Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Agente Justiciero Genochi; "El Machetero del Río", que era el alias de Servelio Smith López, quien ya se integró a un nuevo grupo de delincuentes que los encontró en una cantina, él se sentó con ellos sin conocerlos, les invitó comida y tragos y terminaron invitándolo a su escondite; antes tuvo que pavonearse al informarles que fue él quien asesinó a un soplón que murió en una cantina; como era su objetivo conocer al asesino que mató a su padre adoptivo "Gato Salvaje", decide seguir con ellos........... ..........sigamos la historia..................
Aquí en la imagen Observamos al Agente Justiciero Genochi, quien como agente anónimo bregará para capturar a los culpables del asesinato de sus padres en Chilcapampa.
Foto: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.
Aquí en la imagen observamos al delincuente Bonifacio "Oreja Mocha"; quien como líder de una banda juvenil, asaltaron a la morada de Eucebio Nonajulca Rivera, residente en el Barrio Alto de Chilcapmpa, a quien asesinó por que no le entregó el dinero de una venta de ganado vacuno.
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En el mundo del hampa, nada se perdona si hubo una ofensa sin respuesta satisfactoria; como todos viven al filo de la navaja, en cualquier instante se enciende el fuego y estalla el incendio con un ajuste de cuentas, también hay errores que los pagan los inocentes, o también el llamado "jefe" es un sicópata que asesina o manda a matar tan sólo por "placer" de ver la sangre derramada.
Justamente, la muerte del delincuente casi retirado conocido como "Gato Salvaje", quien fue asesinado cruelmente sin conocerse el motivo o razón de tanta insania; por esa razón su hijo adoptivo Servelio Smith López, quien a la edad de 18 años nunca conoció el mundo del hampa, él tuvo que ingresar para hacer un ajuste de cuentas con los aún desconocidos asesinos, ya ingresó a una banda destacó por ser muy eficiente, pero no consiguió información.
Servelio Smith López, ingresó a otra banda, él espera que sea la definitiva que le permita ubicar a los asesinos de su padre adoptivo.
Estando en la cantina con una banda de 8 integrantes, aún desconocidos para Servelio Smith López y desde aquí el jefe invitó a todos ir al escondite que lo incluyó, todos se levantaron y salieron de la picantería, caminaron muchas cuadras nunca juntos lo hacían en fila con una separación de dos metros entre ellos, hasta que se metieron al Río Piura, caminaron por la playa, hasta que llegaron a una choza, era una construcción rústica, tenía una rudimentaria puerta de madera con armellas de fierro que sostenían un viejo candado Yale, que siendo de marca estaba completamente oxidado.
El jefe sacó del bolsillo la llave, abrió el candado que cedió con facilidad, luego empujó la puerta hacia adentro, que al abrir se percibió el olor a suciedad, todos pasaron con mucha soltura, después de todo era su "casa de descanso", claro está siendo un cuchitril era su aposento, se observó una sola mesa de madera tosca que parecía de un carnicero y 8 sillas de madera tosca, todos se sentaron, menos Servelio.
El jefe, le dijo:
--- Jovencito, por hoy no hay asiento, y con lo que vamos hacer tendrás un sillón de oro.
Luego, mirando a sus compinches, les dijo:
--- Muchachos, vamos aumentar uno a nuestro grupo, que lo necesitamos; ya que este muchacho que oportunamente se nos presentó en la cantina sin que lo hayamos invitado, demostró coraje y agallas, yo tengo olfato de gallinazo y percibo que él no es un soplón, ni sembrado (introducido) de los grupos rivales, como todo es un acuerdo lo someto a consideración de ustedes, si alguien no está de acuerdo que hable, sino lo hace que calle para siempre.
Todos callados, lo que el jefe lo tomó como una aceptación, dirigiéndose a él, le dijo:
--- Jovencito, vamos asaltar unos almacenes del Centro de la Ciudad y necesitamos a alguien que nos informe de la ubicación de los tombos (policía) y los guardianes de la tienda, el atraco será a las 8:00 de la noche (20:00 horas), lo haremos el próximo viernes, tu estarás todo el día, ya que no tienes anticuchos (antecedentes), ya que por si acaso te vean los tombos (policía) merodeando no llamarás la atención, por su puesto no te dejes ver, yo iré a las 7:00 horas (19:00 horas) de la noche para que me alcances toda la información recogida y con esos datos nos servirá para prevenir a los muchachos.
Servelio, ya era partícipe del inicio de un nuevo atraco sin haber abandonado a su anterior banda, él aceptó el plan con observaciones y respondió:
--- Jefe, no creo que las 8:00 horas (20:00 horas) sea el mejor lapso, avance el tiempo a las 9:30 horas (21:30) de la noche, que no hay mucho público y la policía hace el relevo para los nuevos que los reemplazan, justo a esa hora cierran la mayoría de los negocios, nosotros entramos minutos antes como "clientes" y allí entretenemos a los vendedores de los mostradores preguntando tantos productos y cuando empiezan a bajar la puerta grande damos el golpe, como somos nueve: tres de nosotros estaremos afuera para que nos cubran las espaldas, por si pasen los tombos (policía), será un plan perfecto, pero como usted es el jefe decida y nosotros acataremos sus órdenes.
