Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon, y como informamos en el capítulo anterior; María Elena Ramos invitó a Olzagon a su departamento por segunda vez para repetir un encuentro amoroso, ya lo empezaron en el dormitorio, ellos están completamente desnudos sobre la cama, pero Olzagon no tenía apuro; ella ya era una fruta totalmente dispuesta para ser saboreada...............
Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.
Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.
Olzagon, al subir a la cama totalmente desnudo, sus labios estaban dirigidos a los erectos pezones que al succionarlos afloraban néctares de sabroso placer; ella tampoco descuidaba a su pareja, con ambas manos le acariciaba los genitales, con la mano izquierda le había atrapado a los testículos estrujándolos con suavidad y ternura y con la mano derecha haciendo un nudo erótico se había posesionado del pene, que lo subía desde abajo hasta la cabeza del glande lo acariciaba, todo el ambiente se escuchaban jadeos eróticos.
Entonces, Olzagon montó encima de su hembra, ella abrió las piernas en toda su extensión, ofreciéndole una vagina ardiente que pedía ser penetrada, el macho le rozó la vulva que provocó un retorcijón con espasmos de placer en la hembra; él siguió succionando los pezones, ella ya pedía ser penetrada, pero todo a su tiempo lo pensaba el macho, por que no hay apuros....
Por lo que el macho, la penetró ligeramente y rozó el clítoris, órgano erótico de la hembra, que sintió como una descarga de placer, cuya reacción cogió con ambas la cintura de su macho y lo empujó con todas sus fuerzas hacia su vagina, que tuvo éxito por que fue penetrada en toda su extensión, el macho ahora besaba los labios de su ardiente hembra y empezó el ritmo del meneo, la hembra empezó a gemir con fuerza, era justamente lo que ella deseaba: ser poseída por el joven macho que le despertó placer y felicidad erótica.
Ella se movía y gemía así:
--- Aaaayyyyy.........aaayyyyy....que rico eres amor mío.. aaayyyy...... aaayyyyy..... aaayyyy..
El joven macho tenía el control absoluto de su hembra, quien quería ser feliz, tal como fue la primera noche que la compartieron, y vaya que el joven macho lleno de testosterona respondía a las expectativas de la hembra, siguió el movimiento erótico sobre la cama, la hembra abría sus piernas y sentía que en todo su cuerpo una dulzura indescriptible y respondía a los impulsos de penetración que le hacía el macho, sobando con el pene esa insaciable vagina.
Ahora; sobre la cama había una masa humana erótica unida por los genitales completamente penetrada ella, y sentía que su cuerpo se le adormecía, escuchaban sus oídos cánticos de las aves, música de violines en son románticos, que le impulsaba a ofrecer su vagina con toda su generosidad de hembra que lo disfrutaba sintiéndose penetrada, ella estaba perdiendo el control corporal, solo le quedaba gemir gritando con erotismo, así:
--- Ayyyy. que felicidad todo mi cuerpo está adormecido con el placer... aayyyy... aaayyyyyy... que rico como lo haces. aaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyyy....
El joven macho no descuidaba los pezones eróticos de su hembra, y para penetrarla con toda la dimensión del pene, con ambas manos le cogió los glúteos y formó un solo cuerpo penetrándola con el miembro viril que llegó hasta el útero, lo que provocó más gemidos así:
--- Aaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyy................... aaaaaaaaayyyyyy... que rico haces el sexo....aaaaaayyyyyyyy... soy toda tuya ..............aaaaaaaaayyyyyyyyyyyy
El joven macho, seguía penetrándola con más fuerza, el palpaba que la vagina erótica de su hembra ardía de placer, y segregaba los jugos lubricantes que despertaban la pasión erótica.
La hembra estaba dichosa al disfrutar siendo poseída; ella solo con Olzagon había sentido tanto placer, que nunca lo tuvo en anteriores ocasiones con otras parejas; era algo especial que ella sería capaz de dar todo cuanto sus fuerzas se lo permitan para disfrutar a plenitud los pedidos de su vagina, ella a ritmo del meneo estaba perdiendo el control de sus músculos, todo era felicidad y siguió gimiendo, así:
--- Aaaaaaaaaaayyyyyyyyyyy... Dios mío perdóname, pero no puedo controlar esta delicia aaaaaaaaaaayyyyyyyy....que rico ...........aaaaaayyyyy siento tanto placer ... aaaayyyyy
El joven macho encima de ella, la penetraba con más fuerza, ella se movía con intensidad, abría y abría sus piernas, ella quería que todo el joven macho penetre por su erótica vagina.
Realmente, el placer sexual de una pareja, es el máximo premio al amor, al disfrutar cuando existe ese mágico deseo y a veces ansias lujuriosas, y que se disfrute con los cinco sentidos entregados a ese trabajo erótico; tal vez muchas veces en este trance, solo uno de los favorecidos goza con ese placer y el otro sólo es un objeto pasivo que recibe pero no goza, se calcula que de 100 parejas que hacen el amor solo 20 gozan ambos del éxtasis.
Sin embargo, ahora en estos instantes Olzagon y María Elena, si disfrutan ambos, ellos se deseaban mutuamente sin ataduras, ni condiciones todo era placer; seguramente los dioses del amor, desde sus celestiales aposentos observan y celebran que esta pareja estaba en pleno goce erótico y les envían sus bendiciones amorosas para que sigan adelante en la faena erótica.
El joven macho, quien controlaba completamente sus sentidos, quiere darse una pausa, interrumpe el coito en lo mejor del gusto y voltea el cuerpo de su pareja, ella queda boca abajo ofreciéndole unos glúteos abrillantados por las neuronas eróticas, que el joven macho comienza a lamer; y sinceramente lamer los glúteos de una hembra es el acto erótico más dichoso, porque cada músculo en aquel instante está dispuesto a ofrecer todo cuanto lo haga el macho para lograr la felicidad total.
La hembra, un poco desorientada por la interrupción, ahora solo abre sus piernas y le ofrece un ano virgen que tal vez también desea ser penetrado, pero no es el objetivo del macho, él sigue lamiéndole los glúteos y avanza su lengua ardiente hasta el coxis, lo hace lentamente por la columna vertebral, la hembra reinicia el placer que su macho la tenga dispuesta en esa posición.
El joven macho avanza lentamente lamiendo la columna vertebral y llega hasta la nuca, le da ciertos mordiscos muy suaves, ella se tiembla de placer, él pasa la lengua por toda esa extensión corporal hasta llegar al cuello y le busca los labios, se unen en un beso erótico, él sube y al tener el camino abierto la penetra por esa vagina ardiente que atrapa al pene para no dejarlo escapar, ahora empiezan con el ritmo del meneo con tremenda ventaja del macho, ella coopera abriendo más y más sus piernas y logra la penetración total.
La hembra, se le acerca el máximo momento del placer, pierde fuerzas, ya está muy cerca, así lo sintió y entendió el joven macho, que de nuevo interrumpe el coito, la voltea a su posición original, sube cogiéndola de los glúteos y la penetra con toda intensidad, unen sus labios con beso erótico de ansias y deseos por cumplir....
La hembra, sintiéndose que se le viene el paraíso terrenal abre sus piernas y se estira y grita a todo pulmón, así:
--- Aaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyy.... que dichosa soy...aaaaaaaayyyyyy se viene... aaayyyyy
Ella suelta su orgasmo, que lo recibe con la felicidad de sentirse una hembra poseída y dichosa con su macho encima de su cuerpo...................
Continuaremos.............
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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