La inmensa mayoría de los glaciares del planeta retroceden a un ritmo sin precedentes, y algunos de los primeros en desaparecer para siempre se encuentran en los Pirineos, donde los científicos calculan que para el 2050 no quedará ninguno.
GuardarVista otoñal del Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido, en los Pirineos
Hace unas semanas mis padres regresaron de su viaje a los Pirineos. Llevaban 30 años sin pisar aquellos parajes. Su recuerdo era el de un paisaje cubierto de nieve y glaciares. Después de más de dos décadas, volvían al lugar para rememorar aquel recuerdo y a la vez huir del calor que, todavía en septiembre, azota del sur de la península Ibérica. Poco dados al alarmismo climático, a menudo suelen relativizar la información que respecta al calentamiento global; no es que lo nieguen, si no que como tantas personas, recelan de mensajes catastrofistas. Sin embargo, años después, la desconcertante visión de unos Pirineos sin hielo y nieve, o al menos muchísimo menos de lo que recordaban, les ha hecho darle más de una vuelta a la cuestión. ¿Dónde habían ido los glaciares de los Pirineos?
La evolución de los glaciares depende de la acumulación de nieve durante la estación fría y del deshielo durante la más cálida respectivamente. De hecho, según los expertos la llamada Pequeña Edad de Hielo que tuvo lugar entre los siglos XIV hasta mediados del XIX, representa la última fase de avance de los glaciares de montaña en todo el mundo. Desde entonces, según varios estudios, el declive de los glaciares de montaña a nivel global ha sido casi continuo, a excepción de breves periodos de estabilización.
Glaciares de montaña, el inicio del fin
Varios estudios identifican la década de 1980 como el último punto de inflexión en la evolución de los glaciares, momento desde el cual han comenzado a menguar en todo el mundo. En las cadenas montañosas del hemisferio norte ubicadas en zonas templadas, predominan en la actualidad los glaciares considerados muy pequeños, que son los que cuentan con menos de 0,5 kilómetros cuadrados de superficie. La contracción de estos glaciares se ha acelerado desde finales del Siglo XX y principios del XXI, algo que los científicos achacan al aumento de las temperaturas a nivel global.
Los glaciares más meridionales de Europa, todos ellos clasificados como glaciares muy pequeños, se encuentran en los Pirineos, los Apeninos y la Península Balcánica, en elevaciones de entre 2.000 y 3.300 metros sobre el nivel del mar. Desde el máximo de la pequeña edad de hielo estos glaciares han perdido entre el 30% y el 100% de su volumen.
Pero en el sur de Europa, los glaciares de más de 5 hectáreas, en la actualidad solo se encuentran presentes en los Pirineos, los cuales están en peligro extremo y podrían desaparecer o convertirse en parches de hielo residual en aproximadamente 20 años, según explican los investigadores Ixeia Vidaller, Jesús Revuelto, Eñaut Izagirre y Francisco Rojas Heredia, en un artículo que bajo el título Toward an Ice‐Free Mountain Range: Demise of Pyrenean Glaciers During 2011–2020 se publicaba en septiembre de 2021 en la revista especializada Geophysical Research Letters. Este tipo de proceso ya se ha observado en otras cadenas montañosas del sur de Europa o en áreas tropicales como las montañas de Santa Isabel, en Colombia o las montañas de Puncak Jaya, en Indonesia, donde su desaparición es inminente.
El declive de los glaciares pirenaicos
En los Pirineos, la temperatura ha aumentado más de 1,5°C desde la Pequeña Edad de Hielo, y los datos obtenidos desde la década de 1980 muestran una disminución significativa de la profundidad de la nieve especialmente marcada en las zonas más altas de los Pirineos españoles y franceses. Esto ha provocado un marcada reducción de los glaciares de los Pirineos en las últimas décadas, que han pasado de contar con 2.060 hectáreas en el año 1850 a 810 en 1984, y a tan solo 246 en 2016, una reducción total en la masa de hielo y nieve de más del 80%. En cuanto a su número, la cordillera contaba en el año 1850 con 52 glaciares, de los cuales en la actualidad, solo sobreviven 19.
Según los investigadores, la principal pregunta que debe responderse sobre la evolución de los glaciares pirenaicos es si aún están controlados por las condiciones climáticas mostrando un encogimiento y un desgaste acelerados, o si por el contrario los cambios de los glaciares actuales obedecen a factores topográficos que podrían atenuar su respuesta al aumento de la temperatura, como que se hallen en zonas de sombra o se encuentren en zonas preferentes para la acumulación de nieve.
Sin embargo, los científicos han constatado que en los últimos años, entre 2011 y 2020, la superficie cubierta de glaciares de los Pirineos has disminuido en más de un 20% en solo 9 años, y han desaparecido 3 de ellos, siendo la tasa de pérdida de hielo similar a la observada desde la década de 1980. Los científicos concluyen que en general, el factor que sigue controlando la evolución de los glaciares de alta montaña de los Pirineos responde a las condiciones climáticas, lo que indica que los glaciares pirenaicos se encuentran en un grave desequilibrio, por lo que es muy probable que desaparezcan en las próximas décadas.
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