El jefe soltó la carcajada de satisfacción y era permeable siempre aceptaba las sugerencias y casi gritando, les dijo:
--- Muchachos, acabamos de meter a este jovencito y ya nos está dando consejos, vaya que te creo muchacho no me di cuenta de esos detalles y no medí las consecuencias del golpe, tienes razón las 9:30 horas de la noche, nadie nos detendrá en la fuga.....
El jefe, hizo una pausa y agregó:
--- Muy bien a las 9:30 horas haremos el atraco, como siempre la reunión se hará siempre aquí, pero no se quien de ustedes correrá con el botín, se necesita resistencia y nervios de acero, ya que no podemos agarrar (tomar) ningún carro, que nos echaremos solos a los tombos (policía).
Intervino Servelio y le respondió:
--- Jefe, yo puedo correr a tiempo completo y con pie firme, si usted confía en mi, yo transportaré el botín.
Hubo un murmullo en los otros, el jefe ordenó callarse y les dijo:
--- Muchachos, esperen tranquilos si aún no hemos decidido nada, el muchacho se ofrece como voluntario, a ver: ¿Cuál de ustedes quiere transportar el botín?
Todos guardaron silencio, no por que no sabían correr, sino por el peligro de morir atacado por la policía o los guardianes del almacén, en vista que nadie se pronunció, el jefe añadió:
--- Bien muchachos ninguno quiere correr con el riesgo, por que les falta cojones, y el muchacho se ofreció y estoy de acuerdo; por lo que escúchenme muchachos: Tu te quedarás afuera junto a la puerta disimulando tu presencia y cuatro entramos y los otros se colocarán en las esquinas, si al momento de entregarte el botín algo falla como la reacción de un guardián o la policía que pase por casualidad entregas el botín a este fulano que lo conocemos como "Corre caminos", él estará en el flanco izquierdo del almacén y si no hay ninguna reacción no mires atrás avanza corriendo hasta el escondite toma la llave, allí nos esperas.
Llegó el día viernes, de aquel mes, era un día frío y nublado, parecía que la estación del Invierno anunciaba con mucha anticipación su presencia, esa nubosidad favorecía a los planes de la banda, pero seguro al medio día el calor del Sol disipará las nubes.
Servelio Smith López, amaneció de buen semblante, él se sentía tranquilo, preparó sus alimentos y lo hizo con demasía que lo único que comería será un buen desayuno, ya que iba estar observando durante todo el día; él desayunó, se cambió de ropa liviana a pesar del frío y buscó unos zapatos de jebe completamente suaves que le permitan correr con agilidad, ya que tendría que hacerlo desde el Centro de la Ciudad, revisó su chaveta y la guardó en el bolsillo oculto del pantalón; estando listo, abrió la puerta antes sacó la cabeza para ver la calle si alguien lo esperaba, no había nadie.
Servelio, ya era protagonista de un asesinato y un atraco a una camioneta de caudales, tenía los cojones de pasearse por la ciudad sin que nadie lo señale; él ubicó al almacén que era el objetivo, ya estaba abierto y abarrotado de clientes, él observó que al frente sobre la acera había un policía, quien miraba con disimulo como chequeando era algo sospechoso, por lo que Servelio, pasó de largo y caminó dos cuadras adelante y dio la vuelta cruzando la calle, regresando caminando lentamente por esa acera y llegó a la cuadra del almacén ya no estaba el uniformado y desde ese frente observó de nuevo a almacén, sin parase siguió de largo hasta la próxima esquina y no ubicó a ningún policía.
Mientras tanto, los demás integrantes de la banda, se habían reunido una vez más en la choza sin participación de Servelio y allí acordaron, que el joven recibirá una parte pequeña del botín, por que tenía que pagar "derecho de piso" como principiante, este acuerdo se hizo a espaldas de Servelio, quien estaba haciendo el trabajo de inteligencia en el Centro de la Ciudad.
Igualmente los integrantes de la banda acordaron; que todos estarían listos a las 9:00 horas de la noche, irán llegando uno por uno nunca en tumulto y desde esa hora entrarán al almacén, nadie se conoce y se tratará de entretener a los vendedores pidiendo productos que tengan peso demasiado y después rechazar el pedido y sin descuidar ningún detalle de la defensa, haciendo un trabajo de inteligencia sobre el movimiento de los guardianes.
En el Centro de la Ciudad, Servelio siguió observando y vaya que notó todo el movimiento de los policías que iban y venían hasta las 7:00 horas (19:00 horas) y luego desaparecieron como arte de magia, justo llegó el jefe, quien llegó para recibir la información; se fueron juntos hasta una esquina, allí le informó que desaparecieron los tombos y no se podía precisar si habría un relevo o ya no patrullarán más y le dijo, que el almacén todo el día estuvo abarrotado de clientes y que todos salían con paquetes con las compras y que efectivamente también le agregó que pasó un transporte de caudales y no hizo ningún paro frente al almacén y que pudo identificar a tres guardianes armados con revólveres, dos se ubican a la altura de la puerta y un tercero camina en medio de los clientes.
El jefe, le contestó:
--- Buena información jovencito, los muchachos llegarán a las 9:00 horas (21:00 horas), irán entrando uno por uno, serán seis y entretendrán a los vendedores, como vez se cambió la orden, ahora tres tomaremos la cajas y tres desarmarán a los guardianes y dos afuera junto a ti...............................
Continuaremos...........................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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