hasta los pezones y aún seguían erectos, comenzó a lamerlos y amamantarlos, los senos cedieron y se calentaron y los pezones empezaron a segregar líquidos, como si fuese un ternero que mama la ubre de la vaca, él lo hacía con esos pezones tan exquisitos.
Luego, el joven macho abandonó los pezones que los dejó activos y a punto de ordeñarse y siguió bajando su lengua y llegó al ombligo, lo besó ese hueco, le hizo un orificio en apariencia y siguió bajando y llegó al pubis, cuyo Monte de Venus era exageradamente espeso y cubierto con una selva de vellos, siguió a la abertura de la vulva, le pasó la lengua estaba seca, el macho la humedeció con su lengua y la ligeramente la penetró con tanta suerte que llegó al clítoris, que la hembra reaccionó con un movimiento de todo su cuerpo y dio un gemido, el macho penetro toda su lengua y llegó a la vagina que también estaba seca.
El macho razonó, ya era tiempo de volver erótico este monumento de cuerpo, él siguió lamiendo la vulva, y poco a poco el cuerpo se fue soltando, que aún seguía algo tenso, al aflojarse los músculos pubianos las piernas se soltaron completamente, ella seguía pasiva, aún así ya se notaba en su semblante una sonrisa, el joven macho había descubierto que su (punto G) estaba en esta zona, y que ella consideraba despreciable al haber sido desflorada en forma salvaje que le causó traumas con rechazo al sexo.
Entonces, el macho siguió lamiendo la vulva, la penetraba con la punta de la lengua llegando al clítoris, lo besaba como si fuese los labios, le demostró paciencia y ternura, ella estiró su mano derecha y le cogió la cabeza al joven macho, era un buen síntoma ella ya sentía ese algo de erotismo y se estaba preparando para la penetración.
Entonces, el joven macho, regresó a los labios de la hembra, la besó con toda intensidad, ella lo abrazó y su cuerpo cedió abriendo sus piernas y con su iniciativa ella impulsó su cuerpo desde abajo hacia el pene de su macho y empezó la penetración muy lenta con tan solo la cabeza del glande que llegó al clítoris.
El joven macho la abrazó desde los glúteos y apegó su cuerpo hacia sus genitales y en forma suave se produjo la penetración, por que la vagina había segregado los líquidos y jugos eróticos que lubricaban la penetración, al producirse el coito pleno, ellos comenzaron a moverse con el método del ritmo, por primera vez ella cedía y se movía con toda su energía y empezó a gemir así:
--- Aaaaaaaaayyyyyyyyy.....  que rico lo siento... aayyy... nunca fue así para mi...aaaayyyyy.... sigue, sigue, sigue... aaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyy.....
Amelida abrazó por la espalda a su macho y quería meterlo todo en su vagina, se movía de arriba a bajo que todo su cuerpo se volvió un volcán tan caliente que notificaba alguna erupción erótica y siguieron los gemidos:
--- Aaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyy.... que delicia es esto, todo mi cuerpo es placer........aaayyyyyy.. me siento una hembra dichosa.......aaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyy....
Olzagon, recién le cogió los glúteos con fuerza de su hembra penetrándola con toda su fuerza, ella cedía y todo su cuerpo se volvió una masa gelatinosa erótica, abría las piernas para sentir más penetración, los jadeos eróticos se sentían en aquel silencio erótico y ahora gritaba con sus gemidos eróticos, así:
--- Aaaaaayyyyyyyyyyyyy.. que placer siento, nunca lo tuve antes, que delicioso es el sexo... aaayyyy, mi vagina me hace cosquillas.. aaaaaaaayyyyyyyyyyyyyy ... que ricura es esto... ayyyyyyyy..
Los dos cuerpos se unieron en uno con el coito más dichoso, cuya cópula que recién la disfrutaba Amelida, para ella era su primera vez sentir placer sexual y lo estaba disfrutando  con toda felicidad, ya había empezado el gozo que ella nunca lo tuvo antes.......
Continuaremos................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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