Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Agente Justiciero Genochi; la amante de "Mano Siniestra", se defendió contra el acoso del delincuente Efigenio Timaná, quien pretendía agredirla de nuevo, tal como lo hizo en la noche anterior, donde la abofeteó después de mantener relaciones sexuales con ella, él quiso someterla, ella se negó; pero ella no sabe por que motivos no reaccionó, que si lo hizo ahora y le aplicó una llave de defensa personal que lo tiró al piso, recibiendo la peor parte en la cabeza, quien perdió la conciencia que después de echar agua a la cabeza, que lo "resucitó"; pero, sigue privado de los sentidos, respirando agitadamente, su compinche Ceferino Yarlaqué quiso huir, pero lo detuvo la dueña del "hotel"; ellos entablaron una extensa conversación, que él le hacía preguntas y ella contestaba; la última fue, por que ella no se divorciaba de "Mano Siniestra", ella respondió que amaba a su amante.... ... sigamos la historia.....
Aquí en la imagen Observamos al Agente Justiciero Genochi, quien como agente anónimo bregará para capturar a los culpables del asesinato de sus padres en Chilcapampa.
Foto: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.
Aquí en la imagen observamos al delincuente Bonifacio "Oreja Mocha"; quien como líder de una banda juvenil, asaltaron a la morada de Eucebio Nonajulca Rivera, residente en el Barrio Alto de Chilcapmpa, a quien asesinó por que no le entregó el dinero de una venta de ganado vacuno.
Foto: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.
En el mundo del hampa, las amantes o compañeros de los avezados delincuentes cumplen un papel fundamental, ofreciéndoles protección y amparo cuando están acosados por las autoridades de la policías y de la justicia; también ellos enfrentan a otros rivales, quienes pretenden un ajuste de cuentas por desacuerdos entre ellos o por haberse echado a la policía (tirar dedo), aún así, no siempre reina la fidelidad que es rota muchas veces por la supervivencia.
Cuando conversaban Ceferino Yarlaqué con la amante de "Mano Siniestra", le sugirió que se divorcie de él, por que purgará una larga condena de 50 años, que de acuerdo a la edad, era una condena perpetua, pero ella reaccionó con enfado y le paró en seco haciéndole conocer que estaba enamorada de su amante aún estando en la cárcel.
Ceferino, sorprendido por la fidelidad de la mujer, que aún así no tenía escrúpulos de entregarse a otro hombre, si ella lo quería así; tal como lo hizo con su compinche Efigenio Timaná, pues ya no le peguntó nada temiendo enfadar a la mujer y vaya actuar contra él, castigándolo, sólo miraba la hermosura, que según él, ella se equivocó de camino, envidiaba la suerte de "Mano Siniestra" en tener como amante a una mujer bonita, que le puso el apodo de "Gata con ojos almendrados", que por su puesto ella nunca tendría ojos para él, y tampoco la pretendía y continuaron sentados esperando que reaccione Efigenio, quien seguía "soñado" por el tremendo golpe recibido en la cabeza contra el suelo.
Seguramente, pasaron un par de horas y sin que los policías vigilantes vestidos de paisanos se dieran cuenta que pudo haber una muerte en sus narices; el caído Efigenio "resucitó", se levantó como sonámbulo, tal vez no recordaba lo que sucedió, él vio a la amante de "Mano Siniestra" junto a su compinche Ceferino Yarlaqué, se palpó su ropa que estaba mojada y agua esparcida por el suelo y en ese estado de conmoción cerebral, preguntó:
--- ¿Qué me pasó?, me duele la cabeza y tengo frío...
La amante de "Mano Siniestra", le respondió:
--- Amigo, recibió un castigo por faltar el respeto a mi persona, yo le golpeé y puedo hacerlo de nuevo, si se vuelve atrevido, usted está acostumbrado a golpear a las mujeres y hoy recibió de su propia medicina, ojalá aprenda a respetarme.
Pero, la "oveja negra descarriada nunca vuelve al corral ..", donde siempre estuvo, éste individuo que ya recuperó la conciencia, desenvainó su chaveta y con claras intenciones de agredir de nuevo a la mujer, ante el asombro de su compinche Ceferino, quien le gritó:
--- Oye animal de mierda ¿Qué vas hacer?
Pero, ya la mujer le había cogido el brazo armado y aplicándole una llave con la velocidad de un rayo, lo tumbó de nuevo, torciéndole el brazo, pero si se cuidó que no se golpeé la cabeza, el infeliz caído, gritó:
--- Aayyyyyyy me rompiste mi brazo....
Los policías vigilantes, recién reaccionaron al ver golpes entre delincuentes y quien llevaba la ventaja era la mujer, que ellos la creían una mansa paloma; pero, no se acercaron, siguieron de lejos el desarrollo de los hechos, se ciñeron estrictamente a la orden de vigilar y no intervenir.
Ella, al controlar su llave y efectivamente le torció el brazo, pero no lo fracturó y gritándole le respondió:
--- Parece que no aprendes estúpido de mierda, yo puedo matarte, pero no lo hago para no ensuciar mi casa y por que allá lejos veo a dos individuos desconocidos y te menciono que ganas me sobran matarte como a un perro rabioso, pero respeto a tu amigo, que si estima a las mujeres.
