China tiene una larga lista de secretos de Estado. Entre ellos se cuentan la cantidad de personas condenadas a pena de muerte y la fecha de cumpleaños de sus líderes.
Pero hay uno que acaba de salir a la luz: el monto que Pekín destina a la ayuda internacional y qué países reciben los fondos.
Hasta hace poco, la nación asiática era una de las receptoras de este tipo de subsidios. Pero en la actualidad prácticamente se equipara con Estados Unidos, uno de los países que otorga la mayor cantidad de ayuda a países en vías de desarrollo.
Esta colaboración monetaria se materializa a través de subvenciones o préstamos financieros.
Y un grupo de investigadores ha expuesto detalles acerca de esas transacciones, por primera vez, compilando en una base de datos la información sobre el dinero enviado por China a países en diferentes continentes desde el año 2000 hasta el 2014.
Los especialistas documentaron 5.000 proyectos en 140 países.
La extensión
Aunque casi se equiparen en cuanto a la cantidad donada, la manera en la que se emplean los fondos concedidos por el país asiático y los aprobados por EE.UU. difiere radicalmente.
"La composición de esos portafolios de inversión tiene consecuencias de amplio alcance", explica Brad Parks, el coordinador de la investigación.
Parks dirige el centro de análisis AidData, cuya sede se encuentra en el Instituto William & Mary, en el estado de Virginia, en EE.UU. Y para la realización del estudio su equipo trabajó conjuntamente con la Universidad de Harvard, también en EE.UU. y la de Heidelberg, en Alemania.
¿Cómo descubrieron el secreto?
Los expertos tuvieron que desarrollar su propia metodología para responder a las preguntas sin respuesta por parte del gobierno chino. Así que le siguieron el rastro al dinero que salió de Pekín basándose en publicaciones de diversos medios, documentos oficiales de embajadas e información acerca de los préstamos que recibieron los países destinatarios de los fondos.
Con los datos recopilados es posible conocer cual es el destino final del dinero y cuál es el impacto que esas operaciones están teniendo.
Parks considera que la metodología utilizada revela lo que es posible saber de ese universo secreto.
"Pero si el gobierno chino realmente quiere esconder algo, quizás no logremos descubrirlo. Sin embargo, si se realiza una transferencia por un monto considerable, se sabrá", afirma.
¿Cómo entrega el dinero?
La mayoría de la ayuda financiera otorgada por EE.UU. (93%) se utiliza siguiendo los parámetros acordados por países industrializados: el objetivo principal es contribuir con el desarrollo económico y social de la nación receptora de los fondos.
Al menos un cuarto de ese dinero es una subvención, no un préstamo que tiene que devolverse.
Sin embargo, en el caso de China, el monto de ayuda internacional (según lo definido previamente) es menor. La cantidad restante se otorga en préstamos comerciales con intereses que se le tienen que pagar a Pekín.
"El país quiere que el capital que presta le reporteganancias", indica Parks.
El grupo de investigadores también descubrió que las subvenciones reportan beneficios económicos a las naciones que las reciben.
Ayuda financiera: ¿Cómo se gasta el dinero?
US$362.000 millones
(total de préstamos y contribuciones monetarias internacionales de China)
- 21% se invierte en subvenciones, el resto son préstamos
- $399.000 millones es el monto total otorgado por EE.UU. en el área en el mismo período de tiempo
- 93% del dinero estadounidense promueve el desarrollo económico y social en el país destinatario
Getty
Durante un tiempo se pensó que los proyectos financiados por China eran concebidos únicamente para su propio beneficio. Por ejemplo, el desarrollo de infraestructura les resultaba conveniente porque se realizaba con mano de obra china, por lo que se creía que era poco el desarrollo en el país que recibía la donación.
Adicionalmente, el estudio coordinado por Park demostró que China es tan capaz como cualquier otro país industrializado de gestionar proyectos de ayuda internacional.
¿A dónde llega el dinero?
Desde el año 2000, los países del continente africano han sido los receptores de un buen porcentaje de la ayuda financiera concedida por China.
Sin embargo, la riqueza de Pekín se puede apreciar en diferentes latitudes, desde hospitales en Senegal hasta puertos en Pakistán y Sri Lanka.
En 2014, el último año analizado en el estudio de AidData, Rusia encabezó la lista de receptores de fondos chinos. Le siguieron Pakistán y Nigeria.