Efigenio, ya con su cabales, aceptó que no podía contra la mujer, humillado en su amor propio, dio la espalda para ir a su dormitorio, pero la señora la gritó:
--- Un momento no te muevas de aquí.....
Efigenio, al escuchar la voz fuerte de la mujer y desarmado, se paró y respondió:
--- Pero, señora ¿Qué voy hacer aquí?, he decidido irme, no sé si mi compañero me seguirá....
La mujer le interrumpió y le replicó:
--- No te estoy botando, sino que tienes que reparar la agresión que me aplicaste anoche y que mi rostro sigue sonrojado, tienes una mano fuerte, que nunca debes usarla contra las mujeres, pelea con tus iguales a ellos puedes cachetearlos.
Intervino, Ceferino Yalaqué, quien dirigiéndose a su compinche, le dijo:
--- Efigenio, acepta con hidalguía tu derrota y pídele perdón a la señora por el ataque de anoche.
Pero, Efigenio quien era un individuo terco y obstinado, no estaba en su comportamiento machista pedir perdón a una mujer, que para él, ellas sólo son depósitos para el semen y con esa brutalidad de pensamiento, le contestó:
--- Ceferino, no sabía que te habías convertido en una mariquita (cobarde) y que eres defensor de las mujeres, sólo falta que te pongas polleras, que ellas sólo fueron hechas para la cama y recibir el semen.
Semejante expresión tan hiriente, colmó la paciencia de la amante de "Mano Siniestra", que reaccionó con rapidez felina y saltó sobre el cuerpo del atrevido infeliz, cogiéndole de la espalda y lo atravesó el brazo por el cuello oprimiéndole incluso para torcer el pescuezo y le gritó:
--- Escúchame hijo de puta, tu nunca respetas, puedo torcerte el pescuezo, pero no lo haré, te soltaré para que me beses los pies y pidas perdón, dime ¿Lo vas hacer?, por que ya perdí la paciencia.
Efigenio, que recién tuvo terror morir con el pescuezo roto, casi implorándole le respondió:
--- Si, mujer tu ganas, suéltame y besaré tus pies.
Ella, lo soltó y se puso adelante, sacándose el zapato, el individuo se inclinó en cuclillas, pero no alcanzaba se tumbó al suelo y se apegó al pie descalzo y le besó el dedo gordo, parece que le gustó el castigo que se lo metió a la boca y comenzó a chuparlo.
Ante el asombro de Ceferino, quien se tocó todo su cuerpo, para saber si era realidad lo que estaba mirando o era una pesadilla, pero la mujer no tuvo la misma reacción, retiró con fuerza su pie de la boca del individuo y le dijo:
--- Hombre levántate.
Efigenio, se levantó totalmente humillado y con el sabor del dedo de la mujer en su boca, esperó lo que ella ordene y efectivamente ella se levantó su vestido hasta la rodilla que se miraban unas piernas muy hermosas y le dijo:
--- Oye mierda de hombre, aprende, nosotras las mujeres no sólo somos depósito para el semen. sino que nuestros cuerpos son bellos y hay que respetarlos, tu parece que no tuviste madre, esposa o hermanas, eres un individuo que te comportas como una bestia, mira mis piernas que pudieron ser tuyas por un largo tiempo así lo pensé anoche cuando fui a tu dormitorio; yo me entregué con la intención de convertirme en tu amante; pero todo lo perdiste por ese carácter de estúpido machismo, ahora puedes irte a recoger tus cosas y no quiero verte nunca más ¿Lo entendiste?
Efigenio, recién entendió que se había metido con una mujer que se hacía respetar y no teniendo otra opción dio la espalda sin contestar.
Pero, otra vez la mujer lo paró en seco y gritándole, le dijo:
--- Oye estúpido, aprende, yo no te dijo que me muestres la espalda, sino que podías recoger tus cosas, antes pidiendo permiso para retirarte.
El irascible delincuente, entendió las reglas que las ponía la dueña de casa y le respondió:
--- Señora ¿Puedo retirarme a recoger mis cosas?
Ella sonriente, le contestó:
--- Si, hombre vaya a su dormitorio por sus cosas.
Ceferino, que entendió que él también tenía que irse, muy precavido, dirigiéndose a la mujer, le dijo:
--- Señora ¿Puedo acompañar a mi amigo, para yo también recoger mis cosas?
La señora que no tenía nada contra él, más bien lo apreciaba y le respondió:
--- Hombre, usted se comportó como un caballero, no tengo queja contra usted, pero como llego mal acompañado tiene que irse con su bestia al hombro, vaya, pero no tramen algo contra mi persona, que aprendí a enfrentarme a dos o más personas, no les temo.
Ceferino, se apresuró a contestar así:
--- No, señora nosotros nos iremos, no sabemos si encontraremos movilidad, aún si no hallamos dormiremos sentados en el parque del centro de la Ciudad, le pido disculpas por los arrebatos de mi compañero, nunca regresaremos a este pueblo, se lo prometo..................
Continuaremos................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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