En el caso de EE.UU. el orden fue el siguiente: Irak, Afganistán y Pakistán.
La política juega un papel muy importante en la distribución del dinero, tanto estadounidense como chino. Estudios realizados con anterioridad muestran como Pekín y Washington tienden a ofrecer el capital a los países que suelen apoyarlos en la Organización de las Naciones Unidas.
Pero para China, la economía es fundamental. Los investigadores descubrieron que Pekín suele concentrarse en la promoción de sus exportaciones o préstamos a tasa de mercado en los países en los que quiere recibir el pago -con intereses- del dinero que prestó.
El "hoyo negro" de Corea del Norte
A China se le considera la mayor fuente de financiamiento de la frágil economía norcoreana. Pero los datos recopilados por AidData revelaron la existencia de únicamente 17 proyectos chinos en ese país en los 14 años analizados. El monto invertido en esas iniciativas fue de US$210.000 millones.
Brad Parks se refiere a Corea del Norte como un "hoyo negro informativo" y admite que es el único país que realmente logró evadir las gestiones de los investigadores.
En gran medida, las sumas de dinero y la ayuda que se cree China proporciona a Corea del Norte no se registran en el sistema financiero global.
Desde 1960 y hasta 1990 los países industrializados ofrecieron préstamos a tasa de mercado a naciones en vías de desarrollo. Pero este modelo colapsó porque los receptores no podían pagar los intereses de las deudas que habían adquirido.
Esto generó indignación y la metodología que se siguió hasta ese momento para otorgar ayuda internacional se modificó.
"Se acordó el principio de que a los países en vías de desarrollo no se les debía ofrecer préstamos con intereses. Pero aparece China, que no es parte de esa coalición y está dispuesta a otorgarlos", comenta Parks.
Y prosigue: "Cada vez con mayor frecuencia, los países que no quieren recurrir al Fondo Monetario Internacional cuando tienen problemas, negocian con China".
¿Seguirá prestando dinero?
De acuerdo a la información disponible, los países que han recibido préstamos de China no han tenido dificultades económicas, pero tampoco han experimentado un crecimiento significativo.
Los investigadores que realizaron el estudio creen que esta situación podría cambiar en los próximos 10 años, cuando los países que recibieron los préstamos acumulen deudas que no puedan pagar.
En ese momento, China podría reconsiderar su estrategia.
De hecho, Xiaojun Li, investigador de la Universidad de British Columbia, en Canadá, ha detectado cambios en el manejo de los préstamos por parte de Pekín.
Y es que, con mayor frecuencia, China está otorgando dinero a través de instituciones multilaterales como el Banco de Inversión en Infraestructura Asiática, su respuesta al Banco Mundial.
Prestamista global
Existe evidencia de que los préstamos sin muchas condiciones otorgados por China están afectando el sistema global de entrega de dinero, haciendo que los donantes tradicionales disminuyan los requerimientos para conceder préstamos.
Utilizando datos recopilados por AidData, el economista Diego Hernández descubrió que el papel de China en estas transacciones económicas ha generado competencia entre los donantes tradicionales.
"Cuando un país africano recibe asistencia china, el Banco Mundial impone menos exigencias para otorgar el dinero. Un incremento de 1% en ayuda proporcionada por Pekín hace que la institución multilateral flexibilice sus solicitudes de liberalización de mercado o transparencia económica en 15%", indica Hernández.
Hay quienes cuestionan la ayuda financiera proporcionada por China porque le permite a algunos países evitar la realización de reformas democráticas. Recurren a Pekín y así se evitan el escrutinio de donantes occidentales.
Un ejemplo reciente es Camboya. Varias ONG y medios independientes han sido censurados porque los líderes de ese país han estrechado lazos con las autoridades chinas y han desoído las demandas de Washington para la realización de elecciones.
Xiaojun Li, investigador de la Universidad de British Columbia, en Canadá, también analizó los cambios generados en África a raíz de los préstamos otorgados por China.
Las reformas democráticas se han desacelerado porque estos países se han dado cuenta de que pueden recurrir a China y evitar cumplir con los requerimientos políticos que imponen naciones occidentales.
"Muchos países africanos acogen la asistencia de Pekín, o por lo menos están contentos de tener alternativas", concluye Li.
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Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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